¿Otra vez la botella?
Otra vez es por ella.XHELAZZ
Maldito Ryan, maldito y...., ¡MALDITO Y PUNTO!
Pasé frustradamente las manos por mi cara.
—Noor — Clara gritó mi nombre.
—No estoy de humor — la cayé con una gesto de mi palma.
Me senté en una mesa que se encontraba vacía y ella tomó asiento a mi lado.
—Noor...
—¿Qué, Clara? — le espeté con fuerza.
—Oye, tampoco para que me hables así.
—Tienes razón, lo lamento.
—Está bien — agarró mis manos — ¿Qué ha pasado?
—Nada — miré a lo lejos.
—¿Estas segura?
—No es lo que parece — le hice saber.
—¿Ah?
—Lo de Ryan.
—Noor...
—Es que yo me estaba escondiendo de mi padre, estaba harta de aguantar las charlas con los duques y me fui, entonces Ryan vino a joderme y luego me engañó diciendo que papá estaba ahí pero en realidad no y tuve que acercarlo para que nadie nos viera...
—Noor... — se rió.
2Déjame terminar. Después me enojé y lo insulté, quise irme pero me detuvo, me enfadé aún más pero comenzó a pedirme perdón, lo cual fue algo raro pero un tanto dulce y yo...
—¡Noor! — me sacudió — No tienes porque darme explicaciones de nada.
—Pero es que...
—Lo que pase entre el y tu es asunto vuestro, cuando quieras decirme algo, estaré aquí — sonrió.
—Okey — suspiré.
—Aunque aún no puedo deducir algo — pensó un poco.
—¿El qué?
—Como puedes estar tranquila con lo cerca que estabais, es que es guapisimo.
Me reí abiertamente.
—Son secretos.
—Sabes, no creo que sea tan malo — sonrió mirándolo a lo lejos.
—Pues conmigo es un verdadero idiota — yo también lo observé, parecía discutir con alguien.
—Yo creo que solo quiere tu atención.
La miré con el seño fruncido.
—Clara no, ya hablamos de esto — me crucé de brazos.
—Bueno, bueno — alzó los brazos en señal de rendición — Vamos a despejarnos, bailemos.
Tomé la mano que me estiró y ambas fuimos a la pista de baile. Bailar con ese vestido no fue muy fácil o cómodo pero si bastante divertido. Clara podía ser un tanto intensa pero jamás me aburriría a su lado, siempre encontraba la manera de sacarme una sonrisa o hacerme reír.
Me había cansado y mucho, por lo que fui hasta la barra donde mi padre hablaba animadamente con una persona.
—Tequila sin sal porfavor — pedí.
—¿Tequila sin sal? — papá me levantó una ceja.
—Es refrescante — bebí el contenido del vasito.
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Seis meses más.
Roman d'amour¿Alguna vez te has sentido insuficiente?, ¿incapaz de lograr algo?, ¿has llorado por incontables minutos hasta al punto de querer desaparecer?, yo si. Luego de tantos años, era tiempo de una nueva reina para Evalor, una que no quería serlo, pero que...