Belle propaganda

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Se encontraban en el patio de la universidad Natalia y Marcos, pintando un lienzo de papel, dejando claro en grandes letras que las mujeres ya no habitan tan sólo en el plano doméstico. El sol arriba de sus cabezas parecía un huevo friéndose en una clara sartén. Oraba el lienzo: "¡La mujer pelea y se defiende violentamente de la agre..."

—Me gustaría ser un gorrión —dijo Natalia, mientras continuaba escribiendo en el lienzo.

—¿Un gorrión?, ¿por qué un gorrión? —interrogó Marcos incrédulo.

—Me gustan, su libertad de andar volando para todos lados rápidamente, robando comida de perros. Imagínate lo inmenso del cielo y todo para ti.

—Estás loca, qué animal más débil. A mí me gustaría ser una pantera o algo así.

—¡Él po!, la fiera salvaje —dijo ella riendo.

Marcos tomó la brocha y continuó pintando letras en el lienzo. Natalia empinó su smartphone e inmortalizó el momento subiendo la fotografía a Instagram.

—¿Cuál es el brillo de hacer eso todo el día?, mira lo que tengo yo —dijo él, mostrando un teléfono antiguo con botones y sin cámaras.

—¿Cuál es el brillo?, Marcos, estás perdido en el tiempo, ¡los likes son como bendiciones sagradas, hermano! —dijo ella, levantando sus brazos y mirando hacia arriba.

—Qué tonta, igual tengo Facebook y eso, pero tanto celular sólo fomenta el consumismo.

—Pero es que para ti todo fomenta el consumismo, ¿haber de qué manera subir fotos a Instagram fomenta el consumismo?

"¡La mujer pelea y se defiende violentamente de la agresión machista..."

—A ver, para tener esa aplicación de mierda, primero debes tener un celular más inteligente que tú de mierda, y luego sacar fotos a prácticas de mierda, como comer en MacMierda y alumbrar viajecitos al extranjero, como si fueras un gringo de mierda y, todo eso es un consumismo de mierda.

—Sí, puede que tengas razón, si yo también encuentro imbécil eso de encontrar la felicidad en las redes sociales más que afuera de ella, pero también creo que todos debemos comer cosas ricas y viajar, ¿no crees?

—¡Bah!, me quedo con lo que guarda mi memoria, no con el internet alienante.

—¡Ya, el amargado!, igual saliste bien en la foto, mira.

"¡La mujer pelea y se defiende violentamente de la agresión machista, nunca más una víctima silenciosa ", proclamaba el lienzo terminado. Una belle propaganda. Lo enrollaron y salieron de la universidad hacia una avenida principal. Natalia esparció el engrudo hecho con harina y soda cáustica en un muro liso, los dos pegaron el lienzo de papel y Marcos lo aseguró con otra mano de engrudo por encima.

—¡A la mierda la publicidad y aguante la propaganda femiiiiniiissstaaa! —expresó ella, moviendo la cabeza y mostrando sus dedos del medio.

—Esto sí amerita una foto para Instagram —dijo Marcos.

Este le pidió el celular a su amiga y la fotografió junto al lienzo, el sol seguía ardiendo, por la avenida pasaban cientos de autos, apurados quién sabe por qué y hacia cuál destino.

El gran ocasoWhere stories live. Discover now