Parte 6. A

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IV



Con el mismo silencio, ensimismada en sus pensamientos, seguida por su soldado, Nicolás y el escudero Tomás, el camino de la Sierra comenzó a transitar. Ansiaba escuchar FADO y algún tablao de flamenco, ver las campesinas bailar. Necesitaba distraerse, su alma calmar. Su abuelo venía de tierras del norte, por eso era Conde, a administrar feo y pobre terreno que quién sabe cómo logró heredar. La pobreza y humillaciones pasaron. Ahora ella, por tener dignidad, la espalda y abandono de todo un reino, recibía como pago a sus esfuerzos. 

La vida a veces es difícil de comprender y trágica en su dolorosa ansiedad. La había elevado. La había humillado. Le mandaba a escoger esposo. No le asignaba uno de la corte real.. Muy pocos hombres aceptarían ser escogidos. Era de innobles así actuar. La había degradado a mujer pública. Bastarda. Pero nombre. Noble. Pero bastarda..¡Qué difícil sería su vida¡. Alabada por los pobres, humilladas por los de sangre real. Así llegaron a una madrugada en plena sierra, en la alta madrugada. Fatigada , con ánimo cansado, la joven descendió de su yegua mora, herencia de su victoria personal. Agotada estaba, no podía dar un paso más.

2 hombres salieron violentamente por el aire, tumbando la puerta y otros tres al medio del camino fueron a dar.

--No entre excelencia. Adentro está un demonio imposible de controlar—exclamó con desesperación un viajero.

Curiosa y con precaución a la puerta la joven se asomó, atisbando hacia adentro, una escena terrible ante sus ojos se desarrolló. Un hombre de más de 2,10 mts, con una inmensa barba púrpura, 160 kilos o más, de extraordinaria estructura, pelo rojo muy largo, mirada furiosa, un extraño idioma gutural mostraba, más bien rugidos de oso parecía dar. 

Con una mano tomaba un tonel de vino, más de 60 litros sin parar. Los huesos limpios de un cerdo entero en una extremo de la mesa se mostraba y medio cerdo adicional llevaba devorado ya. El piso de la posada lleno de cuerpos, ayes y lamentos de ellos provenían, uno que otro a rastras tratando de escapar. Una joven delgada llorando a toda velocidad salió y en un ínterin a la condesa informó

.--Ha forzado dos sirvientas ,una parida de tres hijos, apenas lo soporto. También mi frágil cuerpo quería usar—exclamó llorando la muchacha, perdiéndose a toda carrera en la oscuridad.

Todos afuera se quedaron. Así ella lo ordenó y una imagen colectiva en sus mentes se les dio

Tamara con cuidado entró , silenciosamente en un extremo de la mesa se sentó

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Tamara con cuidado entró , silenciosamente en un extremo de la mesa se sentó. Llamando la atención del monstruo. Este estrelló el tonel de vino en la pared, haciendo que muertos y heridos resucitasen mágicamente, incorporándose, huyeron despavoridos, dejando a los verdaderamente examines inmóviles con horror caro mostrar...

Admirada la muchacha, impávida ante la actitud del monstruoso hombre que se quitó la camisa, mostraba un pudor su torso de inmensos y pétreos músculos, esculpidos a fuerza de tanto accionar..

CONDESA Tamara Del Calvario del RioWhere stories live. Discover now