Fate: La saga de invocaciones de Shirou Emiya

Capitulo 3: Mysterious Heroine X

Alégrate, jovencito. Su deseo finalmente se hará realidad.

Esas palabras resonaron en los oídos de Shirou mientras salía de la iglesia, la mirada espeluznante del sacerdote lo siguió todo el camino. Tohsaka caminó junto a él, su andar algo frustrado. Estaba claramente descontenta con el hecho de que él decidiera seguir siendo un Maestro en esta... guerra. Shirou ahora participaba en una guerra. Sin embargo, no estaba dispuesto a conquistar o lastimar a nadie. Él estaba en esta guerra para salvar a otros. Eso es lo que sus ideales le dijeron que era correcto, sin importar cómo ese sacerdote intentara desafiarlo. Kirei Kotomine lo inquietó, hizo que su piel se deslizara fuera de sus huesos y se doblara en una pila ordenada.

Tohsaka abrió la puerta de la iglesia y salió.

"Master, ¿ha decidido?" Su Servant se dirigió a él con una mirada llena de intención. Todo su atuendo, desde la gorra de béisbol que tenía un ahoge sobresaliendo hasta los muslos, estaba cubierto de azul oscuro. Los únicos artículos que no eran azules eran reflejos dorados en cada prenda azul, una camiseta blanca con un texto que no pudo distinguir y su piel pálida resaltada en la región entre los muslos y los bombachos oscuros.

"Sí." Él asintió hacia ella, resuelto en su postura y su plan. "Lucharé junto a ti, Saber".

"¡Maravilloso!" Su exuberancia era inapropiada para esta hora de la noche y, sin embargo, no pudo evitar sonreír junto con ella. "Juntos, tomaremos el Santo Grial y eliminaremos a todas las demás sabers de este universo".
Ella le tendió la mano, y él la estrechó y le dio un firme apretón de manos. Shirou había tenido un pequeño problema para seguir sus motivaciones cuando las reveló, ¿algo sobre destruir a todas estas personas que tenían la misma cara que ella y aparentemente también eran Sabers, excepto que algunas no lo eran? Fue extremadamente confuso para un joven que ya estaba abrumado por la información que tenía que consumir esta noche. Todavía estaba trabajando en eso de la Guerra del Santo Grial.

"Uf, vamos". Tohsaka casi gruñe, completamente insatisfecha con la forma en que terminaron las cosas. "Vámonos. Te acompañaré a casa, y luego saldaremos cualquier deuda entre nosotros, y seremos enemigos por el resto de esta guerra".

Probablemente quería que se rindiera para que no tuvieran que pelear. Tohsaka, a pesar de sus defectos (que se hacían más numerosos por horas), era una buena persona. Él sabía, a pesar de sus palabras, que ella no dañaría intencionalmente a una persona inocente. Tal vez podrían aliarse o al menos ser neutrales entre sí a través de esto.

Caminaron en silencio por la colina desde la iglesia, él y Tohsaka uno al lado del otro, Saber los seguía muy de cerca, con los ojos mirando alrededor en busca de enemigos. O tal vez en busca de los escurridizos 'otros sables'. Le habría hecho reír si ella no fuera tan seria al respecto.

"Emiya-kun," Tohsaka rompió el silencio. "Me gustaría que me explicaras algo".

"Err... ¿qué puedo hacer por ti?" Esto fue raro. Tohsaka era extremadamente inteligente, mucho más inteligente que él y un mago superior por mucho. No estaba seguro de si había algo que él supiera que ella no supiera.

"A la gente alrededor de Homurahara le gusta llamarte un conserje escolar falso porque haces mucho para ayudar a mantener la escuela". Dijo ella despreocupadamente, sin mirarlo.

"Sí. Nunca me molestó mucho". Ella hizo una mueca.

"¿Cómo haces todo eso, y el club de tiro con arco, y todavía estás entre los diez primeros en nuestro año?" Bien, ahora su voz se estaba poniendo un poco tensa. Esto parecía delicado. Anda con cuidado, Shirou.