Enséñame lo que haces [Pablo Gavi]

IV

Luna Govedo

Estábamos jugando con Oni cuando recordé las galletas que estaban en el horno, me levante y fui a revisarlas. Al ver que ya estaban listas las saqué de ahí con guante en manos.

- Pablo - grite para que este se acercara a la cocina -

- Dime - entro a la cocina con Oni en brazos -

- Las galletas están listas - avise y este sonrió emocionado -

Saqué las galletas de la bandeja y las puse en una fuente para poder comerlas. Estuvimos comiendo galletas con tazas de tés mientras charlábamos de cualquier cosa.

Pablo tuvo que irse y como quedaron muchas galletas dije que si quería llevárselas para que las comiera en el camino y este acepto.

Al la mañana siguiente tenía que ir al lugar de entrenamiento del Barça para continuar con la organización de la nueva cena que tendrán. Hacia un clima bastante fuerte en Barcelona así que salí abrigada.

Llegue estacioné mi auto y me dirigí al lugar de las oficinas. Cuando entre a los pasillos me di cuenta que al parecer era un poco temprano, ninguna asistente estaba ahí.

Pablo Gavi

- Te digo que si hice yo las galletas - le digo a Pedri ya un poco cabreado -

- No te creo nada, Gavi - responde burlándose -

Ni él ni Ferran quieren creer que yo fui quien preparo las galletas. Dicen que en sus vidas me han imaginado a mí en una cocina.

- Recibí ayuda para prepararlas - les dije - Pero yo también hice mi parte.

- Bueno, amaneciste alucinando Gavira - añadió Ferran aguantando la risa -

- Ya se como van a creerme - Dije después de ver a Luna caminando por los pasillos. No sabia que estaba haciendo aquí pero me ponía feliz verla -

Le dije a los chicos que me acompañaran y nos acercamos a ella como en manada. Aunque solo fuésemos tres.

- Luna, buenos días - saludó Pedri y ella le respondió con una sonrisa -

- Lunita - mencioné y ella me volteo a ver mientras se reía -

- Luna, Gavi está loco - dijo Ferran burlándose -

- Desde siempre - añadió ella riéndose y yo la mire "mal" - ¿Que hizo ahora? - preguntó-

- Esta diciendo que él preparó estas galletas - dice Pedri -

- Y la verdad no se porque nos trajo contigo - salto Ferran -

Luna al ir escuchando lo que ellos decían solo reía y me miraba. Se veía muy linda el día de hoy, siempre se ve linda. Verla sonriendo era de las mejores cosas del mundo. Se veía tan hermosa con el peinado que llevaba hoy.

- Pero chicos - dijo ella tratando de dejar de reír -

- Ya basta - dije cabreado por la actitud de todos -

- No te enojes, Pablito - mencionó ella mientras daba palmadas en mi espalda -

- Pablo si hizo las galletas, chicos - dijo ella y los dos quedaron sin creerlo -

- Entonces ahora tienes dotes de cocineros, Gavira - dijo Pedri molestándome -

Después de estar en ese dilema un buen rato ellos dos se fueron y Luna y yo quedamos solos.

Luna Govedo

Después de reírme un rato por las cosas que decían Pedri y Ferran ellos se han ido y Pablo y yo quedamos solos.

- ¿Entonces viniste a verme si que te lo pidiera? - preguntó son una risita -

- No estoy aquí por ti, Pablito - respondí de la misma manera -

- ¿Ah no?

- Vine porque tengo que coordinar algunas cosas sobre la cena que tendrán. Pero al parecer llegue temprano

- Entiendo, entiendo - dijo - Pero igual estás aquí viéndome ahora - añadió y eso altero mis nervios -

- Te queda muy bien el chándal de entrenamiento - le dije -

En verdad se veía guapo como siempre.

- Tú también te ves muy guapa, Luna - dijo y yo sonreí - ¿Tienes algo que hacer esta noche? - preguntó -

- No, ¿por qué?

- Te invito a cenar

No sabia que decirle, en realidad quería aceptar pero no sabía si debía hacerlo. Al final le dije que si.

- Entonces pasó por ti a las 8:45

- Genial - dije al sonriendo -

Se hacía hora y Pablo tenía que ir a entrenar. Me despidió y cuando iba de camino volteo y me lanzó un beso lo que provocó una sonrisa en mi.

Fui a las oficinas y termine de organizar lo que faltaba. Estaba todo en orden y esperaba que todo saliera bien en esa cena.

Cuando termine quise sentarme a ver el entrenamiento. O a Pablo. Bueno, al final me senté y empecé a observar.

Pablo era realmente bueno al igual que todos sus compañeros. Tenían todos  un gran talento.
Pablo noto que yo estaba ahí, viéndolo, me tiraba par de mirabas acompañadas con sonrisas y yo solo se las devolvía con cierto nerviosismo.