Capítulo 8:

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Helenia 



No podía dormir. Charlotte estuvo buscando por cada rincón de su habitación, en su mochila, en el baño, en el armario, incluso en la ventana. Era medianoche y ya tenían que dormirse, pero Charlotte la consumía el pánico. Quería desaparece

 —¿Segura ya revisaste en todos lados?—Preguntó Abigail sentada en su cama después de un largo bostezo.

—De ser así, ya me hubiera ido a dormir, Abigail.—Contestó Charlotte de mala gana, estaba estresada, quería gritar, quería que la tierra se la tragara y que la escupiera en la Isla de Pascua o algo parecido. ¿¡Cómo eso se pudo perder!? , pensaba desesperada.

 —Charlotte.—Dijo Marcela, con cara pesimista.—Mañana tenemos clases, sino llegas, te castigarán, mañana iremos al salón de Historia, ¿entiendes?

  Charlotte asintió la cabeza, parecía triste.

—Bien...vamos a dormir.—contestó yéndose a su cama, preocupada, cerró los ojos y durmió.


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Estaba en el salón de Historia buscando en cada rincón del salón pero su búsqueda resultó en vano, resignada, Charlotte tuvo que ir a clases como de costumbre. En el almuerzo,—Alrededor de las doce del mediodía—Tenía en manos la bandeja con su alimento, cuando decidía en donde poder sentarse ya que no encontraba a sus compañeras ni a Anette, escuchó una voz que no había escuchado desde que iniciaron las clases.

—Nuevo look, ¿Eh, lentes?—Dijo Lucían atrás de la chica.—Te ves horrible.

—Oh, gracias, significa mucho viniendo de ti...—Contestó Charlotte de manera sarcástica, recordando la tragedia de su cuestionario, ojalá no lo hubiese escuchado. Gracias a Dios, Lucían ignoró su sarcasmo.—Necesito ayuda, Lucían...

—A la novata ya la expulsaron...—Bromeó Lucían viendo una mesa libre y se sentó e invitó a Charlotte a sentarse.—Lo siento, nena. Tus delincuencias no son asunto mío.

—¡No me expulsaron, Lucían!—Exclamó Charlotte, enfadada.

—Eso dicen siempre. 

—Bueno, escucha necesito ayuda, quiero...

—¿Quieres conocerlos a todos?—Interrumpió Lucían dándole un mordisco a la manzana que llevaba.—Excelente, empecemos con...

—En realidad yo...

—¡Ah, él!—Dijo Lucían dirigiéndose a Michael.—Él es mi compañero de habitación, Michael Belanger, es de segundo año. Su cualidad, es hacerte la vida imposible y además...es ciego.

—¿Cómo? E-eso es imposible, yo lo vi conduciendo su auto la semana pasada.

—Lo que hace el dinero. Además, él desde pequeño fue entrenando cada sentido y no necesita la vista para ser el mejor estudiante...él es un gran ejemplo para mí, pero recuerdo que es un idiota y ya no lo admiro...ahora, escoge a quien quieras.

 —Bueno...ése chico, el que tiene la diadema...

Lucían dio una risita, que casi ni se notó.

—Es una chica.

—¿Eh? 

—Sí, Paige Grad...o como le decimos, Transi.—Dijo Lucían, la chica si tenía aspecto de un chico. su pelo era un rubio platinado y muy corto y unos ojos grises, de no ser por sus largas pestañas y sus grandes mejillas, Charlotte ya la hubiese hecho pasar un momento incómodo.—Ella era compañera mía el año pasado y bueno, ahora está en la "B".

Academia Marshab {Volumen 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora