4. Septiembre

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Han pasado tres semanas desde la llegada de Michael, días de aventura, diversión y descubrimiento.

Pero después de hacerla de guía de turista alrededor del estado hoy he decido tomarme un merecido descanso.

Sin duda alguna, no es un día cualquiera, no es un día como todos los demás, tampoco es un día que se le compare a una fecha importante, hoy es nada más y nada menos que el 15 de septiembre -y no precisamente porque es un día antes de la independencia del país- es el día en que conocí a Alberto Bracho, el mismo día de hace un año cuando me dí cuenta que el amor a primera vista existe, pero los amores imposibles también.

Quedé de verme con las chavas y los colegas en el centro para hacer una clase de "aniversario" por conocernos, y a pesar de ser algo extrañamente -patético- los únicos emocionados éramos Alberto y yo, que aprovecharíamos cualquier excusa para vernos, y aunque no se necesitan excusas para verse con alguien, por mala suerte ese no era nuestro caso.

Todos tendrían una kermes en la UE y después de eso, nos veríamos en el centro.

Decidí tomarme tiempo para arreglarme, era un día especial, ya un año de conocer a la persona que se robó mi corazón  por completo, quería hacer algo de justicia al día.

Me metí a la ducha, cuando salí me vestí, unos jeans con una camiseta negra entallada y una camisa de cuadros, me maquillé sutilmente, muy a mi estilo, finalmente y después de tomar el autobús al centro y veinticinco minutos de camino, ahí estaba en el zócalo.

Esperé impaciente un par de minutos hasta que ví llegar a Vivian, con estilo único de vestir, algo grunge pero ideal.

—¡Lían!— Vivian se acercaba a paso veloz para darme un abrazo.

—¡Vivi!— me levanté de la banca y ambas nos dimos un fuerte abrazo.

—¿Llevas tiempo esperando?— preguntó curiosa.

—No mucho...— respondí tratando de no sonar emocionada.

De alguna manera Vivian y Alberto son mejores amigos, su amistad se ha vuelto más fuerte que nunca, confían sus secretos mutuamente, y a pesar de que Vivian y yo también somos mejores amigas, ella no me contaría sobre el, no sería lo "correcto".

En la mente de las chavas "Alberto" se ha vuelto un pasado, una historia que ya concluyó, un amigo nada más, ¿Sería patético seguir enamorada de la persona que nunca pretendió un relación contigo? Probablemente, por eso me encargo de que mis amigas no sepan mis sentimientos actuales sobre el, todo esto se ha convertido en un maldito secreto.

—¡Que bien! ¿Has visto el grupo? Al parecer nadie vendrá hoy Li...— mi corazón se detuvo al escuchar salir esas palabras de la boca de Vivian.

—¿Qué?— dije, como si no hubiera escuchado lo que ya era evidente.

—Eso decían los mensajes, creo que nadie vendrá a excepción de Dani, mencionó que venía en camino, su kermés no fue buena...— rió, mientras yo miraba mi celular, parecía tener el internet apagado, no había llegado ningún mensaje hasta que finalmente leí toda la conversación.

—Y ¿Alberto?— era lo único que me importaba saber, el estaba tan emocionado como yo, ¿Por qué no habría de venir?

—¿Aún te gusta Li?— preguntó Vivian con sorpresa, joder.

—No...— mentí. —Pero el estuvo toda la semana insistiendo en esto...,— reí tratando de sonar convincente.

—Probablemente, aunque lo ví en la kermés con una chica, se miraba ocupado...— rió, a mi tan solo se me quebraba el corazón. —Dudo que venga ¡Pero que más da! Nosotras vamos a celebrar...—

Después De Decir HolaWhere stories live. Discover now