Suicidarse no es una opción. (KatsuDeku).

Capítulo 1: Desaparecer.

Era un día más, esta vez diferente, sentía una presión en mi pecho al recordar todo lo que he estado aguantando.

Me encuentro en mi ventana, prácticamente vivo en uno de los pisos más altos, no obstante tenía buenas vistas, tan bonitas que se podía ver el mar por encima de las casas a lo lejos. Ese iba a ser mi último recuerdo, tirarme al vacío mientras miro al frente.

Recuerdo cuando Kacchan y yo eramos mejores amigos, en la infancia, cuando yo estaba para él,y el para mí. Todo acabó en cuanto mi único amigo, era al que realmente lo consideraba, obtuvo su Quirk.

!Era genial¡ !Ojalá obtener el mío pronto! decía, aquellas palabras se me clavaron como puñales en el pecho, no tengo particularidad. Buscaba el consuelo de mi madre,y el apoyo en Kacchan, pero no me esperaba lo siguiente: A raíz de hoy, sufro acoso por parte del que era mi mejor amigo, todo porque yo, era un normal.

Pasé por humillaciones, me quedé solo, nadie estaba de mi lado, solo veía fatídicas miradas que se leían en sus ojos un: ¨Pobrecito...¨sí, mucha pena, pero nadie me ayudaba, era como un repelente, pensaba que Kacchan sólo buscaba que me quedase sólo, sin amigos.

Pero iba más allá de ello, nuestra rivalidad era legendaria, más bien el odio que tenía él hacia a mi, intenté razonar con él, pero sólo me llevaba insultos, golpes y más insultos.

FlashBack:

- Oe Deku. . . !Cómo siempre en mi camino¡.- Vociferó aquél rubio que parecía incluso más mayor, pero teníamos la misma edad. La expresión de Kacchan era completa de enrabietada ira, pero se veía en sus ojos la maldad acumulada, una mueca que para él era una sonrisa, hacía que temblase cual flan, ¿Qué hice ahora? ¿En su camino? Pero si el pasillo es enorme, cabe casi media clase entera, encima estaba pegado a la pared, cosa que el altivo y mismísimo chico explosivo no pasó por alto.

Sabía de sobra que no hice nada, sólo buscaba una excusa para poder destrozarme cómo hace cada día.

- Ka-Kacchan. . . pero si no he hecho nada que te mo-moleste. . .- No me atrevía a encararlo, en cuanto conectaba mis orbes con los suyos en una furtiva mirada, era como un efecto monótono, tenía y siempre tendré miedo.

- Oh..¿¡Encima te atreves a reprocharme?! ¿¡Te burlas de MÍ?!. -En un acto imprudente, los gritos del más alto hizo que más de una persona que se encontraba también allí, llamase la atención, no...otra vez no..

Como acción seguida a sus rutinos insultos, su zurda me agarró con fuerza del cuello de mi camisa, levantandome cómo si fuese de plástico. Este apretó con fuerza la dicha prenda que quedaba arrugada, comenzando a zarandearme contra la pared, yo sólo cerraba los ojos y aguantaba las lágrimas.

¨¡Eres un sin particularidad!¨. ¨¡Un don nadie, estás sólo y morirás sólo, nadie querrá estar con un simple inútil y normal!¨ 

Decía, una y otra vez, decía lo mismo pero con palabras distintas, aunque con el mismo significado. En cuanto abrí mis ojos, veía a algunos mirandome con lástima. Como siempre. Y otros con fingida pena, se reían, no podían evitarlo, a poco, todos empezaron a reírse en ese incómodo pasillo. Las risas de Kacchan, de sus amigos, de todos, eran como eco a mis oídos.

No podía más, apretando mis puños, con una gran impotencia acumulada, y un ahogadizo nudo en mi garganta, empujé a Kacchan, dicha acción provocó que me soltase, y este me mirase con más enfado del que ya tenía, sus ojos ardían como el fuego, y se podía notar las venas marcadas en la curva de su cuello, y sus nudillos tan blancos de tanto apretarlos, quería darme una paliza, pero esta vez no.

Levanté mi mirada, mis ojos estaban llenos de lágrimas que sin cesar salieron del filo de los orbes, cayendo como goterones en mi rostro, acariciando y empapando mis mejillas.

- Basta por favor...ya vale...- Antes de que Kacchan pudiese decir algo más, salí corriendo de allí, en dirección a la salida, menos mal que estábamos a ultima hora.

Si mal no recuerdo, la mirada de mi ex mejor amigo, en cuánto miró mi rostro, todas las venas que estaban marcadas en cuello, frente y manos, desaparecieron, y sus ojos se cristalizaron de tal forma que parecía que iba a romper a llorar, ¿Por qué? El ya está acostumbrado a verme así, no puedo darle pena ahora, no ahora Kacchan, me voy, no puedo más, lo siento, quizás aquella mirada sólo sea producto de mi imaginación, de mi deseo de hacerle entender de que soy humano, y quiero ser feliz.

- !Es un mounstruo¡.- Dije en un grito ahogado, sollozando mientras corría, me había destrozado, era lo que él quería, mi mente tuvo ese límite y ya tocó su fin.

Fin del Flashback.

Estaba sentado en el filo de la ventana, más bien del balcón, mis piernas colgaban como cortinas en el aire al estar sentado mirando al frente, el frío congelaba mis huesos, mi alma y mi corazón, si All Might supiera lo que iba a hacer. . . ¿Me salvaría?

Era de noche, y desde este medio día, aún lloraba, mi madre dormía, y yo dormiré para siempre.

Miré ahora hacia abajo, tenía miedo de morir, pero más lo tengo de vivir, ¿Qué me deparará en el futuro si me va muy mal en el presente? ¿Tan difícil es vivir?

Clavé mis uñas en el hormigón de lo que estaba hecho el balcón, mi pulso temblaba y la tristeza se colaba por todo lo que de mí, existe.

- Perdóname Mamá...- Dije sin poder evitar de nuevo, otra vez esas molestas lágrimas, que ardían y escozían mis ojos, ojalá hubiese conocido a All Might, ¿Él me ignoraría al no tener particularidad?. . . Qué tonterías digo, mi héroe es genial, él no es así, el....siempre que está, todo va a estar bien...

Y tragando saliva, volviendo a mirar al oscuro cielo, sin mirar hacia abajo, tuve el valor de, soltarme y tirarme, sintiendo ahora como mi cuerpo era consumido por el rápido viento de la caída y la ligera gravedad, cómo este actuaba solo y caía en picado, pero...para mí era lento, era una caída lenta, mientras miraba a la luna, testigo de mi suicidio, en mi mente se agolparon en segundos todos los recuerdos a lo largo de mi vida.

La sonrisa de mi madre. . .Los buenos momentos con Kacchan. . .Mi ilusión por All Might...Cuando todo era normal y aprendí a vivir siendo un normal, y justo cuando iba a darme el golpe de gracia, que acabaría con mi vida, hubo un último recuerdo, Kacchan, actualmente, sonriendome amable y tendiéndome la mano...Las lágrimas volaron en cuanto mi mente creó aquella imagen, no era un recuerdo, era un deseo, cosa que nunca se cumplió. Aquella imagen se borró de mi cabeza en cuanto todo se volvió negro, a pesar de todo yo lo quiero.

Continuará....

( Sorry, sé que fue muy corto, intentaré hacerlo más largo cuando tenga tiempo, ¡Un beso!).