5 Pavo real lee-mentes

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Sé que no soy la mejor persona para opinar que otra es rara, pero la chica de la piel azul sobrepasaba todas mis "rarezas". En primer lugar, me llevó al lado de un río, extendió una manta de picnic, y colocó un bocadillo con un zumo de naranja para mí. ¿Qué no le habéis encontrado nada raro a eso? Esperad a leer el resto.

Ella, después de hacer lo que he mencionado anteriormente, se empezó a acercar al río, cuando estuvo en el orilla, se tiró de cabeza al río.

Yo, que estaba lo más concentrado posible en comerme el bocadillo, al principio no me di cuenta de que la chica llevaba ya sus buenos 10 minutos sumergida. No es que contara los minutos... Bueno, a quién estoy engañando, cuando comía me gustaba que a cada minuto hubiera terminado de tragar el trozo, así que empezaba a contar los segundos mientras masticaba cada bocado, en fin, manías mías.

Pero eso no me importaba en ese momento, ya que en verdad me empecé a preocupar por la chica que acababa de conocer, lo cual no me solía pasar mucho, ya que nadie se tomaba esa confianza desde que dejé a una niña plantada en el escondite. Cuando iba a levantarme para ver si ella se había ahogado o me estaba haciendo una broma, ella salió del agua. Lo más extraño es que se había arreglado el pelo y cambiado de vestido, rara, ¿verdad?

Ella miró hacia mí y me puso una de sus sonrisas.

-¿Te has preocupado por mí?- no, no me iba a preocupar por una chica que ha estado, a mi parecer, 10 minutos sumergida, no.

Y por si no lo habéis notado, eso último era sarcasmo.

Creo que al ver mi cara ella intuyó la respuesta.

-Lo siento- expresó.- La verdad es que me sentía algo ahogada después de ese paseo por el campamento.

Ahora que lo recuerdo, si esa chica resultaba ser una náyade de verdad, no podría sobrevivir lejos de su fuente vital, lo cual dificultaba lo de la señora del vestido de novia. No es que realmente me asustara la amenaza que me hizo, siempre podía acabar como Perseo.

<<Lo dijo en plural, y héroes que terminan como Perseo no hay muchos. De hecho, en la antigüedad solo está Perseo>> dijo una voz en mi cabeza.

No tuve tiempo de sorprenderme, ya que Laya me distrajo al momento.

-¡Mira que pavo real más hermoso!- exclamó, señalando a una figura en el cielo.

<<Por supuesto que soy hermoso>> reclamó esa voz.

<<¿Eres un pavo?>> intenté comunicarme mentalmente con él.

<<Soy más que un pavo. Soy un pavo real. Tu madre me mandó a vigilarte y aconsejarte>> me contestó.

Y vi como esa figura se iba acercando a mí, dejando claro que Laya estaba en lo cierto, que por cierto, hablando de ella, cuando el pavo se posó, ella corrió a intentar tocarlo y a juguetear con sus plumas.

-Ah, y también puedo hablar- me dijo en mi cara.

Laya se puso a mirarme divertida, no sé si porque estaba acostumbrada, o porque le hacía gracia la cara que había puesto, porque yo me la notaba para foto... Y aún mejor después, ya que me desmayé...

***

-¡Pavo real parlante y lee-mentes!- grité nada más abrir los ojos e incorporarme de un salto.

Había cuatro personas a mi alrededor, ninguna que conociera. Uno, que parecía un duende, parecía estar partiéndose de risa por lo que había dicho. Una chica, con el cabello castaño y algo destrozado, lo digo porque tenía trenzas y estaba cortado de una forma horrible, le dio un codazo, que supuse que era un intento por callarlo. Lamentablemente, no funcionó.

-Vamos, Piper, "pavo real parlante y lee-mentes", salido de la boca de alguien que se acaba de levantar- dijo él entre carcajadas.

La chica, que se debía de llamar Piper, miró al rubio que había en la sala, o al otro rubio que había, quien sabe. Aunque después quedó claro que era el que estaba más cerca de ella porque fue el que intervino.

-Leo, acaba de llegar aquí, no creo que a ti te hubiera gustado que en tu primer día se rieran de una cosa que acabas de decir después de haberte desmayado- comentó este.

El chico duende, que por suposición deduje que se llamaba Leo, se calló, al mismo tiempo, que el otro rubio se acercaba a ellos y les decía:

-Adiós, que mi sombritas me está esperando- para luego salir corriendo del lugar.

-Bueno, ¿qué tal te sientes?- preguntó la chica.

-¿Dónde está la chica azul?- indagué, ya que me parecía una tontería de pregunta. ¡Estaba claro que mi cabeza acababa de explotar ahora mismo! Bueno, desde que vi al monstruo ese.

-¿Te refieres a la que vino contigo?- dijo Leo.- Se ha ido con su "novio". 

-¿Otro chico azul?- no me matéis, fue lo primero que pensé.

El rubio negó con la cabeza.

-No le hagas caso, no es su novio, lo único que son muy cercanos.

-¿El pavo existe?- también era una tontería, era consciente, pero era lo que me había hecho desmayarme.

<<Pues claro que existo. Eres igual a tu madre>> y de nuevo la voz en mi mente.

Antes de que ninguno pudiera responder, me levanté de la camilla y les dije:

-¿Sabéis qué? Ya da igual.

Y salí antes de que ninguno pudiera decir nada más.

Justo en ese momento me volví a acordar del sueño. Necesitaba a dos personas de confianza, ¿Laya estaría entre ella? ¿Y cuál sería la otra?

La llegada del pavo de parte de mi "madre", que estaba empezando a creer que era verdad, me hizo pensar que a lo mejor esa "profecía", porque estaba demasiado desorganizada para ser una, estaba a punto de empezar.

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Buff, como se nota que hoy si que tenía inspiración. (Iba a poner Cosas random para todos cuando me he dado cuenta de que no estoy en Vuelven a la carga) ¿Os está gustando la historia?

La cabaña de HeraWhere stories live. Discover now