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Kanna se congeló por completo.

¡De ninguna manera, no Sylvain!

Sylvain sólo llevaba una bata negra y una sonrisa brillaba en su rostro.

Una sonrisa que no reflejaba más que indiferencia.

── Entrar en la habitación de alguien, de esa manera….

Sus ojos azul oscuro se movieron lentamente y miraron a Kanna.

Un vestido transparente, parecido a una camisa.

Las curvas de su figura bajo la brillante luz de la luna parecían mucho más seductoras que su cuerpo desnudo.

── ¡........!

Mientras examinaba a Kanna, ella se cubrió al instante con ambas manos.

Ella le miró con reproche, pero Sylvain volvió a fijar desafiante su mirada en mí.

Finalmente, los ojos de ambas personas chocaron entre sí.

Una sensación de tensión surgió en la corta distancia que los separaba.

Dijo Kanna en voz baja, dándose cuenta de su vergonzoso aspecto.

-──No sabía que el Duque estaba en la habitación.

Entonces Sylvain enarca una ceja. Como si hubiera oído un chiste muy inepto.

── ¿No lo sabías?

── Sí, si hubiera sabido que estabas aquí, no habría entrado.

Pero no creyó las palabras de Kanna.

Sorprendentemente, Sylvain ladeó ligeramente la cabeza, levantando las comisuras de los labios como si estuviera prestando atención.

── Si es así, ¿por qué entraste?

En cuanto terminó la frase, me asaltaron recuerdos del pasado.

La situación era similar a la actual: Joo Hwa había acudido una vez a Sylvain con ropa parecida.

«Mierda.»

La cara de Kanna se puso roja.

El recuerdo era increíblemente claro y parecía como si lo hubiera hecho.

Luego desnudó su cuerpo ante él. ¡Qué vergüenza, joder!

Kanna tragó saliva. Y exprimió las palabras, pronunciándolas en tono tranquilo, calmando su ardor.

── Estás entendiendo mal.

── ¿Se trata de un malentendido?

── Sí, yo solo....

¡Sólo vine a robar la capa!

«... No puedo decir eso, ¡maldita sea!»

Al ver que Kanna no contestaba, Sylvain se limitó a reír en voz baja.

Riendo como si todo fuera fastidioso, riendo como si hubiera esperado ese comportamiento.

── He oído que has pasado por muchas dificultades, pero tienes mejor aspecto del que esperaba.

Eso hizo que Kanna se viera ridícula.

Lejos de preocuparse, ¿No está hablando como si estuviera viendo un incendio al otro lado del río?

¿Qué otra cosa se podía esperar de él?

Dijo Sylvain lánguidamente.

── Sé que a la señorita Kanna le gusta usar diferentes métodos...

La Usurpadora |Book 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora