Rusia.
–¡tengo frío, rusia!– se quejó mi mejor amiga.
–sos una exagerada Valentina, treinta grados, mitad de febrero, no me vengas a romper las bolas, el aire se pone a veinticuatro, es ley.– le saqué el control de la mano, para que no pudiera tocar nada.
–¿pueden dejar de gritar un toque? ¡son infumables!– grita mi hermano, Tomás, de dos año más que nosotras.– vení acá, Valentina, y hagan videollamada como siempre, y se dejan de joder.
sonreí, primero porque valen le daba a mi hermano, actual cursante de artes audiovisuales, y segundo porque podía seguir tapada con mi aire a veinticuatro. la morocha salió de la habitación, y me llamó por videollamada de WhatsApp, acostándose en la cama de Tomi.
–dou, dieron los resultados de la prueba de geografía– comenté, viendo en el grupo de nuestro curso.
–un cinco me saqué. cinco. no puedo creer que vos hayas aprobado sin estudiar y yo no–mi mejor amiga muerde su labio.
–¿te van a dejar salir?–pregunté, ya que mañana salíamos con Manu y Valen.
–y si, que sé yo, hace banda no salimos juntas
–¿no te juntaste con ningún pibe?– la morocha se miró las uñas, recién hechas.
–no, nadie me da bola y Valentín se tenía que juntar con Manuel hace como dos días.. ¿sabes si es verdad?–preguntó, y ahí me acaloré, mi corazón empieza a latir fuerte y apreté la función de "videollamada" sin querer, mi amiga aceptó, sonreí forzadamente – ah bueno, se ve que no es verdad, mira esos chupones. no te los había visto en tu pieza rata, hubieras prendido la luz.
–¡lo mato! ¿quién fue?– gritó mi hermano, metiéndose en la cama al lado de valentina, apareciendo en la cámara.
–¡pasame con mi amiga!– el morocho bufó, y le pasó el celular, guiñándole un ojo. –valen eu no te enojes, te puedo explicar..
–¿explicar qué, tarada? ¿que cogiste con manu? sos re tonta amiga– comenzó a reír, a tal punto de comenzar a llorar de la risa.
–mal, que boba– golpeé mi frente con mi mano. pensé que se había dado cuenta que eran de Valentín.
–¿¡QUE HICISTE QUÉ?!– volvió a sacarle el celular de las manos, para acercarlo tanto a su cara que solo se vea su ojo izquierdo y su nariz.
– siglo veintiuno, Toto– reí.
–te llegó un mensaje valchi– habló él, diciendo el apodo que le había puesto a valen y ella odiaba, pero no decía nada porque le gustaba cuando él le decía así.
–¿qué? ¿Valentín? a ver pasame
–che globo terráqueo, ¿quién es Valentín? lo cago a trompadas a ese también
–ah no–exclamó mi amiga, mientras su video se pausaba– mataron a una piba del San José– nombró a nuestro colegio.
– ah si, lo leí. no sé qué anda pasando, ¿no les da curiosidad de que todos se mueran de un tiro en el hombro, y que provengan de Caballito o del San José?
me senté en la cama de golpe, y me hice una colita, me comenzaba a acalorar, y me tuve que destapar por completo. todos estaban muriendo de a poco en ese colegio de mierda.
–¿cuánto tiempo nos quedará a nosotras?
