Cap 58. 🌜

333 23 0
                                    

Ana

La sonrisa en mi rostro no se iba por nada del mundo.

Ni si quiera por el hecho de que July llevaba media hora, retandome cómo si mi mamá fuese.

Ni tampoco por el hecho de que hizo un escándalo, llamado a Manuel.

—¡Es que no puede ser boluda!— respondió alterada —¡Ustedes deben odiarse! ¡No besarse!.— explico moviendo sus manos de un lado para el otro —¡Vos lo demandaste!... ¡Se supone que ni si quiera deben estar cerca el uno del otro!.— finalizó frustrada

—July tranquila...— sugiere Manu, pasando sus manos por su cara, más estresado por los gritos de mi amiga que por la situación

—¡Cómo querés que me tranquilice!... ¡Si la pelotuda no quita esa sonrisa, y no ve las consecuencias de esto!— me miró aterrorizadas

—Y ¿Que querés que haga.?— pregunté sin quitar la sonrisa —¿Que me altere?... ¿Que llore.? ¿Que niegue lo que siento?... Vos sabés muy bien como soy.— me encogi de hombros 

Siempre me considere el tipo de persona que es decidida, claramente había veces dónde la confusión se hacía presente en mi, pero siempre que tenía la oportunidad de intentar algo nuevo o que me causará inquietud, lo hacía.

El hecho de los besos con Mateo, me abrió un tanto el panorama a lo que estaba causando el morocho en mi.

El de cabellera rulosa, venía causando en mi interior, algo que no pensaba sentir dentro de mucho tiempo después de lo que pasó con Mauro.

Cómo había dicho antes, en el caso de Mauro, no lo sufri tanto por qué no tenía tiempo pero ahora que lo pienso y analizó, puedo decir que nuestro amor se había perdido antes de que lo encontrará con Nadia.

Pero creo que torpemente me quedé a su lado, por costumbre y el apego emocional, que desarrolle en los primeros meses y el primer año de noviazgo que tuvimos. Ya que con el pase tantos momentos y tantas situaciones que me acercaron más el.

Y cuando la relación cambio, nuestra chispa se fue apagando.

Igual no lo culpo, el tenía necesidades y yo no me sentía segura de dárselas, aunque eso no quiere decir que lo que hizo estubo bien, ni que lo perdono, solo quiero decir que por fin entiendo que ya no había nada por qué luchar.

Con Mateo puedo decir que es un poco diferente, obviamente por las circunstancias, y lo que pasa a nuestro alrededor.

Pero siempre que hablaba con el, por mensaje o en persona, sentía una conexión como si de años atrás viniera, y me sentía en la comodidad de compartir un poco de mi, con el.

Igual como lo decía al principio, realmente siempre tome decisiones avance a lo que sentía en mi que era lo correcto, pero en este momento todo lo que pasó con Mateo, me parecía algo confuso de descifrar.

Si bien no niego que el padre de mi hijo, en los últimos meses tuvimos un acercamiento, que provocó muchas cosas.

Una de ellas fue el hecho de que, estando con el todo parecía desaparecer es decir, si tenía un momento en el que podía compartir con el ya sea por mensaje o en persona, era como si mi mente se despejará y mi corazón decidía relajarse. Una paz profunda me llenaba tanto, que ni si quiera notaba las horas que pasaban a nuestro alrededor.

Además de tener leves cosquilleos, sentimientos de vacío en mi abdomen y aveces sudoración en las manos, cuando lo tenía cerca.

Siempre lo asocie con el embarazo y las hormonas, pero jamás me puse a pensar que solo pasaba cuando estaba con el ruloso.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora