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Los días siguientes pasaron entre apuntes y exámenes y los chicos apenas se vieron salvo en algún momento puntual en la universidad o en el piso quiénes lo compartían.

Agoney se encontraba con Alfred en la cafetería, escuchándole atentamente mientras el catalán recitaba de memoria las definiciones que entraban en el examen de Teoría de la Comunicación que tenían en apenas media hora.

- En plan...

- No, en plan no, Alfred, que eso queda horrible en un examen.

- Tío, es que no sé explicarme bien sin decir eso.

El canario soltó una pequeña carcajada y dio un trago a su té.

- Así te saldrá.

- Vete a la mierda. - Resopló el barcelonés, clavando la mirada en sus folios, tremendamente desorganizados.

- Ago, ¿cuándo podemos quedar?

Los dos chicos alzaron la vista hacia Raoul, que acababa de llegar y se sentaba en una de las sillas libres.

- ¿Para?

El rubio se quedó unos segundos en silencio, observando a su amigo para saber si estaba hablando en serio o bromeaba.

- ¿Mi trabajo de clase?

- Ah, joder, es cierto. - Suspiró llevándose una mano a la cara. - Pues si quieres esta tarde.

- Ricky quería ir a ver si se encontraba algo chulo para la fiesta de mañana. - Comentó Alfred, pasando de hoja. - ¿No venís?

Raoul volvió a mirar a Agoney, a la espera de que decidiese él.

- Da igual, yo ya lo tengo pensado, y además, sabemos que Ricky va a pasar de nuestros consejos.

- Touché. - Contestó el chico, volviendo a centrarse en sus apuntes.

- Pues esta tarde, ¿en tu casa?

- Vale. - Se encogió de hombros. - Amaia no llegará hasta tarde así que está bien. - Raoul asintió, lanzando una mirada a la puerta de la cafetería, que se acaba de abrir dando paso a Mario. Se levantó rápidamente. - Acuérdate de llevar todo bien claro.

- Sí, sí. - Dijo rápidamente y salió del local corriendo, dejando a sus dos amigos algo descolocados.

- ¿Y a este pibe que le pasa? - Preguntó Agoney, mirando a Alfred con una ceja alzada.

El catalán se encogió de hombros, deseando con todas sus fuerzas que no hubiesen más interrupciones.

- ¿De quién habláis? - Alfred dejó caer la cabeza contra la mesa, sin preocuparse por el ruido y por como se giraron hacia él los alumnos que estaban en la cafetería. Ricky tomó asiento, mirando a Alfred y después a Agoney, que se encogió de hombros.- ¿Y éste?

Ago negó con la cabeza.

- Que es un dramático y aún sabiéndose todo sigue pensando que va a suspender.

- Ah, bueno. - Soltó una carcajada ante los breves gruñidos de Alfred mientras elevaba la cabeza y se tocaba la frente. - ¿Y de quién hablábais?

- De Raoul. - Suspiró Alfred, desistiendo en su labor y guardó los apuntes en la mochila. - Se ha largado corriendo.

- Ah. - Reprimió una sonrisa con esfuerzo, y se levantó. - ¿Por dónde se ha ido?

- La puerta de ahí. - Señaló Agoney con la cabeza y se quedó mirando como Ricky desaparecía de su campo de visión. El canario devolvió la mirada a Alfred y le sonrió. - ¿Vamos a por el último examen?

¿Y si probamos nosotros? | RagoneyWhere stories live. Discover now