Fate: La saga de invocaciones de Shirou Emiya

Capítulo 23: Iskandar parte 2

"Ella quiere matarme". Shirou estaba diciendo. "Pero aparentemente ella también es mi hermana". El niño arrastró algunas de sus míseras porciones de arroz a su boca.

"Suena bien." Gritó, ahogando los gemidos del chico. "Algunas de mis hermanas también tuvieron que ser asesinadas".

"¡¿Qué?!" Shirou reaccionó, escupiendo arroz sobre la mesa. "¿Por qué?"
"Mi padre, muchacho. Creó una visión que solo tenía lugar para un heredero. ¡Un solo heredero para heredar toda la tierra! Tenía que aumentar las posibilidades de tener un hijo por cualquier medio necesario. Así que quizás tuvo veinte esposas diferentes y concubinas con las que engendró hijos. Sus libros no tienen ninguno de los poemas épicos que se escribieron sobre esa casa y los relacionados que sobrevivieron. Pero era bien sabido que nuestro ejército se estaba entrenando para luchar contra el imperio más grande que el mundo haya tenido jamás. conocido. ¡Lo cual hicimos! Golpeó su cuenco de arroz, ahora vacío, sobre la mesa. "Pero la única hermana que toleré fue Cleopatra. Tenía un lindo sobrino en otra dinastía que algún día se convertiría en un buen hombre. No pude volver a verlo, ¿sabes?".

"¿Cuántas hermanas tuviste?"

"No lo sé. Solo me preocupé por los que mi padre reconoció".

"¿Por qué te preocupaste por ellos? ¿Los hermanos no son normalmente amistosos entre ellos?"

"Mi hermana de sangre, Cleopatra, era la única en quien podía confiar. Todos los demás querían mi puesto como heredero, y Cleopatra se casó antes de que yo fuera una amenaza. Así que tuve la ayuda de mi madre para tratar con ellos. El veneno era Lo mejor que encontré. La mayoría de las personas en mi familia murieron por episodios aleatorios de enfermedad. ¡Incluido yo mismo! Iskandar se echó a reír a carcajadas. "¡Y qué si tu hermana quiere matarte!"

"Quiero salvarla". Shirou dijo con seriedad. "Todos en esta guerra tienen alguien por quien vivir. Incluso Souichirou-sensei tiene algo por lo que vivir. Tengo una razón para vivir. Sé que detrás de esa persona, detrás de mi hermana, hay una razón por la que ella también debe vivir". El joven levantó la vista de la mesa en la que ambos estaban sentados. "¿Puedes ayudarme a salvarla, Rider?"

"¿Oh?" Iskandar abrió un ojo con interés. "¿De qué la estamos salvando exactamente?"

"Bien." Shirou dijo con cuidado. "Sé que es una magus poderosa. Pero todos ellos, incluido Tohsaka, no tienen idea de qué esperar. Saber es demasiado poderoso para que Archer lo combata. Y Berserker, Tohsaka es el único que lo ha visto hasta ahora. Ella dijo que Saber lo hizo retroceder".

"¡Oh! ¿Y vamos a confiar en sus palabras?"

"¡Confío en Rin! Ha sido una buena amiga hasta ahora".

"Confianza no es la palabra que usaría". Iskandar se rió. "Después de que la salvaste, ella parece prestarte mucha atención. ¡Le gustas, chico!"

"¿Rin? ¡De ninguna manera!" Shirou reaccionó, con los ojos muy abiertos.

"Shirou". dijo Iskandar, atrayendo la atención del niño hacia la mesa. Y el arroz que Iskandar inhaló mientras no miraba. "Llegará un momento en el que tendrás que aprender dónde trazar la línea. Para decidir qué se puede y qué no se puede salvar. Ningún héroe, por grande que sea, puede salvar a todos. Perseo no pudo salvar a todas las almas que viajan río abajo. Lethe. Tuvo que elegir solo un alma para salvar. Un alma para sacar del reino de Hades. No tuvo éxito, incluso habiendo hecho solo un alma. ¿Sabes por qué?"

"No." Shirou dijo, alerta. "El único héroe griego del que he oído hablar es Hércules".

" Heracles ", corrigió Iskandar. "Los romanos lo llamaban Hércules. Heracles era la imagen que todos los héroes se esforzaban por identificar y duplicar. Viajes a través de tierras extranjeras, saqueando las tierras de nuestros enemigos, tomando de sus mujeres y tesoros;" Iskandar mantuvo los puños cerrados. "Y reclamar la dignidad de los Dioses bendiciendo nuestras acciones como resultado. Algunas de mis acciones fueron egoístas en la vida. Pero cuando rendí culto en Halicarnaso, los libros de historia permanecen en silencio. No mencionan mi ferviente oración a los Dioses, para ser notado y respetado. Ni un mes después corté el nudo gordiano".