l (2)

2.2K 140 22
                                    

Luna

2 meses después

Me removí entre las sabanas, quería hacerlo con mayor libertad pero había un peso en mi cintura que me lo impedía. Gire un poco la cabeza y me encontré con una maravilla de vista.

Pablo posaba su mano en mi espalda baja, y quizás un poco más allá. Las sábanas lo cubrían poco más abajo de torso, lo que me dejaba una vista de su abdomen muy bien trabajado, junto a su cabello un tanto desordenado. Que buena manera de empezar el día.

Mire el reloj que estaba en la mesa de noche y este marcaba las 9:23am, hoy no teníamos que levantarnos temprano, era fin de semana y por suerte no tenían entrenamiento. Lo que quiere decir que lo tendría para mí durante dos días. Volví a moverme un poco y escuché una voz ronca detrás de mi.

—No te muevas tanto, princesa - la voz ronca de Pablo resonó en mis oídos y esto me hizo estremecer.

—Necesito levantarme, Pablo.

—Yo no he dicho que puedes hacerlo -demandó, y apretó más su agarre llevándome hacia él.

—Solo serán unos minutos -me excusé.

Finalmente accedió, pude levantarme de la cama y entrar al baño. Me aseé un poco, lave mis dientes, hice mis necesidades y cepille mi cabello.

Cuando salí Pablo seguía durmiendo, lo mire unos segundos y después salí con cuidado de la habitación. Tenía sed, así que aproveche que estaba en la cocina y puse comida y agua para las mascotas.

Después de unos minutos subí a la habitación, entre y vi que Pablo ya no estaba en la cama, seguramente se levantó al baño.

Aproveche y saqué la parte de arriba de mi pijama, tenía frío así que planeaba ponerme algo más abrigado. Quizás un buzo de Pablo sería buena idea.

Estaba de espalda con el buzo en la mano cuando sentí que rodeaban mi cintura. Las grandes manos de Pablo se posaron en mi cintura descubierta.

Empezó dejando besos húmedos en mi cuello y estos iban bajando, al igual que sus manos. Me controlé y supe cuales eran sus intenciones.

—¿Qué necesitas? -pregunté aunque la respuesta era obvia.

—A ti.

—¡Pablo, no son ni las 10 de la mañana! -lo regañe y trate de zafarme pero él tenía más fuerza.

— Da igual, bonita.

Quiso continuar con su camino de besos pero logré detenerlo.

— Necesito ponerme el buzo, tengo frío. —expliqué y el solo me seguía con la mirada y una sonrisa coqueta en su rostro.

— Deja de mirarme así —dije tratando de soñar molesta.

Claramente hizo caso mínimo a mis palabras y siguió recorriendo mi cuerpo con su mirada.

— ¿Así que no vas a hacerme caso? -lo desafié.

— Me es imposible no mirarte, princesa.

Pablo se acercó nuevamente a mi y me jalo a él tomándome de la cintura. Su intención era besarme pero moví la cabeza con mayor velocidad.

— ¿Qué pasa? —preguntó frunciendo el ceño.

—No hay besos ni caricias hasta nuevo aviso —avisé y su mandíbula se tensó notoriamente.

Agache la cabeza intentando ocultar mi risa. Me aleje de él y salí de la habitación mientras sentía su mirada sobre mi.

Empecé a bajar la escaleras y rápidamente escuché pasos detrás de mi.

— No me jodas, Luna —reprochó como un niño pequeño— ¿Ahora por qué estoy castigado?

— Yo no he dicho que estás castigado, cariño —respondí en un tono coqueto mientras entraba a la cocina con él detrás de mi.

—Me dices que no puedo besarte ni mucho menos tocarte. — explicó — Ese es mi mayor castigo.

—Pablito, no exageres —reí - mejor preparemos el desayuno.


[...]

Eran las 10:30pm, nos estábamos preparando para salir de fiesta, hace un buen tiempo que no lo hacíamos. Así que aprovechamos la invitación de nuestros amigos y decidimos divertirnos un poco.

Pablo tenía una camisa completamente negra, unos pantalones beige y unas nike blancas. Sin duda alguna todo lo que se ponía lo hacía ver atractivo, este chico podía volverme loca en cualquiera de sus facetas. Que hombre tan atractivo.

Por mi parte, tenía un corset negro que se ajustada a mi figura, una mina falda del mismo color, con un diminuto cierre dorado y unas botas que me llegaban poco más abajo de las rodillas. Un collar dorado que hacía juego con el cierre y una cartera negra.

Estaba parada frente al espejo terminando de arreglar mi cabello cuando sentí unas manos recorrer mi cintura. Era Pablo, su contacto en mi piel siempre me hacía estremecer.

—Te vez aún más hermosa y atractiva de lo que ya eres —dijo hundiendo su rostro en mi cuello.

Aún siento presa de sus manos me di la vuelta quedando frente a frente, y pase mis brazos por su cuello. Al estar más cerca pude oler su perfume, como lo dije, Pablo me volvía loca bajo cualquier faceta.

—Te vez tan hermosa que debería ponerme celoso de que vayan a mirarte otras personas que no sea yo.

Solté una pequeña carcajada ante su comentario y el solo sonrió para dejar un beso en mis labios.

Después de unos minutos estábamos saliendo de casa, Pablo abrió la puerta del copitolo para que yo subiese y después hizo lo mismo.

Entro al auto y lo encendió, puso su mano en mi muslo mientras que con el brazo libre conducía sin problema alguno. Las venas de sus brazos y manos podían apreciarse sin problemas.

Quise ambientarnos y puse un poco de música, Died For You - Remix.

No quería ser aguafiestas, pero tenía un mal presentimiento. No era algo que me pasaba muy seguido, de hecho, era una persona que no creía en presentimientos. Pero esta vez era distinto.

Tenía el sentimiento de que algo malo iba a pasar, que todo esto pronto podía terminar...



















Estoy de vuelta, hace bastante tiempo no actualizaba, y pido perdón por ello🫶🏻
Espero que puedan disfrutar de esta segunda temporada que viene cargada de cosas muy nuevas, y que quizás las haga llorar un poco 🫢💓

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 14, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Enséñame lo que haces [Pablo Gavi]Where stories live. Discover now