Rusia.
–extraño mucho a Ibérico– habló manu – nunca pense que todo se iba a ir tan a la mierda– una lágrima se escapó por su mejilla, la limpié rápidamente.
–manu, yo sé que no me querés contar, y no pasa nada. pero no te puedo ayudar así, ¿si? sé que estás pasando momentos de mierda con tu familia, con tu barrio, y los pibes de ahí, pero vas a poder afrontar todo.
–nunca me sentí así con alguien– me miró a los ojos– qué se yo, en la banda no estábamos como ahora, y no quiero que se termine más.
–ay, manu, ¿por qué te atormentas tanto con eso?
–seguro te comes también a Valentín, esos chupones no te lo hice yo. qué sé yo, siempre se queda con las minas, y después yo hago todo lo que trueno dice– pasa sus manos por su cabeza, sus sollozos se escuchaban cada vez más fuertes, estaba muy agitado. yo me quedé viendo el cielo, nunca habíamos estado así, juntos, en su casa, llorando y chapando en medio del techo, en un ambiente tan templado, con tanta paz, saber que por acá no pasaban muchos autos, al ser una villa, o algunos pibitos jugando al fútbol en la calle de tierra.
–perdón, manu. se me fué de las manos, te juro que fue una vez. igual, no somos nada– solté, clavándome en el pecho las palabras que yo misma dije.– y, ¿quién es trueno? si te hace mal, alejate.
–no es nadie, o sea, sí, pero no te quiero contar.
–bueno, está bien bebé.– le sonreí, para que se quedara más tranquilo.
él sobó su nariz, y me miró atentamente, abrazando sus rodillas.
–quiero tenerte todo el tiempo al lado mío, pero soy un bardo.
–siempre me vas a tener a tu lado manu, ¿cuál es el problema?– acerqué su cara a la mía, acariciando nuestras narices y, luego de un momento, perdiéndonos en la mirada del otro, estáticos.
–que no todo es para siempre, Ru.
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quería acomodar bien los tiempos intentando poner cosas del 2015 como Marama y 50SDG, pero calculé mal y me da paja volver a hacerlo. perdón, soy malísima, pero la cosa es que es manu Vainstein, no replik, se entiende????? ahre
