CAPÍTULO 12
Madrid. Abril de 1983
Un mes después.
Pov. Violeta
Hoy hace un mes desde que Nuria nos dejó. Un mes lleno de todo tipo de emociones. He de reconocer que han sido más días grises que claros, pero el apoyo de la gente que me quiere, y sobre todo el de Chiara, ha sido lo que me ha ayudado a poder ver un pequeño punto de luz al final de este oscuro y largo túnel.
Cuando Kiki empezó a encontrarse con más fuerzas y pudo empezar a quedarse sola, volví a mi casa y al bar. Estuve un par de semanas sin ir, siempre pendiente de solucionar problemas y urgencias, eso sí. Nunca voy a descuidar mi negocio mientras sea posible.
Esta última semana he de reconocer que he estado bastante irascible. Me he alejado de todos sin ser consciente de ello. Chiara ha intentado comunicarse conmigo varias veces estos días, pero me he comportado como una estúpida, cuando ella no tiene culpa de nada. Supongo que a veces no somos capaces de controlar nuestros monstruos y acaban por hacer acto de presencia en los momentos menos oportunos. Por ello, hoy es viernes y vuelve a tocar en el local después de todo lo que ocurrió, y estoy planeando algo que no se espera para nada, además de todas las disculpas que le debo por haber pagado mis frustraciones con ella, si es que las acepta, claro. He sido demasiado idiota con Kiki, cuando lo único que ha hecho desde el principio es apoyarme sin pedir nada a cambio, solo hacerme compañía.
Hace unas semanas, al poco del accidente, fue su cumpleaños, y no pudo celebrarlo como a ella le hubiese gustado. Solo estuvimos en su casa algunos amigos y nosotras, pero lo agradeció como si hubiera sido la mayor fiesta que nunca hubiera tenido. No me cansaré de decir nunca que es un ser de luz. Tiene un mundo interior que te atrapa, haciendo que sea imposible no querer conocer todo de ella, aun sabiendo que eso es imposible. Chiara jamás dejará de sorprenderte. Por eso, he trazado un plan con Ruslana para organizar un día entero lleno de sorpresas. Previa bronca, por supuesto de la pelirroja, por mis modales de estos últimos días. Me encanta saber que tiene personas que se preocupan por ella de verdad.
Después de este largo mes, soy capaz de ver las cosas con mucha más claridad, y puedo decir que por fin me doy cuenta de las consecuencias que tiene descuidar a la gente que te importa, cuando lo único que hacen es preocuparse por ti. Llevo varios días castigándome mentalmente por mi comportamiento, sobre todo de esta última semana. Por lo que, sin que nadie se lo espere, esta noche será una sorpresa para todos. Por primera vez, en los años que tengo abierto "El Hoyo", cerraré las puertas un viernes. Esta noche me debo a mi gente, y solo a ellos. Espero que todo salga bien, por eso he necesitado también la ayuda de Rus, porque no puedo encargarme de todo yo sola.
Me he levantado temprano, preparando todo para que sea perfecto, pero, sobre todo, preparándome mentalmente por si Chiara me da con la puerta en las narices cuando vaya a buscarla.
Pov. Chiara
Una semana antes
Estamos tumbadas en el salón de mi piso, mientras escuchamos de fondo el ruido de la televisión. Digo escuchamos, porque estamos más pendientes de disfrutar de este momento de caricias y besos que nos estamos regalando desde hace un buen rato, que de ver lo que están emitiendo ahora mismo. Tras un largo silencio, soy yo la que me decido a romperlo, pues hay cosas a las que no soy capaz de dejar de darle vueltas, y necesito ponerlas en palabra.
-¿Has podido hablar ya con tus padres? – Pregunto, acariciando suavemente su mejilla, intentando demostrar que solo me preocupo por ella, pues estos últimos días se encuentra bastante peor de lo que ha estado hasta ahora.
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El Hoyo
FanfictionVioleta Hódar trabaja poniendo copas en un local en Malasaña, en el que hacen conciertos a diario, del que es propietaria, en todo el auge de La Movida madrileña, con bastante éxito. Pero a pesar de que no le puede ir mejor laboralmente, se encuent...