Oscuridad

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Un numeroso grupo de Olvidados se encontraba de rodillas en torno a la cúpula diamantada que por tantos siglos había resguardado en su interior a la más preciada de todas las posesiones tangibles en manos de la Legión. Los estáticos ojos carentes de brillo de los "Centinelas de Élite" no se apartaban nunca de la imperecedera rosa blanca ensangrentada que Nahiara dejó tras de sí cuando se vio obligada a abandonar su dañado cuerpo ocho centurias atrás. Aquel conjunto de inexpresivos entes alguna vez fueron hombres y mujeres comunes, rebosantes de vitalidad. De esos días, ya no quedaba ni siquiera la sombra difusa de un vago recuerdo. Los cadavéricos semblantes que se ocultaban bajo los pliegues en la desgastada tela de sus capuchas renegridas daban fiel testimonio de que no había ni un leve atisbo de emociones albergado dentro de sus marchitos organismos.

Esta selecta agrupación de vigilantes aguardaba con paciencia el momento en que su amada soberana pudiese hallar al receptáculo humano adecuado para que su extraordinaria esencia lo poseyera y así se consumase su regreso al trono. Ese anhelado momento había llegado cuando los Reclutadores de la Legión por fin pudieron desvelar la identidad de los descendientes de los Valaistu. Aquella era la pieza que les faltaba encontrar para completar el plan magistral que habían maquinado desde el principio. Al combinar aquella sangre semiélfica con la de su poderosa señora, el resultado sería espléndido. La inusual mezcla lograría que el nuevo cuerpo de la emperatriz adquiriese las asombrosas habilidades de ambas razas, haciéndola casi invulnerable. Además, al convertirse en portadora de los genes de la estirpe del legendario Raki, eso la protegería ante los ataques de otros seres con su mismo código cromosómico, anulándose de esa manera la posibilidad de que un Sydän volviese a sellarla.

Desde el día del nacimiento de Kadar, el hijo que resultó de la unión del príncipe Hashim y la gitana Anwar, los Olvidados siempre habían conocido a quienes mantenían vivo el linaje que la Nocturna misma estableció mediante la transfusión de la mitad de su sangre a las venas de la que más tarde llegó a ser conocida como Galatea. Con el repentino despertar de los poderes de la joven Déneve Stewart, los cuales les serían heredados a sus hijos e hijas, la Legión consiguió todos los ingredientes necesarios para asegurar el éxito rotundo de sus oscuros propósitos. El sello romboidal de Galatea, el cual actuaba como un efectivo supresor y suplantador de memorias, sumado a la alteración química de las funciones cerebrales que Fenrisulf le ocasionó a Dahlia de manera premeditada, terminaron por sepultar la consciencia de la rubia y traer a la superficie la de la Nocturna.

La oscura esencia de Nahiara estaba compuesta por tres clases de sentimientos en su estado más puro: tristeza, miedo y rencor. Gracias a la clarividencia de su fiel servidora Galatea, ella supo con unos cuantos meses de antelación que existían grandes probabilidades de que los Valaistu acabaran con su existencia. Por ello, se había encargado de dividir con sumo cuidado la triada de sus sentimientos esenciales. Había colocado dos de ellos en lugares estratégicos, los cuales estaban pensados para preservarse por un largo tiempo. Solo conservó dentro de sí el rencor. El miedo lo distribuyó en varios fragmentos entre sus descendientes, y este fue pasando de padres a hijos. Cuando llegase el momento adecuado, las distintas partículas del miedo tenían la propiedad especial de poder volver a ser un solo elemento de nuevo. El evento esperado sucedió cuando se dio el nacimiento de Dahlia, quien recibió la totalidad de las partes de dicho elemento.

La tristeza fue introducida dentro del cuerpo del príncipe de los Taikurime, el joven Cedric, puesto que la principal profecía de la Legión de los Olvidados hacía alusión directa a él al decir que la emperatriz nocturna regresaría de la mano del primogénito de los guardianes de las memorias. La marca de la rosa en el pecho de él le indicaba cuánto tiempo restaba para que la dueña de la tristeza en su interior viniese a reclamarla. Una vez que eso sucediera, Cedric perdería su identidad por completo y se transformaría en un simple lacayo de Nahiara.

La Legión de los Olvidados [Saga Forgotten #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora