Amor de verano.

Capitulo cinco: Pecas.

CAPITULO CINCO:

-Emily, ¿Qué hiciste hoy?- me preguntó mi padre, mientras mordía un trozo de pizza.

-No mucho, salí a caminar un rato, y fui a leer a la playa- trague-. Ah casi me olvido, me encontré con Sam.

Fred, mi padre, abrió los ojos de sorpresa y una emocionada sonrisa se asomó por su rostro.

-¿En serio?- la emoción se notaba en su vos- Que bien, estaba pensando en hacer una cena con él y Jason. ¿Qué te dijo? ¿Te reconoció?

-Sí, se emocionó mucho. Dijo que cuando puedas lo llames, para arreglar algo. 

-¿Sigue teniendo la pizzería?

-Sí, de hecho...-empecé a decir, pero una voz chillona me interrumpió.

-Cariño, ¿Quién es Samuel?- dijo Samanta, con una sonrisa forzada.

La mire con los ojos entrecerrados y note que tenía un pedazo de orégano en el diente. Oh por favor, me lo estaba poniendo muy fácil.

-Es Sam- dije, entre dientes intentando que la risa no se escape.

-Sam es un viejo amigo Samanta, de cuando veraneábamos acá. 

-¿Y Justin quién es?

¿Tenía memoria de corto plazo o qué? No puede ser que no recuerde dos nombres que se dijeron en el mismo minuto.

-Jason- conteste, otra vez entre dientes pero esta vez más enojada que otra cosa.

¿Por qué estaba enojada? Ni yo misma lo sé, es su presencia que me molesta.

-También es un viejo amigo- mi padre me miró, diciendo con la mirada que me relajara-. Su hijo es un año más grande que Emily, y se criaron juntos.

¿Su hijo? ¿Tenía un hijo? ¡Cierto, como pude olvidarlo!, ¿Cómo se llamaba? Era algo con J, como el papá. ¿Josh? ¿Justin? ¿Jason Jr?

 -¡Qué divertido! Digo, que se junten luego de tantos años. ¿No es emocionante?

No, no lo es.

-Sí, puede ser- mi padre no sonaba tan emocionado como antes- ¿Terminaron de cenar?

Todos asentimos y en silencio fue a lavar los platos.

***

**

*

-Papá, ¿te encuentras bien?- le pregunté, una vez que todos se fueron a dormir. 

Eran las tres de la mañana, sabía que no estaba en la habitación. Estaba sentado en un sillón, en silencio y cuando baje por las escaleras me miró, y pude ver en sus ojos que estaba pensando.

-Sí, claro. ¿Qué haces despierta a esta hora?

-No puedo dormir por los ronquidos de Tyler, así que baje por un vaso de agua- me senté en el sillón contiguo al suyo-. ¿Vos por qué no estas durmiendo?

-No sé- estaba ocultando algo- supongo que no tengo sueño.

-Vamos papá, te conozco, sé que algo te está preocupando, y sé que tiene que ver con Sam y Jason. ¿Qué pasó? ¿No estás feliz de verlos?

-Sí, por supuesto que estoy contento de verlos - suspiró-. Hace ya mucho tiempo que no los veo, y no sé, no sé si les va a gustar en lo que me convertí. 

-Papá- le tomé una mano-, claro que les vas a gustar. Estamos hablando de Sam y Jason, de personas que me criaron, de tus hermanos de corazón. Ellos no cambiaron, y vos tampoco lo hiciste. Si alguno de los tres cambió, estoy más que segura que fue para bien. Y no creo que a ellos les importe mucho en lo que te convertiste, solo van a estar feliz de ver a su amigo que hace años que no ven.