Herencia

Miedo

Se sentía cansado, el ritual para ayudar a Tom había tomado más de sí de lo que pensó, quería seguir dormido pero sabía no podía además tenía cosas que hacer, entre ellas visitar a cierto lobo y perro, aún sin querer abrió sus ojos con cansancio solo para encontrarse recargado sobre un fuerte pecho sonrojándose al instante, alzó su rostro encontrándose con una bella mirada roja y azul, lucia diferente pero su instinto le decía que esa persona, ese rostro era de su pareja

- ¿Tom? - preguntó inseguro 

- Tranquilo debes descansar - habló con suavidad 

- Yo... Tengo cosas que hacer - trato de levantarse pero fue detenido por el mayor quien lo retuvo entre sus brazos

- No, aún te ves mal, ¿Porqué no me dijiste sobre la sangre? Sabes lo preocupado que estuve cuando caíste inconsciente? - regaño 

- No quería que te preocuparas o dijeras que no - contestó en voz baja 

- Pero aun así me preocupe, estuve asustado cuando no despertaste esta mañana tuve que traer a Severus- frunció el ceño mientras el menor bajaba la mirada - Ayham - llamó 

- Lo siento - susurro el pelinegro

- No te disculpes solo no lo vuelas hacer nunca - tomó el mentón del menor alzando así su rostro para darle un suave beso - Ahora dime ¿que es eso tan importante como para que quieras levantarte aunque no deberías? - alzó la ceja

- Yo tengo que mandar unas cartas... Y encontrarme con Cedric - respondió el menor

- ¡Otra vez el chico Hufflepuff! - gruñó sorprendiendo se así mismo sabía que era posesivo con su ángel pero ahora no quería separarse de el, esa fue la razón por la que sabiendo que tenía una reunión con sus mortífagos no asistió, quería tener al menor cerca en cada segundo del día

- Si, otra vez él - rió el menor - solo quiero saber como reaccionó el viejo con el artículo del profeta tal vez y me de el recuerdo para que podamos verlo juntos en el pensadero - sonrió 

- No, iré contigo a ver al chico Hufflepuff - gruñó de nueva cuenta enterrando su rostro en el cuello del menor para oler su dulce aroma

- Tom - dijo en voz baja sonrojado, pero antes de que pudiera decir o hacer algo el miedo le golpeo, la sensación de unas manos recorriendo su cuerpo en contra de su voluntad le hizo temblar violentamente 

- Ayham ¿Qué fue eso? - preguntó estupefacto un momento estaba sintiendo el dulce aroma de su niño y al siguiente un intenso miedo lo inundo, ese miedo no le pertenecía, confundido vio a su ángel que temblaba violentamente

- N-nada - respondió intentando sonreir 

- Ayham - gruñó - ¿Tienes miedo de mí? - interrogó un poco dolido

- ¡No! - gritó al instante después de escuchar lo dicho por Tom

- ¿Entonces? - la seriedad y preocupación se notaba en su voz y ojos

- Por favor Tom no preguntes... Jamás tendré miedo de ti - coloco sus manos en la cara del mayor 

- Ayham dime ¿Acaso no confías en mi? - puso su manos sobre las del menor sintiendo claramente el temblor en estas

- No es eso... Es solo que... Tengo miedo - las lagrimas se encontraban en el borde sus ojos

- ¡Ves tienes miedo de mi! - habló molesto

- No Tom de ti nunca... Tengo miedo de recordar... - sin aguantar mas un sollozo salió de sus labios, había olvidado completamente la unión entre ellos, luego de tantos años bloqueada la olvido pero ahora que Tom ya no tenía sus horrocruxces esta se desbloqueo, eso significaba que tendría que contarle todo a Tom o el mismo podría descubrirlo cuando aprendiera a controlar la unión