5

7.7K 374 1.1K
                                    


- Pues eso, estábamos en el baño y de repEH. - No pudo terminar de hablar cuando sintió un tirón de la sudadera. Cuando giró el rostro, se encontró con Mimi a escasos centímetros. - ¡Mimi!

- Buenos días, eh. - Dijo el catalán mientras veía como la rubia se llevaba a su amigo casi a rastras. - Bueno, Ago, nos vemos en clase.

El barcelonés continuó su camino mientras Mimi arrastró al canario hasta una parte más apartada.

- ¿Te deshiciste de eso?

- ¿De qué? - Preguntó el canario, sin comprender nada a aquellas horas.

- Joder, Ago. Lo que te di el día de la película.

De repente, cayó en la cuenta y se llevó la mano al cuello, riendo ligeramente.

- Bueno, a ver... - Mimi le miraba expectante, con los ojos bien abiertos. - Deshacerme... me deshice, sí

- ¿Pero?

- ¿Pero?

- Siempre que pones esa cara hay un pero después.

- Pues que no sé dónde está. - Confesó, bajando la mirada.

- ¿Cómo que no sabes dónde está? ¿Pero eres tonto? ¿Dónde lo dejaste?

- Estaba en la chaqueta y se me olvidó en el coche de Raoul el día de la película y después a Raoul se le olvidó en la cafetería y cuando me la devolvió ya no estaba.

- Madre mía. - Dijo ella, llevándose las manos al pelo.

- Mira el lado positivo, s-

- No me hables de positivos que te suelto una hostia. - Le cortó ella, tajante.

- Bueno, la parte buena. - Suspiró él. - Si se ha perdido, ya no hay pruebas.

- Madre mía. - Suspiró la chica, pasándose las manos por la cara.

- Mimi. - Le llamó Agoney, mirándola fijamente. - No te preocupes, ¿vale?

La rubia asintió levemente y el canario pasó una mano por su mejilla, acariciándola lentamente.

- ¡Buenos días! - La voz de Miriam ocupó el pasillo y los dos chicos pusieron sus mejores caras para saludar a la chica y a Raoul, que llegaba a su lado. - ¿Qué hacéis aquí?

- Hablar. - Agoney miró a Raoul, que le sonrió de forma sutil. - ¿Pasó algo esta mañana para que no me respondieras?

El catalán negó y se pasó una mano por el pelo, retocando su flequillo, más despeinado que de costumbre.

- Aitana se despertó con fiebre y la llevamos al médico. Se me olvidó decírtelo porque encendí el móvil ahora, perdona.

- No pasa nada. - Contestó el moreno, restándole importancia. - ¿Está bien la chiquitina?

- Sí, sí. Inicios de gripe. La dejamos en casa descansando. - Dijo Miriam, mientras sacaba el móvil para contestar un mensaje. - ¿Y Amaia, Ago?

- Hoy entraba más tarde, dijo que vendría en bus o con Ricky. - La rubia asintió. - Bueno, me voy a clase, que Alfred me estará esperando.

Tras anunciar aquello, giró sobre sus talones para comenzar a andar.

- ¡Espera, Ago! - Sintió la mano de Raoul atrapar su brazo y disminuyó el ritmo hasta que el rubio se puso a su lado. - ¿Cómo estás?

- Eh... ¿bien? - Agoney miró al catalán arqueando una ceja, sin entender muy bien qué pasaba. - ¿Y tú? ¿Cómo acabaste la noche?

- Bien. - Dijo Raoul, mordiendose la sonrisa que amenazaba con cubrir todo su rostro. - Estuve en su casa.

¿Y si probamos nosotros? | RagoneyWhere stories live. Discover now