Una vez en Noviembre (Peter Pan y tú)

Capítulo 8

-Así se habla- dice Kiuian entrando a la casa.

-Pero ya olvídalo, se fue hace meses- dice con la cabeza gacha.

-Pero ella volverá, ¿no lo crees así?

-Pues eso espero, pero... no sé si pueda seguir esperando más tiempo.

-Oye, depronto ______ puede que sea más insoportable que Pan- todos ríen por el comentario-. Pero... es nuestra hija, y siempre volverá a casa; porque sabe que éste es su hogar y tarde o temprano tendrá que volver.

-¿Y... si no lo hace?

-Pues la guiaremos de vuelta- afirma Henry.

-Pero... éste lugar es demasiado grande- comenta Emma.

-Pero ya sabemos a dónde ir primero- dice Kuian. Va a comerse una manzana, pero Henry lo detiene-. ¿Qué pasa?

-¿De dónde sacaste esa manzana?

-De tu casa, de la casa de Regin... oh- dice y tira la manzana por la ventana.

Creo que ya es suficiente. Me devuelvo al campamento ya que se hizo de noche. Al llegar a la cabaña, intento abrir la puerta pero no lo logro, ¿qué está pasando?

-¡______! ¡Abre la puerta!- grito fuerte para que pueda escucharme.

-¡No, no lo haré!

-¡Si no la abres, yo lo haré!

-¡Atrévete!- me reta con voz desafiante y fría.

Intento abrirla de todas las maneras posibles a mi alcanze, pero es imposible. ¿¡Qué rayos le hizo a la puerta!?

-¡Déjame entrar!- ruego con tono de voz fuerte, golpeando la puerta.

-¡NO!

-¿¡Pero qué sucede contigo!?

Narra ______

*Minutos después de que Peter se fuera del campamento a espiar a Emma y Kiuan*

Minutos después de ver cómo Peter se va volando, aparece Felix. Trato de congelarlo, pero fue en vano.

-Tranquila- dice y hace algo con su mano, después señala el espejo para que me vea en el. Al hacerlo, noto que estoy limpia y arreglada.

-¿Qué quieres?- pregunto cortante.

-Un gracias sería suficiente.

-Gracias- respondo de mala gana.

-Escúchame bien, esto es sobre Pan.

-¿Qué pasa con él?

-La pregunta es: ¿qué pasará contigo?- Felix forma una sonrisa bastante amplia en su rostro. Lo miro confundida y al tiempo asustada.

*En la actualidad*

Vuelve Pan de su lugar desconocido. Estaba muy preocupada por él.

-¡______! ¡Abre la puerta!

-¡No, no lo haré!

-¡Si no la abres, yo lo haré!

-¡Atrévete!- lo reto con seguridad ya que recuerdo que un hada me enseñó un hechizo para poder encerrar a alguien en algo. Peter no logrará entrar hasta que yo deshaga el hechizo, por mucho que lo intente.

-¡Déjame entrar!

-¡NO!

-¿¡Pero qué sucede contigo!?

-Felix- respondo llorando; apoyando la cabeza en la puerta.

-¿Qué hizo?- me pregunta sin gritar, pero aún sigue alterado.

Narra Peter

-¿Qué hizo?- Felix me las pagará si le hizo algo.

-Me contó todo. Morirás si no te entrego mi corazón.