Conversación

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No podía dejar de pensar en lo que leyó en el libro-diario que Ayham le presto, estaba seguro que su niño nunca termino de leer el libro y teniendo en cuenta por todo lo que paso su ángel entendía el porque, ahora tenía muchas respuestas incluso de dudas que no sabia que estaban ahí, pero un problema más grande surgió '¿Cómo le explicare a Ayham muchas de las cosas que están aquí?' un pequeño dolor de cabeza comenzaba a formar lo mejor que podía hacer era preguntar para asegurarse, esperaba mientras seguía leyendo aquel libro, daba gracias que desde muy temprana edad tuvo el habito de leer por lo que solo llevaba  poco mas de dos semanas con el libro y pronto lo terminaría, aunque ni el mismo supo de cuantas páginas estaba compuesto pues era un diario mágico cuando necesitara nuevas páginas en blanco aparecerían, giro su cabeza cuando escucho como pasos se acercaba a la habitación y el único que conocía seria capaz de hacer  tal cosa seria su ángel, sonrió al verlo entrar

- ¡Tom! - llamó con una sonrisa en su rostro pero aún así se notaba en cansancio en el menor

- ¿Cómo te fue? - preguntó al momento que Ayham se sentó junto a el 

- A penas logre convencer a la reportera que atrase un poco más la publicación de esos dos artículos - suspiro para después inclinarse y así recargarse en el mayor 

- Ayham ¿Puedo hacerte una pregunta? - miro al menor quien alzó su cabeza para ver a Tom

- Ya la hiciste - una pequeña risa salio de sus labios

- Cierto - asintió con la cabeza - ¿Terminaste de leer el libro? - levanto su mano en la cual tenia el libro 

- La verdad no - un ligero rubor apareció en las mejillas del menor - Creo que solo leí la mitad - baja su mirada avergonzado, Tom suspiro 'Tengo que decirle' penso el mayor

- ¿Tienes alguna idea de porque pareces tener entre 17 y 18 cuando deberías aparentar por lo menos 25? - vio al menor quien le regreso una mirada confuso

- ¿Debería de verme mayor? - ladeo un poco su cabeza 

- Si deberías de tener ya 68 años y según esto - señalo el libro - La edad en que un Angellius empieza a envejecer mas lento es a los 20 de ahí aparentan estar en sus veinte hasta los 95 años pasada esa edad aparentan estar en sus 30 hasta los 200 y así por eso yo aparento entre 24 y 25 años pero tu no - hablo mientras el menor se ponía mas serio con cada palabra que decía Tom

- ¿Crees que tenga que ver con el hecho que estuve en el limite entre la vida y la muerte durante 53 años? - cuestionó preocupado

- Probablemente, pero hay algo más - hizo una pequeña pausa - hay una razón para que su edad avance mas lento a partir de los 20 - Tom observo como el menor se acomodaba para quedar sentado en la cama

- ¿Qué razón Tom? - Ayham tenia verdadera curiosidad, pues si fuera algo malo Tom lo habría dicho ya sin dar muchas vueltas al asunto 

- Madurez - respondió 

- ¿Madurez? - ahora si estaba confundido ¿A qué se refería su pareja?

- Si madurez en todos los sentidos, mental y física, pero al momento en que fuiste asesinado ya que tu alma siguió viva por decirlo de algún modo, pero tu cuerpo no, fue como si una brecha se hiciera entre tu cuerpo y alma, al momento que regresaste o reviviste para compensar la brecha su cuerpo fue obligado a tener mas edad que cuando moriste, pero eso significa que físicamente no tienes la madurez que deberías, yo por el contrario tuve cuerpo hasta hace 14 años por lo que la brecha fue muy corta por eso yo no tengo ningún problema, pero... - 

- ¿Tom a donde quieres llegar? - el menor se dio cuenta que había algo que Tom quería decir pero no podía o no encontraba la forma de hacerlo

- Ayham nuestras edades físicas están disparejas algo que no debería de ser - se empezaba a desesperar quería decirle a su niño lo que descubrió pero no sabia como lo tomaría 

- ¿No entiendo cómo nos afecta eso? - Ayham recargo su rostro en su manos divirtiéndose internamente porque Tom alguien que siempre se considero un genio no tenia forma de explicarle lo que sea que le quería decir 

Tom dio un ligero gruñido esto era tan bochornoso, suspiro - ¿Sabes que los Angellius son criaturas muy... Activas y coquetas? - esperaba que su ángel captara lo que quería decir 

- ¿Activas y coquetas? - repitió confuso, de un momento otro abrió sus ojos con la sorpresa clara en ellos - ¿Quieres decir que?... - sus mejillas se pusieron ligeremente rojas - Pero yo no... - su mente se quedo en blanco por unos segundos - Por eso es que mencionaste la diferencia... Tom yo... - bajo su mirada

- Lo se Ayham - tomo el mentón de su niño para obligarlo a que lo mirara a los ojos - y Entiendo... Pero eso nos da muchas explicaciones no crees - Cambio el rumbo de la conversación para no incomodar a su niño aunque nunca pensó que eso fuera tan literal en su situación actual - Según esto soy parte Angellius gracias a tu sangre pero mis sentidos e instintos son mas fuertes que los tuyos cuando debería de ser al revés, si aún no has alcanzado tu madurez física eso explica el porque - observo a su ángel quien aún trataba de procesar la información que le dio el mayor, Tom se acercó para besar la frente de Ayham y luego envolverlo con sus brazos, su amor aún no estaba listo para más

Tenia su mano en el puente de su nariz mientras trataba de tranquilizarse, uno de sus mortífagos le acababa de informar que el ministerio no estaba haciendo caso a lo ultimo que había dicho y todo debido a que el maldito de Dumbledore estaba moviendo sus hilos, mataría a la cabra, sin querer seguir ahí salio de la sala de reuniones, los últimos días sus instintos estaban peor que nunca, ahora entendía a los hombres lobo y su necesidad de sus parejas, pero por Merlin que tenia que calmarlos no quería lastimar a su ángel, por estar metido en sus pensamiento no se dio cuenta cuando llego a su habitación, pero al abrir la puerta el olor de Ayham le llego, a una velocidad inhumana llego al menor quien estaba leyendo, desde su charla hace unos días no despegaba su mirada de el, con rapidez se lanzo al menor, enterrando su rostro en el cuello de Ayham 

- ¿Tom? - escucho la voz de su angel, parpadeo y se alejo, las cosas empeoraban - ¿Paso otra vez verdad? - preguntó en voz baja 

- Lo siento - susurro el mayor aún alejado de su niño 

- No, Tom es mi culpa - se levanto para aproximarse al mayor - Si tan solo no tuviera tanto miedo - la voz baja y llena de culpa hizo que Tom dirigiera su mirada a su niño

- Ayham no es tu culpa sino de ese idiota de Dumbledore - abrazo al menor quien enterró su rostro en el pecho del mayor - Ya encontraremos una solución - de verdad Tom esperaba encontrar una manera de retener sus instintos que le gritaban por su Ayham

HerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora