Cap 6. 🌜

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Mateo

—¡Mateo!.— el grito de mi viejo se oyó por toda la casa

Bufé arto, y baje aquellas escaleras grandes y largas, hasta que llegue al gran living de mi casa.

—¿Que pasa?.— dije de mala gana

—Ya estás listo?.— pregunto Pedro con una sonrisa mientras se arreglaba su impecable corbata

—¿Para?.— lo mire con una ceja alzada

El rodó los ojos y suspiro —Mateo te dije que hoy iríamos a la fiesta de los papás de Zamanta.— me miró obvio

O si claro me olvidé *nótese el sarcasmo

—Ademas ahí van a estar todos tus amigos.— me dió un leve codazo amistoso

—No, son mis amigos.— ataque rápidamente

—Si, lo son, si yo veo que se llevan muy bien.—

—No…son los hijos de tus nuevos amigos, pero eso no quiere decir que sean mis amigos.— sentencie sinserandome

—Como sea Mateo, en media hora nos vamos, tú mamá, y Pia ya están, solo faltan vos y Emi.— explico y yo me encogi de hombros —Haci que vete a arreglar.— ordenó

Frunci mi ceño en forma de molestia, para luego ir a mi pieza, subiendo las escaleras a pasos bruscos

Odiaba ir a esas fiestas de chetos, y más odiaba ir a las fiestas de los papás de mi "novia", Zamanta era las más grande cheta de toda la argentina, claramente ella esta muy buena, y tiene alto cuerpo, además de ser rubia.

Pero todo lo hacía por mi viejo, quien era un socio de los padres de Zamanta,  y digamos que nuestro noviazgo era solo por nuestros padres.

Al principio cuando mi papá se volvió millonario, me "enamore" de ella, y lo pensé entre comillas, por qué ahora que lo pienso, solo era atracción física, ya que con sus acciones, me hicieron darme cuenta de que ella no era para mí.

Por eso odio socializar con los chetos

Son tan falsos, que me dan asco, si por mi fuera seguiría en el barrio, y no digo que no agradezco que tenga dinero, ni que mi papá, haya tenido éxito, de hecho le agradezco mucho que nos haya sacado adelante, si no que me gustaría seguir tenido en cuenta nuestros inicios, y nuestro barrio.

Yo ahí nací y crecí hasta mis seis años, dónde mi progenitor tubo exito con sus inversiones, y nos mudamos.

De ahí todo cambio, nos volvimos una familia modelo de chetos, y nos hicimos amigos de más chetos, por no decir que mi papá se hizo amigo de ellos.

De vez en cuando voy a pasear por el barrio, mi boquita.

Nadie me reconoce por qué me fui desde muy chiquito, aunque no perdí contacto con algunos, y hace poco volvía a hablar con mis mejores amigos de la infancia, Camilo y Valentín.

Si no fuera por ellos, ya me hubiera dado un tiro, por seguir escuchando una vez más las cosas de moda que dice mi supuesta novia.

Y hablando de mis amigos, decidí llamarlos en lo que me preparaba para aquella insoportable fiesta.

Un tono…

Dos tonos…

Tres tonos…

Y por fin me contestaron

—¿Que onda manga de giles?.— saludé una vez que contestaron

Cómo siempre Camilo y Valentín estaban juntos, seguramente jugando a la play.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Where stories live. Discover now