Cap 7. 🌜

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Mateo

Entramos por aquella puerta grande de cristal, de aquel salón.

En seguida las música clásica se oyó por todos lados, y el olor a vino tinto, e a otras sustancias caras llegó a mis fosas nasales.

Rodé los ojos al oir y oler todo lo anterior, esto no era una joda, de las buenas.

Deseaba estar en las jodas del barrio, con Camilo y Valentín, la última vez que fui a una, me cogí a dos minas re buenas y le fiche el orto a una.

Pero a la última el día siguiente me la encontré y me porte muy hijo de puta, ese día estaba enojado, por qué me sentia impotente al no saber dónde estaba.

El barrio cambio mucho

Pero creo que me fui de tema, volviendo a la joda pedorra en la que estaba, mi familia y yo nos dirigimos a en dónde los anfitriones estaban, obviamente saludando a uno que otro colega de mi padre que se nos cruzaba.

Hasta que por fin llegamos a en dónde de encontraba los señores Bulgheroni.

Y ahí estaban, parados con su sonrisa explendida, sus vestimentas impecables, y su hija la "prodigiosa", osea mi novia

—Alberto!.— mi viejo llamo la atención de aquel hombre rico

El cual al ver a mi padre, hizo una mueca que pude decifrar como asco, enseguida mi rostro paso a uno tenso y con cara de orto.

Vení gil que te rompo la cabeza. ¡¡Nadie la falta el respeto a mi viejo!!

—Pedro!.— lo saludo con su sonrisa más falsa que la inteligencia de su hija

—¿Cómo estás?.— mi progenitor pregunto amable

Aquel señor despreciable, le sonrió y se pusieron a platicar de negocio, mientras que mi vieja se fue con la señora Bulgheroni a aquel cóctel de bebidas alcohólicas.

Pia desapareció, seguramente buscando a un hombre con el cual acostarse.

Mientras que Emi, se fue a sentar a unos sillas de por ahí, aún con su celular en mano, texteando a velocidad impresionante.

Yo me iría a la terraza, para despejarme, pero una voz chillona me detuvo.

—Amor!.— Zamanta me llamo corriendo para enredarse con sus brazos en mi cuello

—Zamanta.— la saludé fingiendo amabilidad

—¿Cómo estás?.— pregunto

—Eh, bien supon…— antes de que terminara esa frase me interrumpío

—!Que bien!.— asintio frenéticamente, fingiendo interés —Yo la pasé de maravilla, este fin de semana, fui al club y me compré unas pocas prendas de Louis Vuitton, además compré unas zapatillas nuevas de Gucci, que están para morirse…— comenzó a platicarle todo la rutina de todas las semanas

Que literalmente ya me la sabía, lunes clases de piano, martes fotografías para revistas, miércoles esgrima, jueves violín, viernes de shopping, sábado fiesta con sus padres, como en la que estábamos ahora y domingo comida familiar.

Todo una mierda.

Yo solo suspire pesadamente, para apoyarme en una columna de aquel salón, tire mi cabeza para atrás en señal de cansancio, que obviamente ella ni noto por estar hablando como pájaro loco

Pero gracias al señor, mi "amigo", que enrealidad era el hijo de otro inversionista de mi padre, llegó a nuestro lado, Marcos.

Ese terrible hijo de puta le tenía unas ganas a Zamanta, y realmente no me importaba, me chupaba un huevo lo que hiciera, y de hecho Marco es el hijo más rebelde de aquel inversionista.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Where stories live. Discover now