Capítulo 1

4.7K 223 59
                                    

ADVERTENCIA | ACLARACIÓN

En esta historia estoy presentando un tema delicado. Puede que en cada país sea visto y tratado distinto o que simplemente haya otros factores que determinan su opinión (genero, entorno/diferencias culturales, experiencias personales, edad etc.) Puede que algunas personas reconozcan su existencia y su gravedad, puede que a otras les parezca una tontería. Puede que para algunos hasta sea un tabú. Sobre todo porque en esta historia el género afectado no será el femenino.

Por lo tanto, vamos a dejar algo claro ¿de acuerdo? Es necesario que tengamos la mente abierta a la hora de leer y comentar. No estoy prohibiendo opiniones, son libres de creer lo que quieran pero hay que tener cuidado a la hora de escribir comentarios ácidos, incluso si sólo se dirigen a mis personajes. Quiero que recuerden siempre que se trata de un tema delicado y (quizá no para todos) insólito.

Es muy probable que por ahora esta nota no sea muy clara, me costó trabajo escribirla sin revelar cosas de la historia (que sólo deben ser relevadas al leer los capítulos). Creo que a medida que vayan leyendo, entenderán lo que quiero decir.

Por último quiero aclarar que intenté informarme lo mejor que pude acerca del tema que estoy presentando. Quise saber cómo pasa, qué consecuencias tiene y otros detalles de este tipo. Aunque debo mencionar que quizá no todas las personas reaccionan igual, quizá no a todos les afecta de la misma manera sino que el carácter tiene su influencia.

Gracias por tener paciencia y leer esto, de verdad era muy importante.

¡Espero que disfruten lalectura!    

Capítulo 1

Narra Eduardo

Casi puedo predecir lo que pasará cuando entre por esta puerta. Mi esposa me armará un escándalo por haber llegado tan tarde. Me reclamará haberla dejado sola en un día tan importante como lo es nuestro aniversario. Y claro que lo es. ¿Pero que podía hacer? ¿Posponer las grabaciones? No soy nadie para mandar y establecer los horarios. Por más que valoren mi trabajo; eso no me da semejante derecho.

Evito suspirar e ingreso a la casa, buscando ser silencioso. Por si está durmiendo. No, ¿a quién trato de engañar? Las luces están encendidas, ella nunca las deja encendidas. Debo prepararme para el escándalo pero el problema es que es imposible, además no estoy de humor. Lo único que quiero es ducharme y luego acostarme. Me siento agotado, pegajoso. Cómo odio los días excesivamente calurosos, sobre todo si tengo que trabajar.

La entrada de la sala de estar está a mi derecha, así que en cuestión de segundos me veo llegar al cuarto mencionado. Enseguida cruzamos miradas. No se mueve. Permanece de brazos cruzados al lado de la ventana —por la que me habrá visto aparcar el coche—, su rostro encargándose de avisarme que estoy jodido.

—Lo siento. Fue un día largo y pesado.

Hace una mueca. Parece valerle mi escusa y casi puedo imaginarla decir que no le importa, que lo más importante en nuestras vidas es esta relación. Que no puedo dejarla plantada. La conozco tan bien, puedo leer su mente y descifrar su mirada.

—Ni una maldita llamada. —gruñe entre dientes

Me quedé sin pila. No lo digo en voz alta. Me limito a mirarla arrepentido.

—Sabes qué día es hoy.

—Por supuesto que lo sé. —replico

¿Acaso se le olvida que esta mañana le regalé flores? Por nada del mundo se me olvida que cumplimos dos años de casados.

Llámalo infierno © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora