Capítulo 18

423 29 15
                                    

Ha llegado el día. Hoy, tomaré una decisión que probablemente sea permanente en mi vida. ¿Vivir con mis padres y mi hermano, quienes no he visto ni tengo recuerdos junto a ellos; o quedarme con Peter Pan y su pequeño grupo de niños con quienes tengo recuerdos inolvidables? Es una decisión bastante ardua. No sé cómo mantener a todos felices sin que nadie salga herido.

Me levanto de mi cama, me doy una ducha rápida y con mis poderes hago aparecer ropa cómoda. De camino a desayunar, observo detalladamente lo que me rodea: las pequeñas cabañas donde reposan los Niños Perdidos; la cabaña de Peter; el campo de práctica; la zona de la fogata... hoy podría ser la última vez que esté aquí. Llegando al comedor, alcanzo a escuchar los gritos y risas de los niños dentro. Por ahora, todo va igual que cada mañana.

En el momento en el que paso por la puerta principal, todo el ruido que resonaba por el lugar desaparece de inmediato y es reemplazado por el silencio. Se puede escuchar perfectamente el sonido de un mosco volando. Desde que llegué aquí, nunca había pasado esto. Mi cara está tan roja, que podría hacer ketchup con ella.

Todos los niños se quedaron inmóviles como estatuas al verme. No saben qué hacer ni qué decir, y yo tampoco. Todos me miran con una expresión de preocupación en sus rostros llenos de inocencia. Luego de estar unos segundos así, un niño grita mi nombre y posteriormente todos los niños corren hacia mí, gritando mi nombre varias veces y diciendo cosas como: "¡no te vayas, por favor!", "¡estamos perdidos sin ti!", "¡no puedes irte!", "¡eres nuestra reina!"

Tengo los ojos cristalinos viendo a todos estos niños al rededor mío. Me siento mal, porque sé que esas lágrimas que brotan de sus pequeños ojos son por mí. Intento tranquilizarlos y, luego de lograrlo después de dos minutos, paso una mirada por cada uno y comienzo a hablar:

-Niños... quiero que sepan que ustedes son mi verdadera familia y siempre lo serán. He aprendido algo de cada uno de ustedes, y eso me ha hecho la chica que están viendo ahora. Cuando llegué aquí por primera vez, estaba perdida, desorientada, sin nadie que me ayudara. Pero ustedes me recibieron y me acogieron en este campamento como si fuera otro niño más. Siempre tendrán un espacio enorme en mi corazón. Y pase lo que pase esta noche, no quiero que se pongan tristes por mí. Quiero que sigan siendo los niños que son y lleguen a ser unos grandes chicos como su líder- Peter levanta la mirada y me mira fijamente. Su expresión es seria, pero nostálgica a la vez. Hago una pequeña pausa y continúo-. Saben que tengo una decisión bastante difícil de tomar, pero prometo que nunca en mi vida voy a hacer algo para lastimarlos. Los amo, familia, y gracias por todo.

Los niños vuelven a corren hacia mí, pero esta vez con mucha más potencia, al menos la necesaria para hacerme caer. Oh diablos, cómo amo a estos niños. La decisión se pone cada vez más difícil de tomar.

-¿Quiere decir que te irás?, ¿esa es tu última palabra?- pregunta Peter desde el otro lado del comedor. Se levanta de su asiento. Su expresión, que antes era seria pero nostálgica, ahora se tornó a una de enojo y desilusión.

-No he dicho eso. Mi última palabra la sabrás esta noche. Pero para serte sincera y esto también va para todos ustedes- hago un movimiento con mi brazo para referirme a los niños-, la respuesta no la puedo saber ni siquiera yo. Solo hasta que llegue el momento se sabrá, ya que, todo puede cambiar en el último segundo.

Peter no dice nada al principio, solo sigue mirándome así. Luego se voltea y vuelve a sentarse. Los niños hacen lo mismo. Camino por el corredor y me siento al lado de Peter, como de costumbre. Imagino mi desayuno: nuevos revueltos, acompañados de frutos rojos, una tostada y zumo de naranja. Volteo a ver a Peter. Tiene la mirada fija en su plato, pero sin comerlo. Como si estuviera durmiendo con los ojos abiertos.

Una vez en Noviembre (Peter Pan y tú)Where stories live. Discover now