Suicidarse no es una opción. (KatsuDeku).

Capítulo 6: Mi deseo en un sueño.

××ו Desperté en un lugar cálido, recordaba que me había quedado dormido sobre el sofá de mi casa, sin embargo podía sentir un ligero calor en mi piel, era agradable, a pesar de estar en un lugar que no había visto en mi vida, era como un desierto por la noche, el cielo tenía demasiadas estrellas, incluso asteroides con forma heroica, se podían ver los planetas tan cerca que parecía estar a pocos minutos de ir volando hacia allá, la aurora boreal acariciaba la neblina que se mezclaba y se levantaba con el viento, la arena estaba caliente, como si de día el sol haya recalentado todo, pedazos de cristal diminutos daban la sensación de que la dicha tenía diamantes, brillaba y se veía lindo, me agaché un poco para deslizar la palma de mi mano sobre la arena, formando una S del tamaño de mi diestra, aunque esta desaparecía en seguida a medida que el viento soplaba con un poco más de vehemencia.

Me di cuenta, que portaba una camisa color blanco básico, de manga corta, y unos pantalones piratas del mismo color, el claro de la luna hacia ver que en mis dos brazos estaba lleno de cortes verticales, incluso algún que otro horizontal.

Mi expresión cambió a una opaca, mis cejas tiraron hacía arriba dándome un rostro triste, era lo que sentí al ver aquello que me hacía muchas a veces a diario.

El aire esta vez azotó con fuerza la arena, provocando que esta se levante tan bruscamente que hizo una ola, golpeando mi rostro, al segundo lleve mis manos a mi cara, restregando mis dedos por mis párpados, las pepitas de arena se habían colado por mis retinas y me picaba, me había dando con violencia y eso ya me empezaba incomodar, una vez haber rascado lo suficiente mis orbes, los abrí con cuidado y miré al frente, había una persona a lo lejos, vestida con la mismo ropa que yo, pero de color negro, su paso era encorvado y lento, sin ánimo de prisa, podía distinguir a medida que se acercaba un cabello alborotado en punta, el color vino a mi vista, rubio.

El viento volvió a soplar con violencia, la aurora boreal se movió con tanta rapidez que parecía estar incómoda, los planetas se alinearon en grupo, cómo si tuviesen miedo de aquella persona, a medida que aquél individuo venía, se me hacia familiar, muy familiar, donde pisaba la arena se removía con brusquedad, atacando ahora mis gemelos desnudos, mis pies descalzos, levantando esta, casi dándome al rostro, tuve que tapar mi visión y cerrar la boca para que no vuelva a entrar como hace un momento.

Esto era un mundo paralelo.

– Deku....– De inmediato reconocí aquella voz, aparté la mano de mi rostro y volví a mirar, achicando los ojos para poder visualizarlo, entonces vi que él, era Kacchan.
Retrocedí unos pasos, con miedo, le tenía miedo, y la arena hizo que cayera de culo, me arrastré hacia atrás, si el se acercaba, yo me alejaba.

– Kacchan....

– ¿Por qué temes? ¿Piensas que te voy a hacer más daño del que te hace el "Kacchan" de tu realidad?

Sabía a lo se refería. Este volvió a suspirar, y se acercó lo suficiente para quedar a unos pasos en frente de mi, me fijé que el también estaba descalzo.
Y finalmente, el se agachó, mirándome en posición de cuclillas, yo sólo lo miraba con miedo y desconfianza, y el parecía notarlo.

– Soy el Kacchan de tus sueños, el que te devolvió la vida en aquél hospital, en tu sueño cuando te tiraste de la ventana al vacío, yo...Soy lo que tu quieres que sea.–

Mi corazón se había congelado, sentí que el tiempo se había detenido, sentía que los planetas, la arena, la aurora, las estrellas y la luna, mantenían silencio sólo para escucharnos.

– Mira tus brazos, están llenos de lineas, se ve feo así.– Me dijo, y con un chasquido de dedos, resonando eco, hizo que todos mis cortes formasen lineas coloridas y estrelladas, me impresionó tanto aquello que fue causante de mi sonrisa, parecían pequeños tatuajes, era lindo así, Kacchan notó que sonreía, y me di cuenta que el también lo hizo.