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Narrador Omnisciente.

–¡Toto! ¡llegué! ¿donde estás?– preguntó Rusia, cerrando la puerta de la casa luego de ir a comprar para comer.

–¡salí! ¡no entres, Rusia andate!– gritó este, y un estruendoso ruido se escuchó por toda la casa. la morocha, estaba convencida de que ese ruido venía de su pieza, ya que era la única ventana que hacía tal chillido.

sin pensar un segundo más, comenzó a correr hasta las escaleras, subiéndolas de dos en dos, nerviosa por lo que se pudiera encontrar.

ahí, se encontró ni nada más ni nada menos que con Manuel y Valentín, los cuáles estaban más nerviosos que nunca.

Rusia, pensó que su hermano no quería que entre para no ver a los dos juntos, y que, ellos estarían acá para hablar de qué pasó entre los tres. o tal vez, querían hacer un trío, quién sabe, la morocha no se negaría, y ante ese pensamiento, sonrió por inercia.

–¿mi hermano? ¿dónde está?– preguntó, acercándose a la ventana, viendo que había una escalera debajo de esta.

–bajó por las escaleras, le dijimos que no queríamos que escuche nuestra conversación–mintió Valentín, sentándose en la cama.

–amor, te quería decir algo que te lo vas a tomar muy mal... pero tranquilizate, sí?– Manuel agarró la mano de su wacha, y las ganas de llorar le invadieron al sentir como esta estaba temblando sin parar.

–¿qué? ¿qué pasó?– ella se empezó a desesperar, queriendo irse, pero la mano de Manuel le impidió tal acción. –¡decime manuel que pasa!– gritó, llorando. manuel abrió sus brazos, y Rusia no dudó ni un segundo en llorar en su pecho.

–se murió Valentina– soltó el ojiazul, como si nada. miró para la derecha y tragó saliva; el auto ya había llegado.

–¿cómo? ¿cómo se murió? ¡Manuel decime cómo se murió por favor!– Vainstein la calló, y comenzó a acariciar su cabeza, tratando de calmarla.

–la mató trueno–comentó Valentín, haciendo que Manuel lo vea con cara de orto, y que el ojiazul levante los hombros con indiferencia. Rusia, por su lado, se separó rápidamente de Manuel al escuchar ese nombre, y luego, al oír un estruendoso disparo proveniente de su misma vereda.

–chau Tomás–dijo Valentín, cagado de miedo, asomándose por la ventana. sabía que él ya estaba acá, y que no podían hacer nada para impedirlo.

–¡me sacaron todo! ¡son ustedes!– Rusia caminó hacia atrás, llevándose el desorden de su pieza por delante. – ¡me quieren matar!

–tranquilizate Ru, va a ser peor...–Manuel se acercaba a ella, mientras ella seguía desplazándose hacia atrás, hasta toparse con la puerta.

–Nunca me lo imaginé de vos... tanto tiempo juntos en la banda, ¡me dijiste que te habías enamorado!– el morocho también comenzó a llorar, viendo como su wacha estaba roja de hacer tal acción.

–me enamoré de vos, Ru, no debía pero lo hice, y te juro que con Valentín quisimos parar el plan, escapar, y no podemos, Ru, te juramos que no podemos, intentamos todo– Vainstein levantó su remera, dejando ver varios golpes todavía ensangrentados, y lleno de moretones, y el ojiazul levantó la manga de su remera, tenía todo el hombro cortado; intentaron parar a Trueno, pero no pudieron.

•••

subo el final????

muertos ; replikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora