** Antes de empezar, aviso que en este capítulo hay escenas +18. Aviso por si alguien no quiere leerlo, o no le gusta. Cuando empiece encontraréis esto ***, y cuando termine, igual. Muchas gracias :)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Madrid, marzo 1983
Pov. Violeta
Después de devolver a Chiara la jugada que me había hecho un rato antes, dentro del local, pusimos rumbo a un nuevo bar, uno que estaba relativamente cerca de donde nos encontrábamos, por lo que no tardamos demasiado en llegar. El corto trayecto lo realizamos en silencio, cogidas de la mano, dedicándonos miradas furtivas, aunque intencionadas. Chiara se ha quedado más callada de lo normal, pero no parece que el motivo sea enfado, más bien todo lo contrario. La entiendo, porque yo empiezo a sentir un fuego avanzar dentro de mí que no sé cuánto tiempo más conseguiré retener, antes de que nos abrase por completo. He de decir, que estoy deseando quemarme.
-Estás muy callada, Kiki. ¿Te ha comido la lengua el gato? – pregunto retándola a contestar, aunque sé que puede devolvérmela multiplicada por dos, pero no tengo miedo, me está encantando este juego-.
-Violeta, sé por dónde vas, y solo te voy a decir una cosa.- contesta, dedicándome una mirada fulminante que desprende una intensidad que no sé explicar- Ten cuidado o puede que acabes comprobando antes de tiempo que mi lengua sigue en su sitio, en completas facultades, bonita.-
-Chapó. – no puedo contestar nada más. Un volcán. Si, un volcán es lo que empiezo a sentir dentro de mí. Por lo que intento disimular que me deshago por dentro, y sigo caminando junto a ella, disfrutando del frío que nos inunda las fosas nasales, ayudándonos a recuperar un poco la cordura, al menos, por ahora.
-Mira Kiki, aquí es. – detengo nuestro paso, señalando con la mano la entrada que tenemos en frente nuestra- No es nada especial este sitio, pero también tienen actuaciones, y sirven calidad, por si quieres cambiar las cervezas por otra cosa. Además, el ambiente es bastante bueno. ¿Entramos? – pregunto ilusionada, quiero que todo lo que hagamos esta noche, lo disfrute de verdad. Después de todo lo que me ha confesado esta tarde, solo quiero hacerla feliz, y quitar, aunque solo sea un poquito, algo de dolor de su enorme corazón. A día de hoy, puedo asegurar que nunca he visto a nadie con un corazón tan puro y tanta bondad como ella tiene.-
-Claro. – Asiente con energía – Me muero de ganas de conocer todo lo que quieras enseñarme. – dice, guiñándome un ojo, coqueta, tirando de mí para entrar.
Entramos al local, y de nuevo me quedo embobada viendo la forma que tiene de observar y apreciar todo lo que le llama la atención. Tiene un interior con tanta luz, que, a pesar de estar en penumbra, es capaz de iluminar todo lo que la rodea, contagiándote de su magia.
-Vivi, me apetece otro chupito, porfa. – dice, con una expresión totalmente diferente a la de hace unos minutos. Me sorprende y encanta a la vez, la capacidad que tiene de pasar de ser la persona más sensual a la más adorable en cuestión de segundos. Por lo que no puedo negarme a nada de lo que me proponga-.
-Vale, pero solo uno, que no quiero que te pongas mala. Tengo otros planes para ti esta noche. – alzo mis cejas manteniéndole la mirada, mientras observo como traga saliva, y se remueve en el sitio-.
-Sólo uno.
El resto de la noche transcurre tranquilo. Bebemos y bailamos, pero con cuidado de no beber en exceso. Según avanzan las horas, la intensidad entre nosotras crece notablemente, llegando a un punto en el que los besos que nos hemos ido dando esporádicamente, escalan de nivel, dando lugar a besos más largos, descontrolados, llenos de deseo y cargados de expectación, por lo que está por llegar.

ESTÁS LEYENDO
El Hoyo
FanfictionVioleta Hódar trabaja poniendo copas en un local en Malasaña, en el que hacen conciertos a diario, del que es propietaria, en todo el auge de La Movida madrileña, con bastante éxito. Pero a pesar de que no le puede ir mejor laboralmente, se encuent...