Ale esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...
Me paré bruscamente, tropezando, Alex se paro después de mi, yo lo veía de reojo, no creía capaz a mi hermano de hacer algo estúpido pero había que asegurarse
-Fer.. yo.. yo- antes de que pudiera terminar una voz de mujer se escucho fuera de la casa.
-¿Esta todo bien?- su voz era chillona y fresa, de las típicas niñas ricas que se creen perfectas o creen tenerlo todo. Fer volteo rápidamente hacia la puerta.
En un instante una chica rubia, mediana de estatura, delgada y con un buen cuerpo se encontraba atrás de mi hermano. Le tomo la mano mientras lo veía y se movía ridículamente intentando llamar la atención. Yo carraspeé entonces volteó me vio y me dirigió una sonrisa con sus dientes perfectamente derechos y blancos. Sólo de verla me dieron ganas de ahorcarla
-¿Quien es ella?- dije entre dientes, mientras sonreía hipócritamente.
-Ella es Ashley- Fer se rasco la cabeza y sonrió -Hermana podemos hablar- dejo de rascarse y movio la cabeza en dirección a las escaleras. Yo no pensaba contestarle pero aun así fui hacia las escaleras y subi trotando sin espera ro revisar que mi hermano viniera atrás de mi.
FER
Me puse demasiado nervioso, yo pensé que no estaría en casa, yo que iba a saber. Sinceramente se veía bastante molesta, pero no podíamos empezar una discusión con dos personas abajo, después de años manejándolo y ocultándolo a la perfección justo este día tenía que enterarse. No podía creerlo, necesitaba hacer algo urgentemente inventar algo. Yo que se, pero subir allá con mi hermana seria un infierno.
Cuando me di cuenta Ale ya estaba por la mitad de las escaleras. Me apresure a subir. Ya estando arriba entré a mi cuarto, Ale estaba parada esperando a que yo entrara, juro que estaba sudando como vil puerco. No sabía si se enojaría más por lo que era o por habérselo ocultado.
-Hermana yo- dije en un tono tranquilo mientras me pasaba las manos por la cara.
-¿QUIEN ES ELLA? Y ¿QUE HACE AQUI?- ella elevo el tono de voz, yo me puse aun mas nervioso
-Baja la voz- me rasque la nariz desesperadamente. La hice enojar aun mas, intenté arreglarlo -Por favor- pero ya era demasiado tarde
Empezó a decir muchas cosas, intenté tranquilizarla pero en vez de eso me hizo explotar. Empezamos a hablar al mismo tiempo, elevando la voz cada minuto. Ni si quiera entendía lo que decía. Era una discusión bastante extraña para ser honestos.
-YA BASTA- me estaba desesperando, ya no quería ocultarlo -Es mi novia punto no puedes cambiarlo- sé que soné demasiado grosero pero era mi decisión
-¿Cómo pudiste? Nos burlamos de las personas como ellas, lo ocultaste por años, eres un estúpido- la entendía peor no era justo insultar.
-Sólo te pido que la trates bien- fuera lo que fuera, era mi novia y se merecía respeto, si yo a queria no me iba a hacer cambiar cualquier cosa que me dijeran.
-La tratare como tu trates a mi novio- camino hacia la puerta me vio unos segundos y luego salió y azoto cerro la puerta con una gran fuerza. Debo decir que fue una buena jugada.
ALE
No podía creerlo. Por mas que intentaba entenderlo se me hacia tan estúpido sin sentido alguno. Intenté tranquilizarme, bajar a hablar con ella, conocerla mas tal vez darle una oportunidad, sólo tal vez.
Cuando baje a la sala Alex y Ashley estaban parados viendo hacia ningún punto cada quien, en cuanto Alex me vio baja r fue hacia mi.
-Tranquila- me susurro al oído, lo ignore y me dirigí hacia ella.
-Una disculpa. Soy Alejandra, hermana de Fer- le sonreí lo mas que pude, intenté no ser hipócrita, peor es que se veía demasiado perfecta para ser real. Me sonrió cortésmente. Traía unos aretes grandes, una playera blanca y una falda corta blanca de holanes, se veía muy bien, era muy guapa y tenia un gran cuerpo. Cualquier persona pensaría que me había enojado tanto por envidia peor no era eso..!! Por Dios..!! Odiaba a las personas como ella que se creían tan perfectas, pero intentaría convivir bien con ella sólo por mi hermano.
Me senté con Alex y Ashley en el otro sillón, nos quedamos callados, yo la analizaba tratando de encontrarle algún defecto. Algo debía de tener. PERO NO HABIA NADA..!! Empezaba a desesperarme. Entonces se me ocurrió.
-Bueno, y cuéntame de ti Ash- le dije mientras sonreía ligeramente, Alex estaba completamente calado, era demasiado extraño -Puedo llamarte Ash no?- intentaba provocarla, encontrar algo fuera de lo común
-Por supuesto- me sonrió amablemente, mientras me respondía con su voz dulce y tierna, parecía honesta.
No iba a rendirme, iba encontrar su pequeño secreto oculto, una persona no puede ser tan perfecta...
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