La Usurpadora |Book 1|

51☪

Al reflexionar sobre los últimos siete años, el miedo desapareció.

Josephine estiró los hombros con orgullo.

── Kanna ahora es mi familia. Ella es la esposa del Duque Valentino. Es natural corregir un mal hábito como adulto.......

── ¿Dijiste que ibas a arreglar tus hábitos?

Sin embargo, las cosas no salieron como Josephine esperaba.

Ella pensó que Carlen no le daría importancia a la situación, pero él la interrumpió abruptamente.

── Desnudar a una dama, hacer que se arrodille en el piso y golpearla frente a los demás, es la forma de disciplinar de los Valentino?

Sin embargo, Josephine no se desanimó.

── Sir Carlen, ¿no haría eso si le estuvieran mintiendo? Kanna mintió, ¡Cómo se atreve a decir eso frente a su alteza!

Entonces, miró a Lilian, en busca de ayuda, pero la princesa fingió no saberlo.

Como si fuera una tercera persona que no tiene nada que ver con esto.

── ... Quítate de mi camino.

Carlen respiró profundamente.

Respiró para calmarse de la ira que lo abrumaba; apretó los puños y luego relajó la mano.

Así es como Carlen controla sus sentimientos.

── Le dije que se apartara del camino.

Josephine apretó los dientes y miró a Carlen.

¿Se retira y no se queda atrás, o se enfrentará a ello?

Hubo un breve e intenso conflicto. Y luego lo decidió.

── Está siendo grosero, Sir Carlen. Esta es la mansión de Valentino. Este no es el lugar para dar órdenes.

No hay nada que dudar ahora que ha tomado una decisión.

Josephine levantó bruscamente la barbilla de Kanna con un abanico, continuando su discurso en voz alta.

── ¿Sabes lo que Kanna ha hecho? Anoche, fue su culpa que todos los caballeros se cayeran y se durmieran. ¡Además, irrumpió en la habitación del Duque sin permiso! ¿Entiendes que ella ha traspasado todos los límites de lo permitido? Además, se atrevió a mentir ante la familia real.

Se enderezó vigorosamente y gritó.

── ¡Y recientemente apareció en audiencia pública, deshonrando a Valentino! ¡Es una vergüenza que no se ha repetido en la historia de la familia!.

Si ¡hay mucha justificación para el castigo!

── Tal vez la familia Addis es indulgente con esas cosas, pero para Valentino, ¡esto es inaceptable!. No voy a quedarme aquí viendo a mi nuera degradar el prestigio de la familia. ¡Así que salga de esta mansión y regrese!

Cuando Josephine perdió la compostura, Carlen trató de mantener a raya su ira.

Miró a Kanna, presionando las emociones que habían hecho girar su cabeza.

Kanna, cuya barbilla está levantada con un abanico.

Es mucho más cruel de lo que se veía desde lejos.

Labios rotos que rezumaban sangre y pelo despeinado...

«¿Que demonios?»

Ella lo miraba con molestia. Era casi como si estuviera mirando a un intruso.