CAPÍTULO 1

235 5 0
                                    

Madrid, marzo de 1983.

Pov. Violeta

-¡Joder! ¡No me lo puedo creer! – Exclamó más para sí misma que para que la escuchara alguien, pues estaba prácticamente sola a esas horas en el bar.- No puedo creer que haya vuelto a robar dinero de la caja. De verdad que pensaba que no volvería a ocurrir, pero no, no cambia. No puedo más. No puedo más.

Cerró la caja fuerte con bastante mal humor, y decidió hacerse un café, antes de que más tarde el local se llenase. Necesitaba tranquilizarse, intentar pensar con claridad una forma en la que actuar sin volver a sentirse culpable, aunque sabía que hiciera lo que hiciera, Nuria acabaría hecha una furia y dando la vuelta al asunto para que Violeta fuera la culpable, como siempre, de todo lo que le ocurre.

A los pocos minutos llegó Alex, su amigo y a la vez trabajador fijo del bar. Al que los fines de semana se le suma Ruslana, un torbellino pelirrojo que no deja indiferente a nadie allá por donde pasa. – Buenas tardes Vio – saluda cariñosamente con medio abrazo y un beso en la mejilla- ¿Qué tenemos para hoy, jefa? ¿Tenemos cubierta la actuación de mañana, después de que Tronquillo cancelase a última hora por indisposición?, que ya te digo yo que la indisposición seguro que tiene nombre de mujer – dice riendo, pero cambiando el tono al ver que la cara de su jefa no es para nada de alegría, si no de todo lo contrario. - Vio, ¿Qué ocurre?, vale, Nuria, no?.- Ella asiente con los ojos a punto de llenarse de lágrimas.- Ven aquí anda. – dice abrazándola – ¿Qué ha hecho esta vez?

-Robar, Alejandro, robar, otra vez. No aguanto más, de verdad te lo digo. No aguanto más esta situación. -dice abrazándose al moreno escondiendo la cabeza en su pecho. – Te prometo que le he dado todas las opciones. Le he ofrecido ayuda, yo le pago la rehabilitación. Me da igual el coste, sabes que por suerte, EL HOYO, es uno de los locales con más éxito de Malasaña, y de verdad que haría lo que fuera por ella. Pero no puedo más Alex, no puedo, y me siento culpable por ello, pero cada día va a peor. Antes al menos conseguía algún trabajo y le duraba un tiempo, y conseguía estar limpia alguna semana, pero ha llegado a un punto en el que en ningún sitio la contratan, porque ha robado en todos los últimos trabajos que ha tenido, y no es capaz de estar sin meterse esa mierda ni unas horas. – atinó a decir entre lágrimas, pues ya no era capaz de controlarlas. – Si al menos quedase algo de la chica que era, pero no queda nada Alex, nada. Es literalmente un trapo, ni de pronunciar dos frases seguidas es capaz.

-Tranquila Violeta – dijo acariciando su espalda tranquilizándola. – Escúchame. Lo primero, tú no tienes la culpa de nada, de nada, ¿me oyes? Sé que te sientes culpable por estar tantas horas en el bar, y no poder dedicarle más tiempo a ella. Pero no es así, aún teniendo poco tiempo, has dejado el bar a mi cargo con Ruslana cientos de veces, para sacarla de apuros, para intentar ayudarla, para que pase el mono contigo, aún sabiendo el daño que todo eso te hace. Y nunca has dudado ni un segundo en hacerlo, métetelo en la cabeza. Sabes lo que tienes que hacer, Vio, no puedes postergarlo más. Nosotros vamos a estar todos contigo, y sabes que tus padres y tu hermana también. Solo era necesario que tú lo vieras claro, aunque para ello hayas tenido que soportar todo lo que has soportado. -Dijo Alex, mirando de frente a la pelirroja.

-Lo sé. -Dijo definitivamente tras unos minutos en silencio- Ha llegado el momento. Gracias Alejandro. No sé qué haría sin ti. – abrazó por última vez al chico. – Venga a trabajar, que tenemos que preparar todo que hoy es jueves y hay jaleo, y no tenemos a Rus. Voy al despacho a ver si haciendo unas llamadas encuentro a alguien para cubrir la actuación de mañana, que si no encontramos a nadie, voy a tener que subir yo, y otras veces no me importa, pero ahora mismo solo tengo la cabeza puesta en Nuria, y en cómo voy a hacer lo que tengo que hacer.

