Teme | Teen Wolf #6|

Capítulo XVI: Recuerda

Stiles miró a Lydia, quien se hallaba sentada aún en la cama, por su expresión, parecía estar concentrada fieramente en algo. Quiso acercarse y preguntarle qué le sucedía, decirle que cualquier cosa que necesitara, él estaba allí.

Que ni siquiera importaba el pasado o lo que habían tenido que hacer, pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta. Miró con dolor a la chica que una vez amó, y que supo que nunca iba a dejar de amar.

Parecía tan lejano el tiempo sin ella, como si siempre hubiera sido parte de su vida.

Vio a Derek aproximarse a ella y sentarse a su lado en la cama, colocando una mano sobre la suya, en señal de consuelo. Como a él le hubiera gustado hacer. Sin poder evitarlo, el dolor llegó, tan familiar como un viejo amigo.

Se levantó, intentando ignorarlo, y se acercó a Melissa, quien movía frenéticamente cosas dentro de una cajuela.

—¿Qué estás haciendo?

—Preparo el sedante —Le explicó—, el objetivo es que Lydia no consiga despertarse en todo el proceso, Satomi cree que debido a su capacidad de Banshee, ella sería capaz de despertarse a voluntad. Por tanto, debemos mantenerla despierta.

Él asintió.

—¿Cuán peligroso es esto?

—Si no lo consiguen —Melissa le miró—, ella quedaría atrapada dentro del sueño sin capacidad de regresar.

Stiles miró fijamente a un punto en la nada, su garganta cerrándose por el temor de lo que iba a suceder. Lentamente, Melissa colocó su mano sobre la de él.

—Estará bien. Ella es fuerte, más fuerte de lo que parece.

—Lo sé —Dijo, haciendo una mueca—, ese no es el problema. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo pasamos de ser simples adolescentes a estar metidos en este mundo donde podemos morir en cualquier momento? A veces no puedo dejar de pensar que si no hubiera ido a por Scott aquella noche, nada de esto habría sucedido.

Melissa le miró, con cariño.

—Esa es la cosa sobre el destino, Stiles, no podemos controlarlo. Imagínate cuán diferente sería todo si Scott no hubiera salido contigo esa noche. Los amigos que tienes ahora, todo lo que vivieron, los convirtió en mejores versiones de sí mismos. Sé que si tu madre siguiera con vida, estaría tan orgullosa de ti, como lo estoy ahora.

Él apretó su mano, asintiendo.

—Gracias.

—Sé el héroe que todos sabemos que eres.

Stiles miró a la distancia, donde Derek y Lydia hablaban en voz baja, faltaba poco, ya casi era la hora. La hora donde todo cambiaría.

—Preguntar si estás bien es algo tonto ¿no? —Derek se sentó en la cama junto a Lydia, tomando su mano en señal de consuelo. Ella hizo una mueca—, aunque hay algo que si puedo preguntar... ¿Qué les sucedió?

Ella le miró.

—¿A qué te refieres?

—A ustedes. A su manada. A Stiles y vos. —Frunció el ceño, como si no lo entendiera.

Lydia miró al chico hablando con Melissa, su rostro surcado por la preocupación y el pesar, hizo una mueca de dolor.

—Le rompí el corazón —Le dijo, casi al borde de las lágrimas—, y rompí mi propio corazón en el camino.

—Lo bueno de los corazones es que pueden repararse, ¿no fuiste quien me dijo que los corazones no pueden romperse realmente? —le preguntó este, sonriendo.