Cap 21. 🌜

782 36 39
                                    

Ana

Tome un poco de el líquido de aquel vaso, sintiendo como le frío pasaba por mi garganta.

Ninguna de las dos decía una palabra, estábamos en silencio sentadas en el sofá.

Seguramente ella estaba procesando toda esta situación, y no la culpo, yo estaría igual.

Pues poniendo en contexto, después de llorar como magdalenas en el piso de mi casa, mi madre y yo nos dispusimos a hablar con gente civilizada.

Pero hasta ahora, nadie ha dicho nada.

—¿Y que piensas hacer?.— por fin hablo

Me quedé unos minutos viéndola fijamente, pero después suspire y hablé -No lo sé mamá, estoy muy confundida e indecisa.-

—Ana lo que decidas yo te voy a apoyar.— me sonrió levemente

—Gracias ma', pero aún no se que hacer.— baje mi cabeza —Aunque he estado pensando en abortar.— solté de una

Al principio pensé que se había enojado, pero cuando la ví, estaba mirándome de lado, pensando.

—¿Y estás segura?.— pregunto —No quiero que te hagas mal, o no estés bien.— me miro serio —Vos no sabes cuántos casos he escuchado que las pibas se mueren desangradas por qué lo hicieron bien el trabajo.— comento

—Si, bueno casi segura, y estaré bien mami, solo confía en mí, yo me encargaría en eso.— jugué con mis pulseras —Solo.... No tengo plata para el aborto.—

—Eso es lo de menos Nana, yo puedo trabajar dos turnos más, para que podamos juntarla.— hablo un poco preocupada

Enseguida negué —No vieja, vos no vas a trabajar más turnos, por algo que no es tu culpa.— la mire serio

—Uyyy Nana, eso ya no importa, sabemos la dos que esos hijos de puta chetos, no van a pagar ni un centavo.— frunció se ceño

—Pues deberían!.— solté enojandome

—Nana, te voy a hablar con la posta, no tenemos plata para criar a un nene, no tenemos plata para hacerte un aborto, y no tenemos plata para un abogado en la demanda.— explico de manera calmada

—Vamos a encontrar la manera ma', puedo pedir otro trabajo en cualquier lado y listo, puedo trabajar más, para más plata.— idee un plan —Pero de lo que es seguro es que esos chetos de Palermo, no sé van a salir con la suya.—

—Ana, enserio no quiero que te lastimes trabajando y te desgastes por boludeces.— se acercó a mí tomando mi mano

—!Ma' no son boludeces!, ¡Esa doctora de mierda me cago la vida y ahora mismo está como si nada!.— alcé la voz negado

—Lose y lo entiendo totalmente Nana, yo estoy igual de molesta que vos, pero eso de la demanda déjamelo a mí, voy a conseguir un dinero extra y podremos hacer justicia.— suspiro tallando su cien.

—Pero yo quiero ayudar ma'.— me queje

—Por favor Ana, no reproches más, vamos a salir adelante, nosotros solas como siempre lo hemos hecho, pero ahora nesecito que te cuides y pienses bien las cosas.— me miró

—No te ves molesta.— reproche

—Lo estoy Ana, pero tampoco voy a hacer un escándalo, apenas y si estoy logrando entender.— miró para otro lado

Y justo cuando le iba a responder, unos golpes en la puerta nos interrumpieron

Enseguida frunci el ceño, en total confucion.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Where stories live. Discover now