Capítulo 7

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- ¡Es inaudito! -Grita con molestia Enrique, el de la toga amarilla, golpeando con rudeza la mesa asombrando a los Tetra que lo acompañan

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- ¡Es inaudito! -Grita con molestia Enrique, el de la toga amarilla, golpeando con rudeza la mesa asombrando a los Tetra que lo acompañan.

- Enrique cálmate, no te exasperes -habla Helena, la de la toga azul, acariciando su hombro -. Todos estamos preocupados por esta situación pero debemos mantenernos enfocados e idear una manera de terminar con todo esto.

- Eso lo entiendo Helena -le responde pellizcándose el puente de la nariz -, pero cómo no quieres que me moleste si están asesinando a nuestra gente ¡a nuestra gente! y no hemos podido hacer nada al respecto. -Expresa con frustración.

- Se supone que una de nuestras facultades es la de promover, prevenir y fomentar el bienestar de nuestra raza y no lo estamos haciendo -expresa Gloria, la de la toga roja -. Los asesinatos son cada vez más consecuentes y el lapso de tiempo transcurrido entre cada uno de ellos se va acortando. -Añade con melancolía.

- Señores comparto su molestia con respecto a este tema pero Helena tiene razón, debemos concentrarnos en resolver este gran problema. No ganamos nada dándonos golpes de pecho, hay que actuar y hay que hacerlo ahora. -Agrega con determinación Arturo, el de la toga verde.

- Eso es cierto señores. Con éste ya van 15 pérdidas fatales y, aunque aún no lo hemos visto, estoy segura que es el mismo modus operandi. -Comenta Helena.

- Y ahora también tenemos lo del señor Seis, otro suceso más por el cual preocuparnos. -Habla Gloria.

- Eso es un detalle que podemos dejar para más adelante, además, ¿quién nos asegura qué sea cierto? -Cuestiona Arturo - Estamos hablando de Seis Rumsfeld, el hombre que no se separa de su hijo. A lo mejor, solo sea una broma de Ethan y sus amigos.

- No hables así de él Arturo -lo enfrenta Gloria -. Todos conocemos a Seis y sabemos que la muerte de su esposa fue un duro golpe para él y su hijo. Lo único que él ha querido desde entonces es no ser un padre ausente.

- Sí Gloria, pero eso no quiere decir que deba pasar todo el santo día junto a su hijo -adiciona Helena -. Ethan también necesita cometer sus propios errores y aprender de ellos.

- Señores no se desvíen del tema, cálmense por favor -esta vez es Enrique quien habla -. Si bien es cierto que lo que nos comentó Seis es algo preocupante, no podemos asegurar aún nada hasta que no hablemos con el chico. Por ahora, nuestra mayor preocupación debe ser la seguridad de nuestra gente.

- Correcto Enrique, entonces ¿qué propones? -Interroga Helena.

- Tomar medidas de seguridad para nuestra gente. Implementar una alerta naranja que consista en que bajo ningún concepto los Naes deben estar solos, siempre deberán estar acompañados y en grupos, y si tienen habilidades diferentes mucho mejor. -Comienza Enrique.

- Pero Enrique eso sería angustiar a la comunidad. -Interrumpe Gloria.

- Posiblemente Gloria, pero ya no podemos seguir ocultándolo, y menos cuando los ataques producidos hasta ahora han sido aislados. Lo mejor es que el pueblo este prevenido -le informa Enrique -. No obstante, si alguno tiene un aporte que brindar, bienvenido sea. -Todos niegan con la cabeza en silencio.

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