Una vez en Noviembre (Peter Pan y tú)

Capítulo 17

Narra Henry

Hoy es treinta de Julio, el último día del mes. Mañana es el último día que mi hermana tiene para elegir. Como yo soy hijo de Emma y de Regina y se saben mi historia, de hecho, están en todo derecho de saber de ella.

Emma ya había estado en storybrook, me ayudó en todo lo que necesité y en ese momento ninguno tenía por enterado de que teníamos otro miembro de la familia. No hasta que vimos el libro, y lo leímos juntos como una familia, detalladamente encontrando secretos del mundo. Fue ahí cuando vimos el futuro, en algún futuro Emma conocería al capitán Hook, e intentarían tener un hijo, pero por algunas circunstancias ellos no pudieron. Así que visitaron a alguien reconocido que podía ayudarlos, el señor Gold, aunque sabían que querría algo a cambio. Mi madre estaba del todo confundida, quería saber quién era ese hombre del que se iba a enamorar, quería saber el resto de la historia, y el por qué no podía tener hijos.

Por desgracia todo fracasó. Al no querer involucrarse relacionarse con el señor Gold, lo único que hizo fue robarle una poción, la que nos llevaría al futuro y podríamos descubrir todo con claridad. Y como era mi madre y me había apoyado desde el primer día aquí, yo quise ayudarla también. Así que lo hicimos, pero no sé cómo o el por qué hicimos algo tan grave (sin darnos cuenta, claro) que tanto Hook y ______ aparecieron en la vida presente.

Ellos dos se enamoraron en unas semanas, tal vez meses, mientras los dos cuidaban a su hija y comprensivos empezaron a quererse. Ella le había explicado todo y pareció aceptarlo. El error era que estaban cuidando a una chica de catorce años; una chica traviesa y segura como sus padres. Uno de sus infortunios fue perderla, una de sus características era lo muy curiosa que podría llegar a ser, y así la perdimos en otro mundo, en el mundo en que había estado Emma, pero lo malo es que no sabíamos cómo ubicarla y no teníamos ningún indicio.

No la he visto desde ese día, pero, ¡ya se acerca el momento!

Solamente me falta algunos preparativos más y al fin podremos hablar de nuevo, ser una familia.

Yo había decorado su cuarto en un principio y creo que al decorarlo de nuevo tal vez le guste, aunque nunca se sabe ya que las personas cambian todo el tiempo, o al menos eso es lo que decía mamá.

El capitán Hook, mi "padre" , se fue junto con mi mamá a buscarla ya hace unas semanas o días, la verdad no importa. Ya tengo la edad suficiente para estar solo en casa.

Solo quiero que me entreguen a mi hermana.

Narra _______

Hoy es treinta de Julio, el día en que le digo a Peter si me voy o me quedo, si les digo a mis Padres que les daré una oportunidad o me quedo. No sé.

Es temprano, desperté por los gritos de los niños perdidos pidiendo comida. Los quiero en verdad. Pero no pienso moverme de mi cama, seguramente Peter viene a darme los buenos días.

Han pasado dos o tres minutos, tal vez más pero no ha llegado y dudo que lo haga, así que sin refunfuñar (o tal vez un poco) bajo de mi cama y con la magia que poseo me visto y quedo como... ¿Nueva? Bueno, quedo como una chica normal.

Bajo los escalones para llegar a donde está Peter tratando de organizar todo para el día de hoy. Tal vez por eso no me vino a saludar esta mañana, necesito otras cosas que hacer, es comprensible. Tal vez estaba distraído por la decisión que estaba por tomar, y me quería dejar sola por unos instantes. Solo tal vez...

Lo dejo pasar y voy a desayunar. Los niños perdidos son muy divertidos, pero no puedo dejar de pensar... ¿Por qué Peter me ignora?

Como no tengo nada que hacer, ya que según Peter soy la reina de este lugar y él es el rey, solo tenemos que dar órdenes. Aunque a veces quisiera ser una reina de verdad, como las de los siglos pasados. Las que sus nombres siempre serán recordados. Poder marcar una diferencia. Voy a alguna parte de la isla, solamente me dejo guiar por... Exactamente nada. Por un momento paro, miro a mi alrededor, no, no me he perdido. Sin embargo he recordado algo... Esta es la primera vez que Peter y yo convivimos, el primer gesto de humildad de él hacia mi cuando me preguntó si no me estaba cogiendo duro el brazo. También recordé lo que le había respondido: "no te importa". Pero me dijo que sus esclavos siempre le habían importado, aunque a estas alturas creo que solo lo dijo para parecer imponente, porque en realidad, según veo yo, a ninguno lo considera un esclavo.