- 14 Adiós, nuevamente -

88 11 2
                                    

/ NARRAROR OMNISCIENTE \

A las 10:00 a.m Takanori tenía que estar en la Universidad para dar comienzo a su primera clase. Su despertador sonó a las 7:30 a.m. Ambos se prepararon para emprender el viaje en media hora, y a las ocho en punto la camioneta ya había arrancado y los dos partieron. Como la última vez, Akira paró en una estación de servicio para cargar un poco más de gasolina y comprar algo para desayunar en el vehículo. Tomó una caja mediana de leche con chocolate, y unas galletas simples con chispas.

Luego de vaciar  el paquete de galletas y la caja, el conductor volteó a ver a su copiloto, que se econtraba cabeceando, sus parpados luchaban por no caerse, sus ojos se ponían blancos, y su boca estaba abierta, apunto de salir de esta un hilo de baba.

- Enano... - No respondía - TAKA!

- EH? - Hizo un pequeño salto - ehmm que pasa?

- Te estás durmiendo

- Si, lo siento, es que estoy cansado

- No pasa nada... duerme si quieres, yo estaré bien - El más bajo trataba de quedarse despierto ya que el copiloto tiene que hacerle compañía al conductor para que no se distraiga ni se duerma, pero Akira estaba acostumbrado a viajes largos estando tan apartado de todo - Estás cómodo ahí?

- Si... bueno, me duele un poco el cuello - La cabeza del menor estaba posada en la ventana entonces debía doblar el cuello de una forma que al paso del tiempo se volvía dolorosa.

- Bueno, ve atrás un rato

- Que?! No Akira, debo hacerte compañía

- Estaré bien, creeme

- seguro?

- Claro... ve y te aviso cuando lleguemos - Takanori asintió y acto seguido se paró apoyando solo una pierna y trató de pasar a los asientos traseros por el espacio que hay entre los dos asientos delanteros. Antes de poder estar sentado, siente un golpe en uno de sus glúteos que dejó un ardor por lo fuerte que fue - Lo siento, me tentaste enano - Rió Akira mientras manejaba, y blancos pómulos de Takanori se tornaban rosados.

El rubio se recostó en el largo asiento, y a los cinco minutos ya se encontraba dormido. La carretera estaba solitaria, entonces, sin ningún tipo de peligro, Akira aprovechó para girar la cabeza hacia atrás y observar al menor durmiendo, casi roncando. Era tan adorable, que le daban ganas de estar al lado de él, abrazandolo, como la noche anterior, y no soltarlo nunca jamás. La imagen le hizo recordar aquel momento en el que lo vió por primera vez. Tirado en el suelo, todo golpeado y lleno de lodo. Recordó cuando lo cargó en sus brazos y lo recostó en el mismo lugar donde ahora yacía dormido. Estaba en la misma posición, era como un Déjà Vu. Comenzó a preguntarse a él mismo

"¿Qué hubiese pasado si no lo levantaba?"

"¿Que hubiese pasado si no lo veía?"

Algo simple, pero a él le revolvía el estómago y le ponía la piel de gallina. Si no lo veía en el camino, no lo hubiese conocido, y conocerlo fue una alegría para él. En ese poco tiempo Takanori se había vuelto alguien importante para Akira. Alguien con quien podía hablar, compartir, y a quien en esas pocas semanas supo amar.En momentos hasta agradecía a los mafiosos por haberlo raptado y dejarlo tirado en la carretera. Si no hubiese pasado eso, tampoco se habría topado con él.

- Taka... - Dijo suavemente para despertar al mas bajo

- Mmm... queee? - Preguntó con una voz ronca

- Ya vamos a llegar

- Bueno... - Este abrió sus ojos, y los frotó un par de veces. Se quedó unos minutos recostado, mirando hacia la nada, hasta que se sentó y vió que ya estaban en la ciudad, y cerca del hotel donde se alojaba - Recuerdas donde era?

Angel De La Guarda [ Reituki ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora