Angel De La Guarda [ Reituki ]

- 12 Noche lluviosa -

No era tan tarde, apenas eran las doce de la noche, pero ambos querían irse a dormir, no por cansancio, sino por aburrimiento, querían que ese día se acabara de inmediato.

- Taka - Lo llamó el más alto desde el cuarto donde nuevamente dormirían juntos, ya que no había un tercero

- Que pasa?

- Malas noticias, hay una gotera sobre cama - esta había mojado la parte derecha del colchón

- Mierda, y ahora que hacemos?

- No queda opción - Akira se recostó e hizo unas palmadas sobre el colchón insinuando a que el otro haga lo mismo que él (Recostarse) no tardó en hacerlo - Vas a tener que ponerte bien al borde

- Por? - El mal teñido le respondió con sus actos, se acercó a él, haciendo que sus cuerpos chocasen  mutuamente emitiéndose calor, Akira no iba a dormir mientras le caían gotas de agua en la frente, tuvo que correrse quedando al lado de Takanori. El rubio no tardó en ruborizarse, tendría que estar toda la noche pegado a ese chico que estaba empezando a volverlo loco.

- Vemos algo? - Toma el control remoto

Takanori se tomó un tiempo no tan largo para responder, quería dormirse, de esa manera no podría sentir que estaba al lado suyo - No, tengo sueño - se dio la vuelta, mirando para un costado de la cama

Akira se sentía extrañado, algo había pasado con Takanori, todo el día había estado evitándolo, y tratándolo fríamente al ignorarlo, se había empezado a cansar de sus actitudes, capaz el enano era una pequeña debilidad en él, pero no iba a dejar que lo tratara así, menos en su propia casa.

- Que te pasa? - Dijo el mal teñido con una voz gruesa y nada agradable, estaba enojado, no sabía que le pasaba

Takanori dejo pasar unos segundos silenciosos - A mi? - Pregunta sin darse la vuelta

- Y a quien más?

- No me pasa nada... ¿Por qué?

- Estás extraño

- No estoy extraño, estoy normal - Comenzó a ponerse algo nervioso

- Taka, me estuviste evitando todo el maldito día

- Claro que no

- Claro que si. No prestabas atención a nada de lo que decía, estuviste toda la tarde con ese puto celular, y me respondías de una forma como si no quisieras hablarme... Dime que mierda te pasa conmigo - El más alto subió un poco el tono de voz al decir esas palabras

El otro no sabía que responder, y estaba seguro de que la había cagado - No me pasa nada Akira - Seguía negando

- Es por Fumiko? ¿Por que la trataste tan mal?

- ¿QUE? ¡¿Acaso yo la traté mal?! - Al igual que Akira, Takanori subió el tono de voz

- Le dijiste prostituta Taka, y fue apropósito

- No fue a propósito Akira, ¿Que más podría haber pensado? Dime

- Bueno, pero la miraste mal en todo el día ¿Que fue lo que te hizo?

- No me hizo nada, solo me caía mal

- Y por qué?

- Yo que sé, me caía mal y punto. Y si te estuve evitando en todo el día fue porque no tenía ganas de hablar ¿Ok? Nada personal - Akira se sentía totalmente frustrado, se dio la vuelta del lado contrario al rubio

- Entonces ¿Para qué viniste? - Preguntó más calmado, el otro no dijo ni una palabra, no sabia que responderle - Si vas a estar así, mejor te vas - Aquellas últimas palabras rompieron el corazón del mas bajo, había hecho todo mal ¿Para qué? ¿Para qué mentir tanto? Se sentía arrepentido de todas sus acciones. Akira cerró sus ojos, intentando dormir, lo que le sería difícil ya que su corazón latía a mil por hora, no fue nada fácil decir algo así, menos a Takanori. Estaba atareado. Si había algo que no le gustaba de alguien acostumbraba a reprochar de las malas actitudes o acciones, si la persona era tonta y no se daba cuenta de su error no tenía problema alguno para discutir con esta, y hasta algunas veces pelear, pero era más difícil decírselo a alguien con quien había empezado a sentir un gran cariño, y hasta aveces dudaba si le gustaba, lo que en algunos momentos, como en este, le quedaba bien en claro. Ya al estar un poco más relajado, siente un movimiento en la cama, como si el otro se estuviera acomodando, y también sintió como algo largo se deslizaba por su cintura y en su espalda el cuerpo del menor apegándose a él más de lo que estaban anteriormente. Aquello que sentía tomarlo de la cintura eran los brazos del mas bajo, lo estaba abrazando, Akira estaba inmóvil, no sabía que hacer, se le puso la piel de gallina al sentir el calor del otro

- Akira... - Dijo el otro con un tono suave y dulce como si se tratara de un niño - creo que me gustas

Akira abrió sus ojos lentamente dejándolos abiertos como platos al escuchar esas palabras, lo sorprendió que lo haya dicho en un momento tan incómodo como ese, que se había vuelto aún más incómodo. El más bajo al no escuchar ningún comentario proveniente del mayor, comenzó a temblar levemente del miedo que comenzaba a adquirir, Akira no tardó en notar sus brazos vibrar siguiendo del resto de su cuerpo que estaba apoyado en él. No aguantó más y se dio la vuelta para quedar enfrentados y que sus miradas se fijen en los ojos del otro, Akira un poco nervioso, correspondió el abrazo que el menor le había dado hace bastante tiempo, quedando el mas bajo hundiéndose en su pecho escuchando los fuertes latidos del de la bandita y este lo abrazaba fuertemente como si no se quisieran separar nunca, Takanori no entendía nada ¿Que era lo que quería decir Akira? Acaso ¿Lo estaba rechazando? El miedo lo invadió nuevamente y comenzó a temblar como hace apenas unos segundos

- Ya...Tranquilo - dijo en susurros separándolo un poco de él para poder levantar la cara del rubio con sus manos que ya no estaban abrazándolo. No podía verlo, estaba todo oscuro, pero podía sentirlo, podía sentir la tensión entre ellos dos, una tensión que tenia que romperse de alguna forma, y este sabía de cual, entonces, sin poder ver, solo sentir, sentir su respiración que se confundía con la del otro, sentir el calor de su cuerpo, sentir en sus manos su piel tan suave, sintiendo una pasión con quien nadie había podido sentir de esa manera, se acercó de tal modo que sus narices se rozaron, y así poder dejarle un tierno y cálido beso en sus labios, un beso que no había sido largo, pero había sido lo suficiente para ambos, capaz el mejor beso que había recibido Takanori en toda su vida, un beso en el que se podía percibir el cariño entre las dos personas. No había sido nada con lengua, nada lujurioso, nada extravagante, pero sin embargo había sido lo mejor que sintieron en sus vidas. Al principio, el menor, no sabía que estaba ocurriendo, pero decidió disfrutar, disfrutar de ese corto y precioso momento que ansiaba sin siquiera saberlo él mismo. Al termino de ese bello y corto beso, volvieron a abrazarse, Akira entrelazó sus piernas con una de Takanori ya que en la otra traía la bota ortopédica e impedía que se moviera, aún así terminaron durmiéndose juntos y pegados, ni los rayos, ni los truenos que sonaban de fondo podían arruinar ese momento de alivio, y felicidad de ambos.

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Dije que lo iba a hacer, y lo hice ahre

Gracias por leer💕💕💕💕