XV

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Luna Govedo

— Ya Pablo, deja de moverte por favor - lo reprendí al ver su hiperactividad mientras le terminaba de enganchar las gomas al cabello -

— Es que me duele Luna - dijo y me miro con un puchero -

— Tú mismo me dijiste que te los hiciera - reí un poco -

Pablo estaba en mi casa, quedamos en pasar una noche viendo películas y quizás cocinando. Ahora eran las 8:30pm y él no tenía ni media hora de haber llegado.

— Listo - lo mire - Ve a verte en el espejo -

Yo llevaba unas trenzitas y cuando Pablo las vio quiso que se las hiciera a él también. Pero su cabello no era lo suficiente largo.

— Venga, que te ha quedado genial - me dijo mientras veía su peinado en el espejo -

— Que guapo te ves.

— ¿Solo ahora me veo guapo?

— Sí, solo ahora - le respondí picándole -

— Bueno, que lastima, yo no opino lo mismo de ti - dijo y se acercó - Yo pienso que siempre te ves
guapa -

Recién había empezado la noche y yo ya era un mar de nervios por las cosas que decía este chico.

— Cállate hombre - respondí y le di un golpecito en el hombro - Tengo hambre.

— Hay que preparar algo de comida - me respondió emocionado - ¿O quieres pedir comida?

— Mejor preparemos comida - le dije con una sonrisa -

[...]

— Pablo no hagas eso, vas a quemarte - le dije mientras lo veía jugando con el encendedor -

— Luna.

— Dime - le respondí sin quitar la mirada de la
masa -

— ¿Quieres que me quede quieto?

— Me harías un gran favor - le respondí bromeando -

— Entonces dame un beso, si me das un beso me quedo quieto - me dijo cómo un nene chiquito chantajeando a su madre -

— No voy a darte un beso, Pablo.

Mentira, si iba a darle un beso. Quería besarlo todo el rato pero tenía que picarlo primero.

— Entonces me toca robarlo - dijo con esa sonrisita que él sabía que me volvía loca y yo se la devolví -

Me giré para ver la temperatura del horno pero las manos de Pablo en mi espalda me detuvieron.

— ¿En verdad tengo que robar el beso?

— No bueno, no te das por vencido - le dije y sonreí -

Seguía pensando en graduar la temperatura del horno pero cuando sentí que Pablo me susurró algo en el oído yo casi caigo al piso, "No creo que sea necesario que te robe el beso, Lu".

[...]

— Pablo, no hay aceitunas - dije mirándolo luego de que nos hayamos besado pero ese ya es otro cuento -

— Venga, vayamos a la tienda que está aquí a comprar unas cuantas.

Cogí un suéter y me lo puse, felizmente había una tienda cerca de ahí así que salimos de casa e íbamos de camino a la tienda por las aceitunas.

— Me llegas a dejar sola pasando por debajo de ese árbol y no voy a hablarte por un mes - le advertí sabiendo lo que él estaba pensando -

Le tenía miedo a pasar por debajo de ese árbol. Estaba todo oscuro y una rama caía casi estorbando el pase, parecía una película de terror.

— No me des ideas - sonrió burlándose -

— Estoy diciéndolo en serio, Pablito.

Pablo no me dejo sola para pasar debajo del árbol, pero si le pego una mini carrera y yo le tire una mirada mala. Entramos a la tienda y cogimos las aceitunas y unos snaks.

Luego de esperar que unas 2 personas pagaran llegó nuestro turno. Hasta ahora nadie reconocía a Pablo y ni cómo hacerlo si traía la capucha del suéter puesta y no se veía casi.

— Buenas noches - saludó el joven encargado de la caja y empezó a facturar los productos -

— Buenas noches - saludé -

El joven terminó de facturar y pagamos.

— Sería solo eso y tu número si es posible - me dijo el chico y yo me quede pálida -

— Lo del número no, no es posible - saltó Pablo que estaba detrás de mi -

Él tomó las dos bolsas donde iban las cosas que habíamos comprado y salimos de la tienda luego de que Pablo le tirarse una mirada al chico.

— Lo del número no, no es posible - empecé a imitarlo mientras me reía -

— Solo quería evitarte un momento incomodo - se excusó -

— Sí claro, y yo soy jugadora profesional de fútbol.

— Yo soy chef profesional - me respondió riéndose -

Llegamos a casa y terminamos de hacer la pizza, comimos y empezamos a ver las películas. Habíamos elegido "Entrenando a papá" luego vimos "Un diario de princesa" la película estaba casi terminando cuando Pablo se levantó y me dijo que iba al baño yo aproveché de ir por un vaso de agua.

Cuando estoy regresando veo que las luces de la sala se estaban apagando y prendiendo solas. Vi si era Pablo pero él no se veía, seguro seguía en el baño.

Estaba asustada pero me colme de miedo cuando vi que un cojín del sofá se cayo, así que salí corriendo por detrás de este. Iba a buscar a Pablo pero cuando iba pasando alguien me tocó la pierna.

Me lance el grito de mi vida y luego Pablo se levantó del piso riéndose, había sido él y yo estaba más asustada que cualquier cosa.

— Carajo, me asustaste.

— Si no me lo dices yo no me entero - dijo partiéndose de la risa -

— Vas a dormir en el sofá Pablo.

— ¿Donde más iba a dormir? - me dijo - ¿O es que querías que durmiéramos juntos? - me preguntó en un tono que me tenía loca

Como siempre, yo abriendo la boca para decir estupideces. No sabía ni donde íbamos a dormir. Estaba asustado por lo de hace un rato y nerviosa por esto.

Me iba a dar un infarto y no precisamente por el susto, era por la actitud de Pablo que me tenía loca.

— Ven aquí - dijo él buscando que lo abrace -

— No déjame - lo mire mal -

— No te enojes - mencionó y me tiro al sofá para hacerme cosquillas -

Yo solo soltaba carcajadas mientras que él sonreía.




Soy tan miedosa como Luna JAJAJAJAJJ

me han estado diciendo que si ya la historia terminó y no, no ha terminado, aún falta para que termine 🫶🏻

Enséñame lo que haces [Pablo Gavi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora