Suicidarse no es una opción. (KatsuDeku).

Capítulo 4: Acoso por doble.

( Juro que después de todo lo que pase Midoriya, habrá más alegría, no me matéis, nos vamos acercando poco a poco al núcleo de la historia, Disfrutadlo :3).

Sentía una presión en mi pecho, algo me decía que algo no andaba bien, debería dejar de tener tantas falsas ilusiones, no puedo replantearme que algo va a pasar por mera coincidencia o premonición.

– Tu....maldito cobarde..... – Dijo la persona que, apretaba sus puños y mantenía la mirada de un león furioso apunto de atacar a su presa.

– Kacchan...cu-cuanto tiempo...– No sabía que decir, me abofetee mentalmente cuando dije eso, parecía que me burlaba de él, y como no, el mayor no lo pasó por alto, ya dándole el ligero TIC cuando estaba a punto de estallar, sin embargo continué hablando.

– Verás... A-A ver....uhmm...siento...siento lo que hice...no quería que cargarás con algo así... No debí hacerlo.. – Comenté un tanto cabizbajo, pero mis ojos estaban mirando el rostro del único receptor que me escuchaba.

– ¿Por qué lo sientes? ¿Realmente crees que me importa tu intento de llamar la atención? ¿Tan patético eres...Deku que...tienes que hacer esto, para dejar de ser un don NADIE? ¡Pues que sepas, jodido gilipollas que has quedado peor de lo que eras! ¡AHORA TE JODES, DEBERÍAS HABERTE MATADO CON TUS TONTERÍAS, DEBERÍAS HABERTE ESTRELLADO LA CABEZA CONTRA UN BORDILLO! ¡Ahhhhgg¡ Dekuuuu.....– Sus palabras eran filas agujas que se clavaban por todo mi cuerpo, me estaba diciendo cosas que realmente era todo lo contrario a lo que dijo el Kacchan de mis sueños....Soy un idiota.

Después de lo dicho por parte de mi ex mejor amigo, hubo un rotundo e incómodo silencio que invadió aquello, sonando sólo el eco de sus palabras quebrarse dentro de mi corazón, estaba destrozado, más que nunca, decepción tras decepción, no podía soportarlo, pero a pesar de esto, tenía que ser fuerte, seguir adelante y cumplir la promesa que le hice a mi madre.

Es lo que haría un auténtico héroe.

– Dime...Deku...¿Pensabas que me darías lástima con tu mierda del suicidio? Imbécil, inútil, ¡DEBERÍAS MORIRTE DE VERDAS! ¡AHORA TE ODIO CON MÁS INTENSIDAD!...Neee Dekuu...¿Por qué no intentas suicidarte otra vez? Quizás esta vez no falles y te vas al otro mundo, ¡QUIZÁS EN TU OTRA VIDA CONSIGAS UN MÍSERO QUIRK!

No pude contener las lágrimas que se agolparon en mis ojos, sus palabras eran tan duras que sin duda, me hacia dar cuenta de lo idiota que fui al pensar que el tendría el más mínimo remordimiento.
Unas poderosas ganas de vomitar fue la que me entraron en ese momento, del estrés, de esta tortura presión, necesitaba alejarme de Kacchan.

Él no era...buena persona.

– Creo que esta conversación se ha acabado....Gracias Kacchan, por hacerme abrir los ojos de lo ingenuo que fui.

Solté con lástima, lo dije con una voz tan rota que no sabía si quiera cómo podía articular aquello, y sin más, me metí a clase, dejándolo a él, sólo, con su odio y su ira en aquél pasillo silencioso.

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Había pasado gran parte del día sintiendo murmuros de los demás al mirarme, era incómodo, me había convertido en el centro de la atención de forma negativa, nunca quise ser alguien que destaque, sea bueno o malo, esto era demasiado para mí, al parecer me viene peor de lo que pensé.

Pero realmente yo quería irme de este mundo, quería dejar de estorbar en un lugar de los grandes.

Sólo soy un bulto en la sociedad, recordaba una y otra vez lo sucedido con Kacchan y me estaba matando por dentro.

Sumergido en mis pensamientos, escuché que alguien me daba un golpe leve, pero punzante, justo en la pierna que tenía mala. Soltando un quejido de dolor, levanté mi mirada para ver al causante de aquello y era uno de los amigos de Kacchan.