No fue una casualidad

Capítulo 24

Mi sonrisa se borro poco a poco de mi rostro, me mire en el espejo que estaba de espaldas a Alex, era completamente diferente mis labios finos, cabello rubio era un rostro familiar entonces esa risa retumbo en la habitación, esos dientes perfectos. Me levante de un brinco de la cama y fui directo al espejo, me toque el rostro sintiendo la piel suave y delicada de esa maldita.!

-¿Alex?- dije con voz temblorosa, sonando en mi mente como la mía pero convirtiéndose en la de ella, en la de Ashley -Por Dios Alex has algo- Esta vez era peor, de mi boca no salían las palabras que quería decir, su voz en mi cabeza susurrándome cosas me volteé hacia Alex, dejando a mis espaldas el espejo, me puse las manos en la cara sintiendo caer mis lagrimas y presionando mis ojos durante segundos mientras susurraba -Sácalos de mi mente por favor- quite mis manos de mi rostro para limpiarme las lagrimas  y me vi en el espejo sentada en la cama Alex parado frente mi con esa sonrisa formada por sus labios perfectos. Tan feliz, aparentando que nada había pasado, me levante y fui hacia el espejo, Alex se volteo alzando las cejas

-¿co-como.. yo.. como fui tan.. yo estaba.. y luego- las ideas estaban dispersas en mi mente, sabia lo que quería decir pero no podía, sabia que era imposible estar en un lugar con un rostro y en un segundo ir tan rápido al lugar anterior siendo la persona anterior sin recordar el momento en que lo hiciste.. No se como explicarlo, creo que simplemente es inexplicable.

-Ale ¿que sucede?- se acerco a mi y me toco el hombro, me volteé hacia el mientras me tocaba el rostro sintiendo mis facciones normales, MIAS. Lo mire de reojo mientras veía a la cama.

-Yo estaba aquí y luego yo..- señale la cama, Alex volteó mi rostro hacia él y lo miré fijamente a los ojos.

-Ale, nunca te paraste de la cama ¿entiendes? Necesito que respires, tranquilízate, aquí estoy- me abrazo ligeramente y me beso la frente. Él tena razón necesitaba tranquilizarme, respirar.

Me senté en la cama y Alex a mi lado, volteé y le sonreí, le tomé la mano en señal de que estaba bien, lo que menos necesitaba es que me tomara como una loca, a final de cuentas dicen que la imaginación de las personas es mas grande de lo que pensamos...

-Debería ir por algo de comer- se levanto y salió del cuarto, por un momento temí que lo hubiera incomodado, también me puse a pensar como es que una persona como él  quería a alguien como yo, me hizo dudar el porque estaba conmigo.

Me levante y recorrí la habitación, toque el buro y vi una foto de él, según yo había recorrido este cuarto a la perfección con la mirada, la tomé y pude ver que estaba recortada, me pregunte en donde podía haber guardado la otra parte o tal vez la había tirado. Seguí caminando y en la esquina del clóset muy en el fondo vi una funda negra, sabía que husmear estaba mal,  pero me llamaba demasiado la atención. Mire la puerta para revisar que no venía y me acerque a la funda, la intente sacar pero estaba atorada y pesaba demasiado, con mucho esfuerzo logre sacarla, era un estuche de guitarra, no tenia idea de que el tocara la guitarra. Tome el cierre y empecé abrirlo, entonces entro con dos sándwiches en las dos manos, los dejo caer y fue hacia mi bruscamente.

-¿Qué estas haciendo?- apretó la mandíbula tan fuerte que parecía que le dolía algo, me quito y tomo el estuche, pero se lo arrebate. Lo abrí rápidamente y era una guitarra acústica, hace tanto que no veía y sentía una que me quede embobada mirándola.

-No sabia que tocabas la guitarra- le dije mientras  la tomaba y le sonreía, el seguía apretando la mandíbula.

-No lo hago, ahora puedes dejarla por favor- su tono no era el común, parecía nervioso y molesto más molesto para ser honesta.

Entonces la vi, esa pequeña marca en forma de corazón en la parte de abajo, hecha con una llave tan deforme como de costumbre, 5 años aproximadamente y seguía ahí. El corazón me dio un vuelco y volteé hacia él bruscamente, el movimiento hizo que una pequeña hoja callera del centro de la guitarra.

-Tu... ¿Co-como?- Quería contener las lagrimas pero no podía, sabia lo que tenia esa hoja no necesitaba verlo para estar segura, era del tamaño, tan escurridiza como el llanto.

-Ale..- intento tocarme la mano pero me quité, no entendía nada de lo que sucedía pero sabia que no era bueno en absoluto también sabia que no aguantaría mas las ganas de llorar. Lo mire por un segundo más y rompí a llorar, el se pasaba las manos por la cara intentando ocultar la lagrima que caía por su rostro. Levanté la fotografía y salí de la casa, no tenía idea de como regresar pero estaba segura de que encontraría la manera.

Apoyé la guitarra contra la pared y me deje caer al lado de la puerta con la guitarra a mi lado. Una parte de mi quería una explicación y otra deseaba venganza mas que nunca. Moría por gritar pero la voz no salía, el grito se atoraba en mi garganta mientras el llanto fluía descontroladamente...