Capítulo 31

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Este es el último capítulo de hoy.

Debo avisar que mañana termino la historia, faltan tres capítulos. Quisiera saber cómo ven el final o qué desean que pase. Yo ya lo tengo decidido pero quisiera ver sus opiniones. La historia de Eduardo y Daniela es muy compleja, fue muy difícil de escribir y en algunos lados hubiera podido hacer mejor trabajo. Pero me costó mucho trabajo incorporar todo lo que una relación abusiva conlleva, todos los comportamientos que encajan ahí, todos los efectos psicológicos (y no sólo psicológicos) en la víctima, todas sus emociones y sentimientos, sus reacciones, el proceso que sigue cuando empieza darse cuenta, las citas con la psicóloga... Ay, habría tanto que mencionar.

El punto es que fue un proyecto difícil, lo empecé el 8 de marzo(me refiero al documento Word no a la fecha de publicación en Wattpad) y apenas esta semana lo terminé. No solía tomarme tanto escribir una historia.

Espero que les haya gustado pero sobre todo espero no haber ofrecido informaciones erróneas sobre el tema, ese es mi mayor miedo.

Bueno, me callo por ahora. Los dejo leer el capítulo.

¡Y gracias por llegar hasta aquí!


Capítulo 31

Narra Eduardo

En cuanto me pregunta si hay algo en lo que quiero enfocarme en la sesión de hoy, no necesito quedarme pensando en algo que decirle. Sé perfectamente lo que no me ha dejado tranquilo estos días, sobre todo después del último encuentro con Daniela...

—Quiero divorciarme de mi esposa y no puedo pasar a los hechos. —afirmo, mirando a los ojos a la mujer que tengo delante

—Entiendo... Vamos a ver. Tienes la opción de divorciarte. ¿Y qué es lo que pasa por tu mente en esta situación?

—Que soy injusto con ella. Que no le puedo hacer esto ahora que por fin está cambiando, está...

— ¿Es algo pasajero? ¿O sigues creyendo eso?

—Lo sigo creyendo —replico—. No puedo dejar de creerlo.

— ¿Y cómo te hace sentir?

—Culpable. Mal. Frustrado. Y en consecuencia, pospongo el divorcio. —añado antes de que alcance preguntarme sobre el comportamiento que prosigue; ya tengo bien memorado el modelo de las situaciones, emociones, comportamientos

—OK. ¿Trataste en casa el ejercicio para analizar los pensamientos automáticos?

—No. No pude. Me obsesiona la idea de que me estoy equivocando, me obsesiona ese cambio que vi en su actitud. No logro entender si tengo razón a la hora de pensar que no estoy haciendo las cosas bien...

—Bueno, vamos a intentarlo ahora. ¿Qué te parece?

—Estoy de acuerdo.

— ¿Prefieres que lo hagamos por escrito o sólo hablando?

—Hablando.

Siempre es más fácil cuando me guía. Aun cuando me sé parte de las técnicas y de las preguntas, no puedo concentrarme y llevarlo a cabo por mi cuenta. Y creo que debo echarle ganas, tarde o más temprano la terapia acabará... Y ella ya me aclaró que es importante poder poner en práctica todo lo que aprendo fuera de este consultorio. Si tan sólo pudiera lidiar con todo esto que siento...

Llámalo infierno © |COMPLETA|Where stories live. Discover now