CAPITULO 4

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Una sombra familiar estaba en el umbral de la puerta

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Una sombra familiar estaba en el umbral de la puerta. Estaba paralizada. Mis ojos estaban que se salían de mi rostro. No pude evitar gritar. Corrí hacia él y salté encima suyo mientras lo abrazaba y él me cubría con sus brazos.

-¡AUSTIN! ¡TE EXTRAÑE IDIOTA!-le di un pequeño golpe de cariño en el hombro- ¿Por qué no me avisaste que habías vuelto?-Me aleje de él y lo mire extrañada. Mientras él tenía una hermosa sonrisa traviesa en sus labios.

-Quería que fuera una sorpresa. Y vaya que te sorprendí. Si hubieras visto tu cara de espanto. Por cierto te ves horrible asustada, enserio eres fea así-Hizo una cara de asco y le di un golpe en el estómago como venganza. Lo miré pensativa mientras él se retorcía de dolor.

¿En serio me veo fea cuando me espanto? Nah, claro que no. Es obvio que soy hermosa. Asustada o no sigo siendo toda una diva.

-Golpeas como hombre. ¿De dónde sacas tanta fuerza?-se sobaba el estómago tratando de disminuir el dolor-mira esos brazos flácidos y desnutridos, ¿cómo es que golpean tan fuerte?-señalo mis brazos y yo fruncí el ceño -Cuéntame tu secreto pequeña sansón-me guiño el ojo pícaramente y le di otro golpe en el estómago el cual no lo había visto venir. Reí al ver su expresión de dolor.

-Para que aprendas a respetarme- aclaré mientras observaba como una bola de pelos andante venía hacia nosotros. Rocco. Lo tomé entre mis brazos y se lo lance a Austin, el gato clavo sus uñas en los brazos de su dueño. Él grito. -Llévate tu gato feo-concluí mientras reía. Él me miró ofendido.

-Lo único feo en este cuarto eres tú- Una sonrisa triunfadora se formó en sus labios mientras acariciaba a su gato. -Te extrañe fea. Extrañaba ver ese espantoso rostro tuyo-Si se pudiera matar con la mirada definitivamente él ya estaría muerto.

-¿Me trajiste un regalo idiota? Porque te juro que si te olvidaste de mi regalo te voy a matar. -Entrecerré mis ojos mientras lo amenazaba. El río y sacó una pequeña cajita de color violeta de su bolsillo. Dudo un momento y luego me la tendió. Mis ojos se iluminaron y tomé la cajita con toda la felicidad del mundo y la abrí. Era una pulsera. Tenía una pequeña paloma como dige. Era bellísima y me encantaba.

-Yo te ayudo a ponértela. -Agarro los dos extremos de la pulsera y rodeó mi muñeca con ella. Me quedaba de lujo. Empecé a mover mi muñeca en el aire de manera exagerada mientras veía como la pequeña palomita se movía de un lado a otro.

-¡Me encanta! -Lo abracé tan fuerte que por un momento pensé que lo había matado.

-Me alegro que te guste pequeña rata. -Dijo mientras sobaba mi cabeza como si fuera un animal, sonrió tiernamente -¿Conseguiste un novio mientras me fui?

-No... -luego pensé en el chico de ojos claros y razoné. -pero alguien está en la mira, solo falta que muerda mi anzuelo.

-¿A si? ¿Quién es el desgraciado que va a tener que aguantarte de novia? -le di un golpe en sus costillas y él se estrujó de dolor. - Ya extrañaba tus golpes todo el tiempo.

-Yo te extrañe a ti-Lo miré con una sonrisa sarcástica. Él me miro mal. Luego iba a decir algo pero calló. Parecía como si estuviera pensando en cómo darme una noticia de gran importancia. 

-Ay dios, no me digas que... -Mi tono expresaba una inmensa emoción-. Pero... ¿tú?. O sea eres guapo y fácilmente encontraras a tu chico sexy deseado. Bueno en fin lo que quiero decir es que ¡YO TE APOYARÉ!-Lentamente levanto unas de sus cejas como si estuviera mirando a una nueva especie de animal. Me tocó la frente con una de sus manos.

-No tienes fiebre, pero estas delirando. ¡Jay, no me digas que te volviste loca en una semana! -Tenía una mano en su mentón mientras hacia una pose de "pensativo". En realidad no entendí lo que quería decir así que...

-Yo te apoyaré-Junte mis cejas en señal de confusión. Él puso una mano en su frente y revoleó los ojos.

-Espero el día en que tú entiendas algo y tu cerebro dejé de ser un maní- agarró a su gato y se marchó.

¿Ah? ¿Qué fue eso? ¿Habré sido muy directa?

-Jay, tengo noticias -la voz de mi madre se escuchó en lo lejos de la habitación. Debía de ser algo malo. Definitivamente era algo malo, tenía un tono de voz bastante serio.
Fui hasta ella. Estaba en la sala sentada con una expresión seria. Estaba segura de que tenía una mala noticia que darme.

-¿Qué ocurre?

-Siéntate-obedecí y me senté en el sillón viejo que la abuela le había regalado a mama. Tome un cojín y lo abrace mientras me acomodaba. -Creo que tendremos que irnos de la ciudad por unos meses... -ni siquiera termino de hablar proteste.

-¡NO QUIERO IRME A NINGÚN LADO!

-Lo sé, es por eso que.... Decidí que lo mejor será que te quedes con tu padre estos meses- Me quedé en blanco. ¿Yo con mi padre? Solo podría estar bromeando. No es que odiara a mi padre, es solo que no sentía una conexión con él. No me sentía exactamente cómoda en su casa.

-Estas bromeando ¿no?

-Quisiera tener otra solución, pero es todo lo que tengo. Tú decides, te vas conmigo y tu hermano por unos meses o te quedas con tu padre y así no tendrás que alejarte de tus amigos.

La verdad no era la primera vez que mamá se iba de la ciudad. Su trabajo requería que se trasladase a la capital, pues allí se encontraba la casa central de la empresa en que trabajaba. Además, anteriormente ya me había quedado sola unas semanas. Pero ahora eran meses, la extrañaría. Pero tampoco quería irme con ella así que tendría que aceptarlo.

Tenía un buen punto. Mis amigos. Sería imposible no verlos por meses, no definitivamente tenía que quedarme. Pero la idea de quedarme con mi padre no era exactamente "tentadora". Después de tanto pensarlo. Suspiré y asentí.

-Tienes razón mama, no quiero irme. No puedo irme. Solo... ¿cuídate si? -La abrace mientras ella me correspondía el abrazo, me dio un beso en la frente mientras me acariciaba el cabello.

-Claro mi pequeña. Nos veremos cada fin de semana ¿de acuerdo? -asentí y la abrace más fuerte. Era la primera vez que pasaría tanto tiempo lejos de mi mama. Era un poco difícil de asimilar, pero era su trabajo y debía de comprenderlo, además solo serían unos meses, luego ella volvería.

¿Qué tan malo puede ser vivir con mi padre?

¿Qué tan malo puede ser vivir con mi padre?

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DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora