7 | ANSIEDAD

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07 de Mayo de 1628

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07 de Mayo de 1628

Cloc.

Ha venido un guardia a encender una antorcha.

Cloc.

Los ojos de Gracia se resienten con la luz repentina y se los cubre con la mano.

Cloc.

El guardia la mira con indiferencia, un chequeo de rutina para ver si sigue con vida. Cuando comprueba que respira, se va tan rápido como vino. Es obvio que él odia estar aquí abajo, aunque duda que lo odie más que ella.

Cloc.

Es la primera vez en un largo tiempo que es capaz de mirar su entorno, la piedra mohosa, el óxido de la puerta de cuadros y...

Cloc...

¡¡Maldita gotera!!

Lleva horas y horas sin poder dormir escuchando ese sonido y está a nada de volverse loca de ansiedad.

Cloc.

El rugido que sale de su garganta es más animal que humano. Se da cuenta de ello y no le importa. Cualquiera en la misma situación querría arrancarse las orejas.

Cloc.

Detecta el origen de la gotera en la esquina de su celda. Muy, muy arriba. ¿Cómo pararla?

Cloc.

Se da cuenta de que lo único que puede hacer es romper su camiseta, hacer un par de pelotitas con ella e improvisar unos tapones para los oídos.

Cloc.

Con los dedos helados tira del borde de su camiseta, pero no se rasga. Usa los dientes, desgarra la tela, se muerde el labio en el intento, pero sigue intentando.

Cloc.

No va a volverse loca, Isaac la necesita sana. Pero por Dios que es tan difícil.

Cloc.

Está tan nerviosa, necesita dejar de escuchar ese sonido. No recuerda cuándo fue la última vez que se sintió así, tal vez nunca antes. Los nervios destrozándola a través de sus pensamientos, la mayoría, demasiado obsesivos.

Cloc.

Raj.

Al fin rasga la camiseta e intenta colocar las tiras en los oídos. Se sale. Con ayuda de las manos, da vueltas a la tela en torno a sus orejas. Al fin se queda en su sitio.

Cloc.

No. No aisla el sonido.

Aún con la tela en los oídos, se tapa las orejas con la poca fuerza que le queda.

CLOC.

¿Cómo es posible que ahora suene más alto?

CLOC.

El grito que sale de su garganta es desesperación pura. Esta prisión acabará con ella, empieza a estar segura de ello.

CLOC...

***

No supo en qué momento se quedó dormida. Se siente débil y le duele continuamente el estómago. Una sola vez al día le llevan comida, apenas un guiso o una sopa, un pan y un vaso de vino, pero su cuerpo pide más. Se dice que es afortunada, que a los prisioneros que suelen tener ahí abajo los dejan a veces sin comer por varios días y aun así, su cuerpo pide más.

Allí tirada en el suelo de roca se hace toda clase de preguntas.

¿Por qué se toman tantas molestias con ella?

¿Por qué no le dicen qué planes tienen para ella?

¿Acaso piensan matarla lentamente?

Oh, oh.

Su garganta arde como el fuego.

La cabeza le duele más que los días anteriores y siente una extraña mezcla de frío y calor.

Sabe que está enfermando, quizás ya haya pescado alguna infección. ¿Resfriado o bronquitis? Imposible saberlo, pero tiene que ponerse bien. No puede salvar a su hijo si está enferma, tiene que ponerse bien...

No hagas promesas que no puedes cumplir.

Por Dios, ¿a quién quiere engañar? No es ninguna salvadora. Ella misma necesita un rescate.

Perdóname, Isaac, perdóname, mi pequeño. No soy capaz ni de salvarme a mí misma.

No hagas promesas que no puedes cumplir.

Las palabras de Connor resuenan en su cabeza una y otra vez.

Aquí abajo es más inútil que una cucaracha.

***

No se da cuenta cuando abren la puerta de la celda. La misma doncella de siempre entra a dejar la comida del día. A la luz de las antorchas, la observa. Es menuda, tez clara, lleva el típico gorrillo y burdo uniforme que usan las sirvientas. Sus ojos se encuentran con los de ella.

Gracia se esfuerza en tocarle la mano para agradecerle. Le parece que la doncella da un respingo al contacto.

La ve mover los labios, pero no la escucha.

¿Desde cuándo se ha silenciado el mundo?

Sabe que no está pensando con claridad.

Percibe la mano helada de la doncella sobre su frente y se sacude involuntariamente.

La mujer le dice algo al guardia, discute con él, parece molesta.

Siente dolor. No. En realidad, se ha transformado en dolor.

No hay un solo centímetro de piel que no le queme ni un sólo órgano que no clame por ayuda.

¿Así se siente al morir?

Isaac, Zaid, los amo.

Gracia cierra los ojos, necesita dormir, sólo dormir.

Retrospiral 2 ( #PGP2021 )Where stories live. Discover now