alaska [h.s.]

Nueve.

Canción del capitulo:
Two loves- Alan Silvestri.

9

GRACE'S POV

Harry me seguía de cerca, como si esperará que en cualquier momento yo decidiera pisar el acelerador e intentar escapar.

Siendo honesta, ese pensamiento definitivamente había pasado por mi mente, pero me sentía tan tensa bajo su escrutamiento a través del pequeño espejo retrovisor, que casi no podía pensar en nada más que en sus ojos.

Cada vez nos acercábamos más y más hacia mi casa, haciendo que los nervios que ya sentía se intensificaran aún más. La idea de estar a solas con él dentro de mi propio hogar no era nada atrayente.

Era un hombre muy apuesto, tenía que aceptarlo. Sin embargo, lo que tenía de atractivo; lo tenía de maleducado, amargado y frío.

Su sola presencia me hacía sentir pequeña e incómoda. Era como si volviera a tener cinco de nuevo y odiaba eso.

Llegamos a la curva que guiaba a casa y tomé aire profundamente al manejar por ahí. Unos cuantos metros después, mi bonita casa de madera apareció frente a ambos.

Detuve el carro en el pequeño espacio para estacionarse y Harry imitó mis acciones, estacionando su camioneta al lado de mí.

Ambos bajamos de nuestros vehículos en silencio y mi corazón empezó a latir con rapidez una vez que nuestros ojos se encontraron.

"Por aquí." Susurre caminando entre ambos carros hacia la entrada. Harry no respondió, pero escuché sus pisadas detrás de mí perfectamente.

Subimos los pequeños escalones de la entrada y mis manos empezaron a sudar cuando busqué las llaves en mi bolso.

La última vez que Harry había estado aquí, había dejado las bolsas de las compras en el suelo y no había entrado a la casa. Por alguna razón, esto me había parecido perfecto.

Hasta el momento, no había dejado entrar a nadie la casa y el saber que Aiden había sido quien la había escogido, me hacía sentir protectora de ella.

No quería a Harry y su carácter tosco en mi casa, pero al mismo tiempo parecía no tener opción, así que simplemente suspire y dejé la puerta abierta detrás de mí una vez que entre.

"¿Quieres agua o jugó o-"

"No." Apreté mi mandíbula y asentí en silencio, caminando frente a él. "¿En dónde está la chimenea?"

"Aquí." Camine hacia ella y lo voltee a ver señalándola, pero Harry no me miraba a mí. Sus ojos escrutaban en silencio la sala de la casa, desde el piano hasta el portarretratos con la foto mis y de Aiden. Incómoda, aclare mi garganta haciendo que me prestara atención finalmente.

"De acuerdo." Murmuró Harry y entonces camino hacia a mí, a la vez que se quitaba la gruesa chamarra café que se habría puesto en su camioneta, haciéndome apartar la mirada apresuradamente ante la vista de sus brazos desnudos por segunda ocasión. "¿Qué pasa con ella?" Pregunto seriamente, acercándose a mí a la vez que observaba la chimenea.

"¿Perdón?" Harry rodó los ojos y se hinco frente a ella, inspeccionándola.

"La chimenea." Recalcó, pareciendo fastidiado. "¿Qué tiene, que no la puedes encender?"

Oh.

Bueno, ¿cómo le explicaba que el problema no era que, sino quien? La chimenea parecía estar nueva y dudaba que tuviera algún defecto, el problema verdadero era que yo no sabía utilizarla.