Pasó la tarde en el despacho, un pequeño cuarto que reformó no hace mucho, pues con tantos clientes llegó un momento en el que no podía ni hacer llamadas a proveedores etc., con tanto ruido. Dedicó su tiempo a hacer llamadas a algunos asiduos a cantar habitualmente en El Hoyo, -nombre que le puso al local, porque para acceder a él hay unas pequeñas escaleras, y cuando lo alquiló, estaba aclimatado de una forma demasiado gris, pero atrayente hacia los clientes, pues ya se sabe que son años de cuánto más estrafalario y extraño, mejor- sin éxito, pues con tan poca antelación, tratándose de un viernes, era complicado.

Alex entró a la habitación en la que se encontraba sentada Violeta, con los codos apoyados en la mesa, y las manos tapando su cara, abatida por no encontrar soluciones y que todo fuera poco a poco haciendo una montaña mayor.

-¡Vio! – exclamó el chico, entrando rápidamente al despacho- Ven! Sal fuera un segundo porfa, que creo que tenemos la solución al problema de mañana.

-¿Qué? – preguntó confusa la jefa, pues estaba en otro lugar, más que en el que se encontraba – Vale, dame un segundo y salgo Alejandro.

Conocía a Alex desde que tenían 5 años, pues los padres de ambos eran amigos muy cercanos, y se juntaban habitualmente, desde para ir a misa, ir al campo a pasar el día, hasta para celebrar los cumpleaños, pues tenían mucha confianza desde siempre, ya que el padre de Alex y el de Violeta trabajan juntos en una imprenta, más de 25 años, que son exactamente los que tienen ellos. Siempre se habían llevado muy bien, y cuando Violeta le contó la idea de montar negocio, - tras recibir un dinero de la herencia de su abuela paterna, que al dejarlos, les dio un dinero a cada nieta, pues eran ella y su hermana Tana - , el chico le dijo que si necesitaba a alguien contase con él, pues había terminado la mili hacia menos de un mes, y no tenía trabajo aún, más que ayudando en algún local algún viernes y sábado. Y así fue, desde el inicio Alex trabaja para ella, pero ella no lo siente como un trabajador sin más. Es su compañero y le pide ayuda a la hora de tomar decisiones, pues por su manera de ser de ambos, apenas han tenido discusiones fuertes, que no se hayan podido solucionar fácilmente con un abrazo y un pequeño apretón de hombro, - así sellan siempre sus reconciliaciones-.

Al salir al bar, observó a Ruslana ayudando desinteresadamente a Alex mientras ella salía, pues empezaba a llegar gente, ya que la noche empezaba a caer.

-Hola Rus, - saludó a la chica con un abrazo, pues le tenía bastante cariño – ¿Qué te trae por aquí un jueves a estas horas? Si no me equivoco, acabas de salir de currar, no?

- Hola jefa – saludó correspondiendo el abrazo – Vengo a salvar la noche de mañana, si aún no tenemos a nadie, cosa que según creo por lo que me ha informado Alex, es así. – dijo emocionada-.

- Así es Rus, no tenemos a nadie, asique si me traes buenas noticias te subo el sueldo – dijo entre risa, mostrando por primera vez una sonrisa sincera en lo que llevaba de día.

- Bueno, tampoco te vengas arriba y hagas promesas que luego no cumples, jefa – dijo riéndose, contagiando de esa risa a Violeta- Si, tengo una compañera en la tienda, que lleva un par de meses, que canta y toca increíble. De hecho, muchos fines de semana sobre todo, toca en algunos locales, después de estar más de un mes insistiendo en algunos sin parar, es una testaruda pero es una persona increíble, de verdad. Nos hemos hecho muy amigas, de hecho, si yo no estuviera con Nerea, igual le tiraba los trastos, – dijo riéndose – Pero a lo que voy ella es de Menorca, se ha venido hace poco, y está loca por tocar donde sea y cantar. Si tú quieres Vio, me paso a decírselo, que ella sale un poco más tarde que yo de trabajar, antes de que se vaya. Me ha dicho que mañana no tiene nada.

- En otro momento te diría que es precipitado sin conocer al menos a la chica, pero dada la situación, y que yo no puedo sumar más nivel de estrés ya, confío en ti, Rus, sabes lo que me gusta y como trabajamos aquí. – dijo, apoyándose en la barra por dentro, aparentemente cansada – Ve a avisarle Rus, contamos con ella. ¿Puedes decirme su nombre, para anunciarla, como hacemos con todas las actuaciones? – preguntó, deseando finalizar ese tema-.

-Chiara. Chiara Oliver. 


-----------------------------------------------------------------------

-----------------------------------------------------------------------

¡Hola! Solo quería pasarme un poquito por aquí para deciros, si alguien se anima a leer, que no voy a seguir fechas exactas, por el tema canciones y demás. Pero quiero seguir la línea en cositas de esa época y demás. Muchas gracias por leer. Espero que os guste :)

El HoyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora