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Antes de colgar el capítulo, quería aprovechar para mandar todo mi ánimo a todos los afectados por las inundaciones de Valencia. Estamos con vosotros y no os dejaremos solos. Muchísima fuerza. Llevo más de una semana sin escribir, pero voy a colgar este capítulo por si a alguien le apetece desconectar un poco de estos días tan horribles que están siendo para todos emocionalmente al ver lo que está ocurriendo. A ver si puedo escribir en estos días, pero no me encontraba con mucho ánimo. Gracias por leer.
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Madrid, marzo 1983
Pov. Violeta
"...no sabemos dónde está, Violeta"
En shock. No tengo otra palabra para describir el estado en el que me encuentro. No puede ser cierto todo lo que estaban diciendo esos pobres desgraciados. ¿Nuria? ¿Pero cómo va a manejar ella a un grupo de personas?, si no es capaz la mayor parte del tiempo de mantenerse en pie. No. No puede ser. Esto debe ser una pesadilla. Me pellizco para saber si de verdad está ocurriendo, volviendo de cabeza a la realidad.
-Violeta, hija. ¿Estás ahí? ¿Estás bien? Por favor, di algo, que estamos muy preocupados. – Insiste Alfonso al otro lado de la línea, con preocupación.
-Alfonso. ¿Habéis hablado con la policía? – Pregunto escueta, no soy capaz de articular muchas palabras.
-No hija. No hemos sabido qué hacer. Hemos intentado buscarla entre todos, pero nada.
-Hay que informar a la policía. Ya. – Intento contestar sin alterarme, ellos no tienen culpa de nada.
-Pero Violeta, ¿es para tanto, para tener que llamar a la policía, hija? ¿No podemos buscarla entre todos?- Alfonso pregunta inocente, no tiene idea alguna de lo que ha ocurrido en las últimas horas.
-Alfonso, Nuria es la "jefa" entre comillas, de un grupo de desgraciados en su misma situación. Los que dices que fueron a buscarla. Teniendo en cuenta el tramo horario que me has comentado, después de recogerla a ella, más tarde, vinieron a mi casa, Alfonso. – No me reconozco, hablo como si estuviera leyendo un comunicado, no soy capaz de expresar sentimiento alguno en este momento- Vinieron a mi casa y entraron con las llaves de tu hija, esas que yo pensaba que no se había llevado; sorprendiéndonos a mí, y a una amiga. Cuando llegó la policía, uno de ellos acabó propinando una puñalada a la chica que estaba conmigo. ¿Entiendes la gravedad del asunto, Alfonso?
-¿Qué estás diciendo Violeta? – Exclama sorprendido a la par que preocupado.
-Lo que oyes Alfonso. Asique lo siento mucho, pero ya estáis yendo inmediatamente a la comisaría que hay cerca de mi casa. Y buscáis al agente Omar. Decidle que sois los padres de Nuria, enseguida va a saber lo que tiene que hacer. – Empiezo a ponerme nerviosa, y por primera vez en mucho tiempo, pienso en mí, en mí, en Chiara, y en todos los que me quieren, y han tenido que sufrir todas las consecuencias de esto.- Siento mucho lo que voy a decir, Alfonso, pero no puedo callarme más. Os he perdonado, por supuesto. Sabes que no soy una persona que guarda rencor. Pero esto ya ha escalado a niveles que no puedo tolerar. – Poco a poco la rabia empieza a hacer acto de presencia en mi persona.- Lo siento mucho, pero esto podíais haberlo evitado. ¡Joder! ¿Te das cuenta de la gravedad de todo? ¿Te das cuenta de que, si algo hubiera salido mal, podríamos estar alguna de nosotros muerta? – Las lágrimas y la rabia se apoderan de mí, y no me guardo nada.- Solo teníais una responsabilidad. ¡Una! Y era lleváosla. Tanto por su bien, pero sobre todo por el mío, ¡Joder! ¿Tan pronto os habéis olvidado de que no hace ni un año que acabé en el hospital durante un mes por lo que me hizo? – Hago una pausa, intentando recuperar la cordura.- Pedir perdón está muy bien. Pero no sirve si de verdad no entiendes el problema.- Doy un largo suspiro, dispuesta a terminar con lo que tengo que decir.- El problema es que vuestra hija está enferma. Sí, enferma. No se va a solucionar pasando unos días tranquilos en una casa para que se tranquilice. El problema es todo el daño que ha hecho y todo lo que se ha llevado con ella. Y el problema es que esto ya no tiene solución. Lo siento Alfonso. No quiero hablar más contigo. – Trago saliva antes de poner punto y final.- Si de verdad sentís alguna parte del cariño que decís sentir hacia a mí, id ahora mismo, hay que encontrarla y que, lo siento mucho, pague por todo. No quiero saber nada más de vosotros Alfonso. Adiós. – Cuelgo y cuando consigo volver a ser consciente de la realidad, me encuentro a Chiara en la puerta, que me dedica una mirada que soy incapaz de descifrar. Debe haberlo oído todo.

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El Hoyo
FanficVioleta Hódar trabaja poniendo copas en un local en Malasaña, en el que hacen conciertos a diario, del que es propietaria, en todo el auge de La Movida madrileña, con bastante éxito. Pero a pesar de que no le puede ir mejor laboralmente, se encuent...