Secuela

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Secuela relacionada al segudo libro-

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Secuela relacionada al segudo libro-

La melena castaña se impulsaba en varias ondas que se mvían en una perfecta sincronía dandole un aire sensual a su figura. Sus tacones negros golpeteaban el suelo con firmeza arrasando las miradas de todos a su alrededor.  Se detuvo frente a un árbol mientras se acomodaba su chaqueta de cuero, una pequeña sonrisa se esbozó en sus labios al sentir la presencia de alguien detrás suyo.

-Sigues preciosa a pesar de los años. -la voz masculina hizo presencia en su entorno.

La castaña se giro haciendo contacto visual con el hombre, su sonrisa se ensanchó y no dudo en golpearlo. Obvio fue un golpe juguetón, no iba a lastimar a su mejor amigo.

-Supongo que algunas cosas no cambian con los años. -Inquirió ella con seguridad mientras observaba a su alrededor con cautela- No estamos solos.

Ella había percibido la precencia de unos hombres siguiendola desde el aeropuerto, había tratado de despistarlos de su trayecto pero había sido en vano. Esos hombres eran verdaderos espías no era fácil hacer que perdieran el rastro.

-Lo sé, ya aprendi a vivir con esto. -Entablo en muchacho con desinterés mientras se giraba para observar a tres hombres a unos metros de ellos- Ayer solo eran dos, veo que van aumentando.

-No me agrada- Inquirió la castaña mientras fruncia el ceño.

-Pues si no te agradan, a mi tampoco. -Antes de que la mujer pudiera responder, los tres hombres cayeron al suelo con las miradas perdidas sin signos de vida. Sus ojos se habían vuelto negros como si le hubieran arrebatados sus almas.

-¡Iam no era necesario que los mataras! -Chillo la mujer mientras lo agarraba del brazo y lo alejaba del lugar. -Sabes que esa oscuridad puede controlarte si abusas de tu poder. -Exclamó mientras se alejaba del pequeño parque en donde se encontraban.

-Dijiste que no te agradaban, no veo el problema. -Inquirió el chico indignado mientras se soltaba del agarre de la castaña.

-Sabes que ya no eres el mismo, algo cambió en ti y me preocupa que en cualquier momento te descontroles y te pierdas en esa oscuridad -La mujer lo estaba riñendo sin embargo él solo sonreía de manera burlona ante sus argumentos- Te necesito de mi lado Iam, sin ti no podremos recuperar a Jay.

-Tanto drama -Bufó el muchacho- ¿Tu hermana ni siquiera te quería sabes? -Dijo con una sonrisa burlona, la castaña solo suspiró exasperada y aceleró el paso en dirección opuesta a él. - ¡Vamos Anabett no te enojes!

No era la primera vez que él la hacia enojar, siempre hacia bromas sobre la rara relación entre ella y su hermana, Jay parecía odiarla y Anabett parecía amarla. Él no entendía, sin embargo ella tampoco nunca se esforzó en explicarle el motivo de su apego hacia su hermana

-Iam eres un imbécil, sinceramente preferiría a cualquier persona antes que a ti, pero desgraciadamente mi hermana te eligió a ti, así que no me queda de otra que aguantarte. -Se quejó mientras aceleraba su paso hacia un edificio enfrente suyo. Iam le seguía el paso con una sonrisa burlona mientras escuchaba sus plagueos. Obviamente él disfrutaba hacerla enfadar, era como su pasatiempo, su juguete en casos de aburrimiento. Y es que la tolerancia de Anabett Langel es bastante fina.

-Estos diesciocho años he sido tu único amigo, así que creo que soy exactamente la persona con la que quieres estar en estos momentos. -Ella solo revoleó sus ojos ignorandolo por completo. Desde que Jay había muerto se había vuelto insoportable sin excluir el pequeño detalle de que se había convertido en una maquina de matar, y si, es literal. Era el mismo diablo en persona.

-¿Estas diciendo que no me vas a dejar entrar porque no tengo un pase? -Ambos se detuvieron al oir a la muchacha en la puerta del edificio. -Si no me dejas entrar en este mismo instante meteré tu trasero en esa cubeta y créeme que no será lindo. -Amenazó la rubia mientras lo fulminaba con la mirada.

Iam sonrió al oirla mientras Anabett solo suspiraba escuchando las groserias de su hermana.

-Nunca cambiará -Esbozó Iam con una autentica sonrisa en sus labios.

Anabett solo siguió observandola, había algo distinto en ella.

-Sin embargo..  algo en ella esta cambiando -Interrumpió la castaña mientras señalaba a la muchacha. Iam observó lo que estaba mostrandole y una expresión de desconcierto se enmarcó en su rostro al ver a Jay manipulando al hombre enfrente suyo mientras una corriente de aire parecía volverse loca a su alrededor. Las hojas de los árboles se arremonilaban a su alrededor como si una tormenta estuviera acercándose. Ambos detectaron la energía que empezaba a emanar ese lugar.

-Está controlando su mente -Susurro la castaña mientras se acercaba sigilosamente sin que la observaran- Te dije que Jay tenía un don especial.

-Sinceramente crei que estabas loca -Entabló Iam mientras seguia con su mirada fija en Jay- Bueno en realidad sigo creyendo que estas loca. -Anabett solo revoleo sus ojos ignorando su comentario.

-Tengo una teoría y la única manera de poder confirmar esa teoría es conociendo a Jay -Iam se puso rígido al oírla decir eso- No podemos seguir escondiéndonos, hemos estado diesciocho años observándola desde lejos, es hora de conocerla.

-Aún no.  -Se nego Iam mientras se giraba dispuesto a alejarse del lugar.

-Ya no puedes esconderte, es hora de empezar con nuestro plan y recuperar a Jay. -Exclamó Anabett mientras intentaba alcanzarlo.

-¿Y si no vuelve? Prefiero verla desde lejos haciendo su vida de manera tranquila, que meterla en esto nuevamente, ella no sabe lo que es y es mejor que siga sin saberlo.

Anabett paró en seco al ver que unos hombres se acercaban a Jay. Eran hombres vestidos igual a los que Iam había asesinado. No sólo estaba siguiendolos a ellos, estaban siguiendo a Jay.

-Estas seguro de eso? -Cuestiono la mujer mientras observaba a los hombres acercarse a Jay. - Ya no hay tiempo Iam -Él observó a Jay- Ellos ya la encontraron y es hora de que ella nos encuentre.

 - Ya no hay tiempo Iam -Él observó a Jay- Ellos ya la encontraron y es hora de que ella nos encuentre

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