I. E I N S

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1. EINS

INSTITUCIÓN P.R.E.Y

ZONA COMÚN

MAREN

Lo quiero. Lo quiero. Lo quiero.

Lo quiero. Lo quiero. Lo quiero.

Lo quiero. Lo quiero. Lo quiero.

Lo qui-

La punta del lápiz se quebró, y Maren tuvo que parar. Ella ojeó el lápiz mientras lo levantaba, curiosa.

—Bájalo —ordenó de inmediato el enfermero.

Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.

—Se ha roto, como él.

El enfermero se lo quito de las manos sin ninguna gentileza y fue por otro a la mesa de la esquina del gran salón mientras ella se quedaba viendo sus palabras: Lo quiero. Querer cosas no estaba mal, el problema con Maren era que cuando ella quería algo, se obsesionaba y lo obtenía por cualquier medio. Y ahí la razón por la que terminó recluida en P.R.E.Y. Un centro de rehabilitación experimental, sus siglas reflejando su misión:

Protegernos

Rehabilitarnos

Escucharnos

Y liberarnos.

Maren bufó y el enfermero volvió. Él le entregó otro lápiz perfectamente afilado, una jugada bastante atrevida, pero Maren nunca se había hecho daño así misma o había intentado herir a alguien mas dentro de la institución así que el enfermero estaba más flexible con ella. Además, él era su sombra. Ella nunca estaba sola, si intentaba algo, él siempre estaría ahí para detenerlo antes de que pasará a mayores.

Maren estaba aburrida, no podía hacer nada con ese enfermero de semblante aburrido observándola a toda hora. Ella sabía que su nombre era Neal, otros enfermeros a veces cometían el error de llamarlo por su nombre delante de Maren. Neal no era de muchas palabras, su cabello ya estaba un poco gris a lo lados de su cabeza y las arrugas ya le cubrían algunas partes del rostro con intensidad. Neal tenía alrededor de 50 años, sin embargo, estaba en forma. Maren lo había visto derribar pacientes inestables de la mitad de su edad.

Como lo había derribado a él.

Él había perdido el control delante de todos y Maren lo había disfrutado como nadie. Ella sonrió, dejó de escribir y se quedo viendo sus palabras.

—Obsesionarte con alguien fue la razón que te trajo aquí —dijo Neal al leer lo que ella había escrito—. No cometas el mismo error.

—No estoy obsesionada.

Frey (Darks #2)Where stories live. Discover now