Capítulo XX: La importancia de un nombre

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Dentro de la veterinaria, las luces parpadearon, Kira miró hacia el techo desde su silla. Tragando saliva y con la espada en su mano, preparada para la acción.

—¿Qué ha sido eso? —Miró a Deaton, quien se encontraba apoyado en una de las mesas. Su rostro sereno, como si no le preocupara en lo absoluto lo que estaba sucediendo.

A veces envidiaba esa calma que solía tener, la misma que su padre, una plena confianza en sus habilidades.

—¿Están aquí?

Deaton negó lentamente.

—Créeme, cuando ellos estén aquí, lo sabrás. No me equivoco al decir que eso proviene de Lydia —Señaló a la chica acostada en la mesa, Scott estaba detrás, con una garra clavada en el cuello de Lydia, y la otra en la de su mejor amigo sentado en la silla.

La mano de Stiles tenía la de Lydia atrapada, como si temiera que mientras él estuviera inconsciente, desapareciera.

—Se están quedando sin tiempo —Kira lo miró—, es eso ¿no?

Deaton asintió.

—Las probabilidades de que encuentren a Lydia se reducen a cada segundo.

Kira tragó saliva, asustada ante la posibilidad de perder a una de las pocas amigas que le quedaban.

—Ellos la encontrarán, estoy segura de ello —Asintió a la nada, más para calmarse a sí misma que al resto.

Un trueno resonó en el aire, haciendo que brincara. Su espada comenzó a brillar con un color inusualmente azulado, etéreo, casi como fantasmal.

Algo en su pecho revoloteó, su Kitsune se sacudió bajo su piel, sediento de sangre, con ansias de batalla.

—Están aquí —Pero no fue su Kitsune lo que se los dijo, fue un terror interior, uno que conocía bien.

Uno que su antiguo enemigo había tenido.

Oni.

Un ejército de ellos, que venían a por todos para acabar lo que empezaron.

Su corazón se aceleró y su boca se resecó, miró a Deaton, intentando ver una señal de alarma, pero la más solemne calma se encontraba reflejada en su rostro.

—Creo que es tiempo de que uses esa espada —Este señaló a la misma con su cabeza—, tenemos que ganarles tiempo, e impedir que lleguen hasta Scott, intentarán detenerlo, intentarán que Lydia se quede en el mundo de las pesadillas.

Kira asintió.

—Lucharé hasta que ninguno quede en pie.

***

Stiles y Scott intercambiaron una mirada, a pesar de que la lluvia caía del cielo y se encontraban completamente mojados, no se sentían así en lo absoluto. Todo era producto de una alucinación, ellos lo tenían claro, aunque la sensación de urgencia y peligro de muerte crecía a cada paso.

Scott fue el primero en moverse, golpeando la puerta frente a ellos dos veces, y tragando saliva. Lo que se encontraba frente a ellos parecía ser Eichen House, solo que un Eichen House de hace mucho tiempo atrás.

—¿Cuánto tiempo crees que nos queda? —Scott miró a su amigo, preocupado.

Un relámpago brillo en el cielo.

—No el suficiente —se limitó a responderle.

—Escucho pasos —Scott inclinó la cabeza, al tiempo que la puerta comenzaba a ser abierta, con una lentitud que heló los huesos de ambos.

Teme | Teen Wolf #6|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora